La bomba

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Zoey.

Ayer estuve en casa de Derek hasta pasadas las once, claro que como todo casanova me ofreció quedarme pero decidí tomar un taxi. Creo que ya me había visto demasiado vulnerable para mi propio bien.

¿Qué por qué lo llamé?, no tengo idea, para cuando me sentí consciente de lo que hacía el ya estaba preguntando por mi una y otra vez al teléfono. Se escuchó tan desesperado que decidí ir a verlo; su abrazo me relajó y me sentí segura.

Ésto es tan confuso.

Las clases se me hicieron largas y aburridas, por fin llegó la hora del almuerzo. Salí al patio y compré un sándwich de jamón; llegué a la mesa de cristal y observé al resto de los alumnos caminar de un lado a otro distraída.

- Eh, ¡Disculpen! - La voz de una chica nos hizo sobresaltar a todos - Si eso, prestenme atención una vez al menos. - Confundida la miré mientras le daba una mordida a mi comida.

- ¡Baja de ahí nerd! - Un chico que estaba a algunos metros de mí le gritó, ella sólo sonrió.

- ¡Les tengo una información, ya saben, como esos chismes que les gustan contar de mí! - Me miró fijamente - Sólo que ésta vez no soy la protagonista.

¿Qué diablos?

- ¿Sabían que Derek Wonder está saliendo con la rubia nueva? - Todos comenzaron a murmurar.

Escuché comentarios como, "¿La de las Converse de la temporada pasada?", "¿La pobretona?", "Y yo que quería algo con el".

Algunas personas reían como si no creyeran lo que estaba diciendo.

- Ah, ¿No me creen?, ¡Pues ayer mismo ella estuvo en su apartamento! - Mostró algunas fotos de cuando yo estaba sentada en las piernas de Derek y lo abracé. ¿Qué diablos es todo ésto?

La rabia en mi interior creció considerablemente.

- ¡Y eso no es todo! - Me levanté de la silla advirtiendole con la mirada que no siguiera - El mismísimo Derek se puso como loco cuando le dije que sentía algo por esa chica. - Bajó de la silla lentamente y se acercó a mí - Al parecer quiere algo de ella... ¿Que dicen?, una pobretona que se entrega a un niño rico por amor. Pobre ilusa.

Estallaron las risas incluída ella.

No me pude contener y golpeé con toda mi fuerza su rostro. La sangre brotó de su nariz como un río formando un charco en el suelo, inmediatamente apareció la profesora Cecilia y comenzó a arrastrarme a la oficina del director.

~

- ¿Qué fue eso señorita Zoey? - Mi pie tenía un tip nervioso bajo la mesa.

- ¿Acaso no vió lo que hizo esa perr...? - Su rostro de advertencia hizo que mordiera mi labio y respiré profundo -... Lo siento, ¿ok?, no quería golpearla. Me alteró la situación y como suelo practicar boxeo reaccioné de esa forma.

El director alzó una ceja.

- No estaba enterado de su hobbit señorita Zoey - Fruncí el ceño - Si esas prácticas van a perjudicar la salud de mis estudiantes está para usted prohibido practicar boxeo, al menos en el gimnasio de mi universidad.

- ¿Que? - Me levanté de la silla - ¿Cómo se supone que pague para poder entrar a otro gimnasio?

- Debió pensar eso antes de romperle el tabique a la señorita Sofía. Ahora por favor váyase antes de que el castigo sea más severo.

Me di la vuelta más enojada que nunca. La rabia en mi cuerpo no podía descargarla y para mi mayor suerte valga la ironía, Derek estaba a unos pasos de la puerta de la oficina del director.

Blood Dreams ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora