6. Max

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—¿No me vas a responder?

—Yo no soy tu enemigo —Gulf tragó saliva tratanto de desvanecer sus nervios—, y tampoco estoy interesado en ti, al menos no de la forma que tú piensas.

—Si le preguntaste a K sobre mi relación con Jae, eso significa que te interesaste por mí.

—Solo salió el tema, no era mi intención entrometerme de más.

—Lo que tú digas.

Mew continuó serio con la vista en el camino, de vez en cuando miraba de reojo a Gulf y le sonreía. Se divertía con el nerviosismo del castaño.

—Pues llegamos, señor Gulf —dijo mientras estacionaba el auto fuera del edificio—. ¿Quieres que te acompañe adentro para hablar con tu jefe?

—Si no te molesta, por favor.

Los dos caminaban hasta dentro del gran edificio. Mew observaba al rededor, hasta llegar al elevador.

—¿Y bueno? ¿Ya me dirás en que trabajas?

—Tienda de ropa.

—¿Eh?

—Esta empresa vende productos de alta calidad a miembros VIP.

—¿Y tú qué haces?

—Mi departamento es el de los miembros VIP de ropa. Básicamente me encargo de conseguir los productos de calidad importados y de atender a los clientes.

—¿Trabajas con celebridades?

—No precisamente, solo viene gente con mucho dinero, pero no tan famosa. Vendemos de todo, desde ropa hasta artículos de colección.

—No sabía que existia una empresa así. ¿Venden autos también?

—Si nuestro cliente lo pide, sí. Siempre tratamos de conseguir todo lo que pidan.

—Entonces básicamente son sirvientes de solo clientes VIP.

—Si lo dices así suena muy triste y desafortunadamente lo es. Es muy cansado y mi jefe nos exige mucho.

—Que jodido.

El elevador llegó hasta el piso 40 del edificio. Todo ese piso era dedicado a la empresa VIP. No era muy grande ya que no era un lugar que se llenaba fácilmente de gente.

Gulf llegó hasta su oficina y abrió la puerta con nervios, casi sudando.

—Buenos días —dijo tímidamente mientras se adentraba.

—¿Donde carajos estabas, Gulf? ¿Sabes la hora que es? —Para su mala suerte, quien lo recibió fue su jefe, la persona que menos quería ver.

—Lo siento, se me presentó una situación...

—¡¿Qué situación?! Estamos atascados de pedidos. —El jefe del castaño agitaba unos papeles en sus manos.

A decir verdad el jefe de Gulf era intimidante, uno podría imaginar a un señor gruñón, pero en realidad era tan solo un hombre rubio de treinta años de edad, con un cuerpo bien formado y rasgos atractivos. A pesar de su buen rostro, era imposible sentir atracción por él, su actitud era muy molesta y eso le quitaba lo encantador.

Mew tras escuchar los gritos del jefe del castaño, entró, llamando la atención de la mayoría que rondaba por ahí.

—Disculpe, pero Gulf llegó tarde por mi culpa...

De repente el ambiente se puso tenso.

—¿Mew? —cuestionó el hombre.

—¿Se... conocen? —preguntó Gulf al notar la expresión indescifrable en el rostro del tatuado.

Knock Knock - mewgulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora