El camino de ida y vuelta fue rápido, Gulf llegó, empacó sus prioridades y en un abrir y cerrar de ojos ya estaban camino de regreso al lugar especial de Mew.
Apenas Mew estacionó el auto, sus amigos, quienes los esperaban afuera del taller corrieron hacía Gulf.
—¡Oye, amigo! Qué gusto verte de nuevo —habló Johnny, uno de los amigos del pelinegro, el cual no había vuelto a ver desde el día que tuvo ese accidente—. ¿Ya sanaron tus heridas? Siento mucho lo que te sucedió.
—Hola, Johnny, ¿cierto? —titubeó Gulf.
Johnny asintió.
—¡Hey! Te acuerdas de mi nombre, excelente. Me dijeron que te mudas aquí, debiste ver la cara de molestia con la que me lo contó Jae, podría jurar que soltaba chispas —Johnny hablaba con confianza, esa era su característica principal, por muy maduro y aterrador que se viera, era muy hablador y carismático.
—¿Dónde está Jae? —interrumpió Mew.
—Oh, se fue desde hace un rato, estaba molesto —Johnny reía al hablar—. Sabes que le gustas, ¿por qué fuiste tan duro con el?
—Yo no le gusto.
—Oh, claro que sí —dijeron K y Johnny al mismo tiempo.
—Como sea, por ahora ayúdenme a llevar las maletas de Gulf adentro, yo lo llevaré a correr —indicó.
—¿Lo llevarás justo ahora? —K alzó su ceja preocupado—. ¿Olvidas la reunión con el cliente?
—Diablos, lo olvidé por completo —Mew toco su barbilla con frustración—. En ese caso, tendrás que acompañarme, pequeño —dirigió su mirada al castaño.
—¿Quién? ¿Yo? ¿Acompañarte? —Gulf estaba desconcertado.
—Sí, tú —Gulf se encogió de hombros cuando Mew lo escaneó de pies a cabeza con la mirada—. Pero primero vamos a que cambies esas ropas de abuelo que juega tenis.
Dicho eso, Mew tomó a Gulf del brazo y lo arrastró hasta su habitación, abrió el closet y buscó cuidadosamente entre las prendas. Terminó sacando un conjunto de smoking color negro.
—Creo que te quedará. Cámbiate, te espero abajo.
—Espera, ¿tengo que usar esto? —extendió con miedo las caras prendas—. ¿Iremos a ver al rey o qué demonios?
—Algo así —Mew guiñó su ojo y dejó al chico cambiar su ropa.
Una vez Gulf estaba listo, bajó para buscar a Mew, quién ya lo esperaba afuera del auto. El vestía un smoking también, pero se veía mucho más arreglado, tenía un reloj costoso y guantes de cuero. Gulf juró en ese momento que solo había visto a ese tipo de hombres tan elegantes en las películas. Mew era una mezcla entre joven de clase alta y chico sexy.
—Wow, te quedó como anillo al dedo, tienes suerte de que tengo muchas tallas —expresó Mew al ver al castaño acercarse con timidez. Su piel se erizo un instante, Gulf podía ser mucho más atractivo de lo que creía y eso le preocupaba.
—Te ves bien. —Fue lo que pudo expresar Gulf, pero esa simple oración bastó para sacarle una sonrisa penosa a su vecino.
—Tú también. Ahora sube, ya vamos algo tarde.
Mew condujo hasta su reunión, el castaño estaba muy curioso, pero se limitó a no preguntar cosas, quizás tenía miedo de recibir una respuesta que lo haría echarse para atrás, quizás se encontrarían con un cliente malo o alguien agresivo, la verdad todo era un misterio.
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Knock Knock - mewgulf
Azione[Esta historia contiene errores ortográficos] ❝Lo supe cuando te acercaste a mí, con ese olor a tabaco y gasolina. Estabas listo para enviciarme.❞ ¿Qué harías si descubres el secreto de tu vecino? Sencillo, subirte a su gran Audi R8 de neumáticos re...