Capítulo Once

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Esa noche me senté nuevamente a comer con ellos, sin sorpresas de por medio. Fui la última en llegar. Todos ya habían tomado asiento y yo busqué mi lugar lo más alejada posible de todos, acomodándome solo junto a Gary.
Nada de lo que Cedric me había dicho iba a hacerme sentir más cómoda y estaba dispuesta a hacerlo notar.
Sin embargo, había algo que me llamó la atención. Quedaba un lugar vacío en la mesa, un lugar que Peter y yo habíamos armado para un supuesto invitado que parecía no haber llegado aún.

– ¿Esperamos a alguien? – preguntó Destiny mientras Peter entraba con una enorme bandeja.

– Sí– asintió Cornelius – estoy seguro de que se pondrán muy contentos–

En cuanto dijo aquello, con un tono frío y despreocupado, las puertas de la sala se abrieron de par en par.

Entró una chica que tenía toda la pinta de ser un vampiro. Su rostro era imperturbable. Tenía un cabello pelirrojo y largo que ondeaba con cada paso que daba. Su rostro era delgado, lleno de pecas, su nariz fina y pequeña, labios delicados y unos ojos fieros y orgullosos de un tono celeste brillante.

– ¿Emily? – oí que decía Peter, deteniendo su servicio para mirarla.

– Hola papá – saludó ella con una voz suave y felina.

¿No había dicho que aquella familia le había quitado a su esposa y a su hija? ¿Cómo es que de repente su hija estaba allí?

El pollo lleno de verbena que estaba tragando se me atoró en medio de la garganta y apuré un vaso de agua para intentar bajarlo, mientras aquella chica caminaba tranquilamente hacia la mesa, como si fuese una estrella en una alfombra roja.

– ¿Qué haces aquí? – preguntó Cedric, hundiendo las cejas y soltando los cubiertos.

– ¿Tu papi no te ha contado? – preguntó ella con una mueca de confusión exagerada, mientras apoyaba las manos en los hombros de Cornelius y le daba un beso en la mejilla – pensé que les avisarías–

– Aún no, Emily– dijo Cornelius mientras le señalaba un asiento vacío para que se sentase –quería sorprender a Cedric–

– Vaya sorpresa- masculló él, fulminando a su padre con la mirada – ¿Por qué nos honra con su visita? –

– En unos días será la junta en la que se presentan a los nuevos miembros de los clanes – comenzó a decir Cornelius mientras cortaba tranquilamente una papa llena de verbena y se la llevaba a la boca sin percatarse de nada– se realiza cada cien años y esta vez, será en casa–

– ¿Godric y yo debemos volver a nuestra casa entonces? – preguntó Destiny, sacándome la duda de que su semejanza con él era porque eran hermanos.

– No– negó Cornelius – vuestra familia se reunirá con ustedes aquí el día de la ceremonia–

– ¿Emily va a ser presentada como miembro de su familia? – preguntó Godric, mirando a la chica pelirroja con cierto desprecio – es una mestiza–

– Lo sé– asintió Cornelius suspirando – el Concejo ya sabe lo que sucedió. Nuestro apellido no está en su mejor momento, pero Emily será muy adorable con todos, tal vez alguien se interese por ella y entonces ya no tendrá importancia si se casa con un pura sangre–

– Si no, Cedric podría hacerlo...– comentó ella mirándose las uñas con cierto desinterés – papá sírveme pollo por favor– le pidió a Peter señalando el plato – por cierto ¿Por qué comemos esto? – dijo metiendo la mano en el plato de Destiny y tomando una papa – creí que al menos me recibirían con un donante o algo...–

Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora