Knock Knock - mewgulf

25. Condescencia

Mew

Sujeté delicadamente sus caderas y lo pegué a mí. Gulf llevó sus manos a mi cuello y las enredo con mis cabellos. Comenzó siendo un beso lento, pero conforme movíamos nuestros labios, la temperatura subió.

Con delicadeza arrastré mis manos bajo su polera y me deleité con su suave piel. Pude sentir como se estremeció antes mi tacto. Mordí su labio en busca de más, pero él se alejó con un jadeo

—Mew —tenía la respiración agitada—. Ya no nos volvamos a ver.

Mis manos se tensaron y bufe sin entenderlo. ¿Por qué me había besado entonces?

—¿Estás jugando conmigo? ¿Es eso?

—No, Mew. Solo me estoy despidiendo.

—¿Por qué, Gulf?

—No puedes saberlo.

Lo vi alejarse y dejarme con las palabras en la boca. Era un maldito, de verdad lo era. Lo peor de todo es que ese maldito, se había convertido en mi monstruosa adicción.

—Pagaras por lo que hiciste, Gulf —hablé entre dientes.

[...]

Gulf

Sentí mi estomago volcarse y revolverse. El sabor amargo en mi garganta me mataba. Odie hacerle eso a Mew, de verdad lo odie. Pero no podía contarle la verdad, él no podía enterarse del acuerdo entre Jae y yo.

—¡Hey! ¿A dónde te llevo Mercy? —pregunto Samantha en cuanto me vio.

—¿También lo conoces?

—¿Quién no? Es el hombre más poderoso en este negocio.

—Ahora que lo pienso, ¿qué tienes que ver con K? Parecen cercanos.

Samantha soltó un pesado suspiro y se sentó arriba de capó del auto para en seguida sacar un cigarrillo y encenderlo.

—Él y yo no tenemos nada que ver —dijo con indiferencia.

Iba a preguntarle una vez más, pero no fue necesario porque ella continúo hablando. Al principio pareció tensa, pero conforme seguía hablando su palabras se quebraban.

—Todo comenzó cuando mis padres fallecieron. Mejor dicho, cuando los asesinaron —pude notar como mordía su labio al hablar. Tenía miedo—. Mi padre era corredor y debía mucho dinero de sus apuestas, al final solo murió.

Me encogí de los hombros al escuchar aquello. No debió ser algo fácil para ella.

—K es mi hermano. En aquel entonces yo tenía dieciséis y el diecisiete.

Un nudo se formó en mi garganta y mis manos sudaron frío. ¿K tenía una hermana?

—Desafortunadamente mi padre no pudo pagar la deuda ni con su vida, ni con la de mi madre. Es por ello que K y yo comenzamos a trabajar en un taller de autos. Sabíamos mucho gracias a mi padre, trabajamos ahí unos años, después comenzamos a correr. Fue cuando K conoció a Mercy.

—¿Y tú? ¿Como terminaste aquí? ¿Por qué no se llevan bien?

—Trabajé con Mercy un tiempo. Era feliz. Hasta que los asesinos de mis padres vinieron a buscarme para cobrar la deuda que aún no terminaba.

—¿Ellos eran...?

—Así es. Toska fue quien mató a mis padres.

—¿K sabe esto?

—Lo sabe. K me odió cuando me vine para acá, dice que lo traicioné y que no debía involucrarme con asesinos, pero lo que él no sabe, es que estoy aquí para terminar de pagar esa deuda. Toska me amenazó si no trabajaba para ellos.