Zoey.Entré al estudio silenciosamente, son las tres de la mañana y he bajado hasta acá sólo para practicar. Creo que no es un secreto que no soy la mejor bailarina de ballet, mi especialidad son las piruetas; claro que mi cuerpo tiene mucha fuerza pero si de clase estábamos hablando pues...
- ¡Maldición! - Me quejé por enésima vez.
Concentrar la fuerza de mi cuerpo en tan sólo la puntas de mis pies no era para nada fácil. Sentía la necesidad de ser un poco más directa y hacer los pasos con fuerza, pero no. El ballet requiere delicadeza y mucha técnica y aunque odie admitirlo, esa chica Adeline me supera en todo eso.
Hace apenas algunas horas que ambas decidimos inscribirnos. Claro que muchas personas se arrepintieron al notar que la competencia era de ballet y que además Adeline estaba interesada, literal es como si apenas la vieran y temieran de ella.
Instintivamente Fruncí el ceño, no sólo me quitó la oportunidad de que Connor llegara a sentir algo por mi, sino que ahora también podría arrebatarme ésta gran oportunidad. Los pies me temblaron y caí al suelo, le dí un puñetazo al piso.
- El saco está tras la otra puerta, rubia.
Miré hacia arriba y ahí estaba Derek, su musculoso cuerpo y manera de vestir con chaquetas de cuero como todo un fuck boy hacia mucho contraste con el ambiente del estudio de danza.
Me levanté sacudiendo mi cuerpo aún con mi carácter irritante.
- ¿Qué haces aquí? - Me crucé de brazos y el caminó lentamente en mi dirección.
- Quería verte. - Dijo sin más y no pude evitar sonreír.
- Pues ya me estás viendo, ¿Ahora que quieres? - Sonrió malicioso y tiró de mis caderas en su dirección.
Cuando nos quedamos a centímetros de distancia deslizó sus manos por mi espalda hasta llegar a mi trasero, yo temblé y traté de esconder mi cara en su cuello pero me detuvo y susurró en mi oído.
- Quería verte y ya lo hice... - Me miró a los ojos sonriente -... Quería tocarte... - Apretó mi trasero haciéndome jadear -... Y ya lo hice. - Alcé una ceja -... Quería besarte... - Se acercó a mí rostro y mi cuerpo reaccionó cerrando los ojos. Pero sólo mordió mi labio inferior -... Pero eso tendrás que hacerlo tú.
Maldito seas Derek.
Lo empujé sonriendo y me alejé de su cuerpo. Admito que me encanta cuando actúa de esa forma, se cree irresistible y vaya por dios, claro que lo es; sólo que cree que podrá conseguir conmigo lo que ha logrado conseguir de otras y ya ha descubierto que está muy equivocado.
- Eres un idiota. - Le dije y me acerqué al reproductor de música, Out of Love inundó el estudio por completo.
Comencé a moverme lentamente, mis dedos sueltos al igual que mi cuello, posiciones tras posiciones y comencé a sentir mi cuerpo pesado. Como si lo estuviera obligando a obedecerme, y en realidad así lo es; quiero tanto esa oportunidad que lo voy a forzar de ser necesario.
La música se detuvo abruptamente y me fijé en Derek. Al parecer habia pausado el reproductor y me miraba con el ceño fruncido, me acerqué y lo enfrenté.
- ¿Qué crees que haces? - Le pregunté molesta, casi pisoteado el suelo.
- No estás sintiendo la música Zoey. - Fruncí el ceño - No te gusta lo que estás haciendo y para ser franco, como papel de espectador tampoco me llamó la atención.
Apreté los puños.
- ¿Qué te importa a ti como demonios estoy bailando? - Alzó una ceja - Ah Claro, como estabas acostumbrado a ver a tu talentosa ex novia te diste cuenta que yo no soy tan perfecta como ella. ¡Pues sorpresa!, ¡Tienes razón!
Su rostro se relajó y casi pareció herido. Inmediatamente me suavicé pero ya no podía retractarme de lo que había dicho. Puso una mano en mi hombro rendido.
- Si es lo que piensas no diré nada al respecto. - Comenzó a caminar alejándose de mí - Sólo te daba mi opinión de lo que estás haciendo, sabes que no es sano. Me encantaría verte haciendo alguna pirueta o pasos que no requieran delicadeza... Pero adelante, sigue tratando de convencerte de que te apasiona el ballet.
- ¡Derek...! - Traté de llamarlo pero ya había salido del estudio.
Me quedé sola y ahora el espacio parecia más pequeño, sombrío. Como si la chispa de éste lugar para bailar y la mía se hubieran apagado con sus palabras.
◇
Derek.
Anoté lo que el profesor tenía en la pizarra y me percaté del pequeño cuerpo de Zoey, miraba el reloj tratando de estar al tanto de la hora.
No he hablado con ella desde la discusión que tuvimos el viernes por la noche y hoy ya es lunes, ¿Qué si la extraño?, claro que sí pero esa chica es la persona más terca que he conocido, no se deja ayudar y hace lo que le de la gana.
Cuando la campana sonó Zoey se levantó primero que todos y salió rápidamente del salón. Athan comenzó a acercarce a mi mientras yo guardaba mis útiles, me percaté de que venía. Al menos ya no tenía las horribles ojeras pero constantemente me habla de su relación con Sofía, las cosas que pasaron desde que llegamos a la universidad y lo buena que ella era. Está más dolido que nadie.
- ¿Le pasa algo a tu chica? - Una mueca se me escapó al percatarme de sus palabras, Zoey es mi novia pero llevamos dos días sin dirigirnos la palabra. ¿Eso en que nos convierte?
- Quiere ese estúpido premio. - Athan pareció pensarlo hasta caer en cuenta.
- ¿El de ballet? - Asentí - ¿Pero ella no era buena en hip hop? - Bufé.
- Díselo tu porque al parecer a mi no quiere escucharme. - Mi mejor amigo negó y puso una mano en mi hombro.
- Debes tenerle paciencia y apoyarla Derek. - Rodé los ojos.
- Traté de aconsejarla pero no me dejó, ¿Qué más puedo hacer? - Me miró pensativo.
- ¿Sabes por qué quiere ese premio? - Su pregunta me dejó frío, ¿Lo sé?, claro que no lo sé. Al parecer mi cara le dio la respuesta así que añadió. - No puedes juzgar su obsesión si no sabes el por qué de ésta.
- Dios... - Susurré para mi mismo y Athan sonrió -... Tienes razón, trataré de averiguar que pasa por esa extraña cabezota rubia.
- Y trata de no decirle cabezota si no quieres que su puño termine en tus testículos.
Reí.
- Lo tendré en cuenta.
Me colgué la mochila y salí corriendo del salón.
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Y hasta aquí el maratón :(
¡Nos leemos el siguiente lunes!
4/4
#LunesDeSoñadores
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Blood Dreams ©
Ficção AdolescenteEse día hizo un frío escalofriante, me desperté más temprano de lo normal y quité la alarma que sonaría en unos minutos. Preparé mi desayuno como siempre lo he hecho, mi madre ya no se encontraba en casa, seguramente ya se había ido a trabajar. Cuan...