5. Pasado

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El primero en despertar fue Mew, el dolor de su herida daba punzadas por lo que soltó un quejido y abrió los ojos.

Lo primero que se encontró fue a un Gulf muy abrazado a su cuerpo, tenía su mano sobre la herida y eso era lo que le había provocado dolor, aunque le molestaba la mano de Gulf no tuvo las agallas para retirarla. El chico se veía muy lindo dormido, así que soportó por cinco minutos esa posición hasta que Gulf se despertó.

—¿Cómodo? —preguntó al ver la expresión avergonzada de Gulf.

—¡Lo siento! —Gulf se incorporó rápido evitando a toda costa la mirada de Mew.

—Qué rápido tomas confianza.

—Basta, mejor cuéntame qué demonios fue lo que sucedió anoche.

—¿Recuerdas lo que te conté sobre nuestros clientes? —alzó su ceja—. Bueno, me seguía uno de ellos, forma parte de la verdadera mafia, quieren que les venda los últimos modelos modificados. ¿Sabes? No sé ni siquiera porque le cuento esto a un desconocido.

—¿Y por eso te perseguían a muerte? —vaciló—. Déjame recordarte que tú decidiste confiar en mí.

—No planeaban matarme, solo era una amenaza —Mew se incorporó en la cama con dolor—, solo quieren que les venda por las malas. La verdad estoy acostumbrado a esto, no es la primera vez que sucede, por eso te digo que mi trabajo puede llegar a ser peligroso.

—No lo entiendo, Mew. Arriesgas todo por ese estúpido trabajo y pasatiempo.

—No necesitas entenderlo.

Gulf soltó un largo suspiro. Mew tenía razón, no necesitaba entenderlo, no había razón para hacerlo. Tan solo fueron coincidencias el encontrarse todas esas veces, aunque Gulf moría por saber más de su vecino, no podía hacerlo porque él y Mew no eran amigos.

Un silencio se hizo presente sin embargo no era incómodo, solo se escuchaba un pequeño reloj en la habitación, el tic toc hizo a Gulf estremecer, miró la hora.

8:09 a.m.

Ya iba increíblemente tarde al trabajo.

—Mierda —Gulf se levantó de golpe de la cama y pensó unos segundos en que hacer.

—¿Qué sucede?

—Voy demasiado tarde al trabajo y no sé ni quiera de en dónde estamos —Gulf estaba muy frustrado. Era una despedida segura, recién tenía un mes en el trabajo.

—¿No puedes llegar tarde?

—No, mi jefe me matará, me tengo —se corrigió—, debemos irnos ya.

—Olvídate de tu trabajo Gulf —Mew parecía disfrutar la situación. Le pareció gracioso como Gulf estiraba sus cabellos con frustración.

—¿Es una broma? Estoy aquí por tu culpa, Mew.

—¿Mi culpa? —resopló—. Yo solo te pedí tu auto, tú fuiste quien se subió de copiloto.

—¿Y qué querías que hiciera? ¿Qué te dejara ir solo?

La situación se había salido de control y la conversación tomaba otro camino.

—Ya perdí media hora más discutiendo contigo.

—Ya no tiene caso que vayas a trabajar hoy.

—¿Tú crees? —Mew se levantó de la cama con incomodidad, pero no se quejó, parecía que realmente estaba acostumbrado a las heridas—. Mira, te propongo algo, te compro algo de ropa en el camino y te dejo en tu trabajo, si te regañan, entonces yo hablaré con tu jefe para aclararle todo esto.

Knock Knock - mewgulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora