Era el día libre de Gulf, por lo que decidió aprovechar su tiempo al máximo y salir para comprar algunas cosas al supermercado. Paseó entre los pasillos del local y escogió cuidadosamente los ingredientes para la cena.
Tomó algunas latas de aderezos y algunas verduras, su vista se encontraba en el pasillo de artículos para el hogar, recordó que necesitaba comprar unas bombillas para su jardín y caminó con su canastilla hasta ahí, pero se detuvo de al ver un rostro conocido divagar por los estantes.
Era su vecino, quien portaba un desarmador en una mano y su canastilla en otra.
Como un reflejo, se ocultó en el otro pasillo, mientras espiaba lo más sigilosamente posible.
De pronto tuvo una idea macabra y que en un caso extremo, podría salir muy bien o muy mal. Una extraordinaria locura que seguro le causaría muchos problemas.
Aquel bichito de la curiosidad le volvió a picar y sin pensarlo mucho se apresuró a pagar todas sus cosas.
Él descubriría lo que ese vecino se traía entre manos.
Gulf salió sigilosamente de la tienda, se dirigió a su auto y subió todas las cosas que había comprado, abordó el vehículo y así espero un rato hasta que por fin vio a su vecino salir.
Gulf arrancó su auto y comenzó a conducir tras aquel Audi R8.
¿Estaba loco? Lo más seguro.
¿Qué era lo peor que podía pasar? Que el hombre tatuado le atrapara, sin embargo, las coincidencias podían surgir y al fin y al cabo, ambos vivían en el mismo barrio. Gulf podía excusarse diciendo que fue una simple casualidad encontrárselo en el supermercado.
El castaño condujo por la autopista ágilmente, seguía a aquel auto sin parar. Fue muy tonto al creer que el hombre misterioso se dirigía a su vecindario, pues cuando tomó una desviación en la carretera, Gulf supo que el destino era completamente diferente.
Con inseguridad en el volante, entró a una zona vacía, casi fantasma, ya no había casas por ahí, solo algunos autos que transitaban cerca.
Estaba asustado, no entendía a qué lugar se dirigía ese tipo, iba a dar marcha atrás y abandonar ese estúpido plan, cuando sintió un fuerte impactó en la parte trasera de su auto, haciendo que se agitara y se golpeara la frente en el volante.
Gulf estaba mareado y todo daba vueltas para él, un fuerte y agudo dolor yacía en su abdomen y por su frente corría sangre sin parar. Estaba desorientado.
—¡¿Estás bien?! ¡Diablos! ¡Carajo! —Gulf escuchaba ecos provenientes de afuera. Todo se veía borroso—. ¿Puedes moverte? —preguntó esa voz tan... familiar.
El castaño intentó retorcerse en su asiento y como pudo logró abrir un poco la puerta del auto, y justo en ese instante se dejó caer en unos brazos que lo sujetaron con firmeza, perdiendo la consciencia.
🥂🚬⛓
Un extraño olor hizo a Gulf despertar. Tenía un fuerte dolor en el estómago y su cabeza daba vueltas. Intentó hacer memoria de lo ocurrido; había tenido un accidente, pero cuando sus ojos exploraron el lugar en el que se encontraba, se dio cuenta que no era un hospital, se encontraba en un lugar desconocido, estaba en una habitación que a simple vista se veía muy elegante, sábanas blancas e impecables cubriendo su cuerpo, almohadas esponjosas a su lado, paredes blancas y cortinas de seda haciendo juego con los muebles de la habitación. Podía hasta jurar que era la misma habitación de la reina. Todo lucía tan costoso.
¿Dónde carajos estoy? Se preguntaba mientras intentaba incorporarse.
Escuchó la puerta abrirse y se estremeció al encontrarse con nadie más que su vecino.
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Knock Knock - mewgulf
Action[Esta historia contiene errores ortográficos] ❝Lo supe cuando te acercaste a mí, con ese olor a tabaco y gasolina. Estabas listo para enviciarme.❞ ¿Qué harías si descubres el secreto de tu vecino? Sencillo, subirte a su gran Audi R8 de neumáticos re...