Blood Dreams ©

No sentí nada

Zoey.

Quiero retractar por completo lo que dije sobre las universidades de ricos. La exigencia de éste sitio es demasiada, cada día debes no sólo elaborar trabajos y memorizar la teoría sino que mínimo cinco veces por semana te hacen inventar coreografías de diferentes canciones. Y te obligan a repetirlas exactamente iguales para asegurarse de que salió similar.

Pasaron dos días desde lo que pasó con Derek en el patio, después todo ocurrió tan rápido. El ha sido muy atento y controla mis frecuentes ataques de ansiedad, ¿Qué si me complementa?... Puede ser.

Un mes en éste establecimiento y siento que es mucho para procesar.

La foto de la tal Sofía seguía en el vestíbulo, de vez en cuando alguien le dejaba una pequeña flor o le pegaban una notita. La mayoría decía que la extrañarían y que era hermosa; tengamos en cuenta que sus únicos amigos eran los del periódico de la universidad.

Seguí mi camino hasta llegar al salón de clases, Connor conversaba con Adeline muy animadamente. Le di una mirada rápida y luego me senté sin prestarle más atención.

Sentí que alguien tocó mi hombro, me giré y era Derek. No pude evitar sonreír y besé su mejilla.

- Buenos días Roky. - Gruñó en respuesta por mi apodo ridículo.

- Vuelve a decirme así y te agarro el trasero delante de todo el mundo. - Sonreí.

- R.O.K.Y - Me miró en modo de advertencia y justo cuando sentí algo rozar mi nalga el profesor entró.

Ambos préstamos atención a la clase.

~

Salimos al patio y Derek como prometió me agarró una nalga delante de todos. Sentí que moriría de la vergüenza y recibió varios puñetazos en el estómago; Pude percatarme de que Connor había visto todo y no tenía la mejor cara precisamente.

- ¿Me esperas un momento? - Le pedí a Derek y se percató de la dirección a la cual apuntaban mis ojos.

Pareció pensarlo pero al final accedió.

Caminé rápidamente hasta Connor y lo tomé del brazo, no preguntó por nada y se dejó arrastrar. Llegamos hasta una parte del edificio donde no había nada, ni un arbusto rodante.

- ¿Te pasa algo? - Le pregunté y el negó.

- Soy tu mejor amigo, tengo derecho a mirar mal a cualquier chico que se quiera meter en tu ropa interior.

Rodé los ojos.

- ¿Y tú como sabes eso?, Hasta ahora el me estuvo apoyando en todo. - Bufó.

- Soy hombre Zoey. - Fruncí el ceño.

- ¿Es lo que dirás? - El asintió - ¿Entonces para eso quieres a Adeline?

Se mantuvo en silencio y luego me miró.

- Es diferente. - Me enojé.

- ¡No es diferente!, ¿¡Acaso como tú tienes a alguien que te quiera yo no puedo tenerlo!?

Se enfureció.

- ¡Me tienes a mí!, ¿¡Que más necesitas!? - Negué frenéticamente y lo empujé.

- ¡Tu no puedes besarme idiota! - Se mantuvo quieto y miró directo mis ojos.

- ¿Tengo que hacerlo para no perderte?

Espera...¿Que?

- Connor, ¿Qué mierda estas diciendo? - Se acercó a menos de un metro de mi cuerpo.