MI IMPERFECTA VIDA AMOROSA

30

Capítulo 30

Escrito por: Alendra Mac
Wattpad: AleMacAmor

Al entrar ya se encuentra el estruendo de la música, todo aquello a media luz y el bullicio de los invitados, camino hacia la cocina es el lugar más tranquilo, me siento como un perrito sin hogar, aunque conozco a muchos de los que aquí se encuentran no me siento a gusto sin Gabriel.

—Hola, ¿tú quién eres?— una chica me cuestiona mientras yo husmeo en el refrigerador de Octavio, busco algo dulce para comer.

—Artemisa— respondo ya con un bote de helado en la mano.

—Nunca te había visto en las fiestas de los chicos— sonríe —Yo soy Yohara— extiende su mano al presentarse —Me gusta tu tatuaje, ¿puedo saber que dice?, obvio reconozco las libélulas, pero en que está escrito... arameo, ¿cierto?

Su comentario me desconcierta, se supone que Alana lo escribiría en latín, maldita cerebrito ahora resulta que también sabe arameo, sonrío.

—Se supone que es latín, no arameo. Puedes tomar una imagen, lo tendré que googlear— le doy mi celular, Yohara me lo da de vuelta y yo observo, obvio no es latín, no tengo idea de lo que tengo escrito en el costado de mis costillas y me siento furiosa, conociendo a Alana estoy segura que no es lo que he pedido.

—¿Hay algún problema?— me cuestiona con una semisonrisa —Conozco a alguien que te puede decir lo que se encuentra escrito, yo conozco la escritura pero no sé leerla— sonríe una vez más.

—¿En verdad?— me sorprendo, Yohara es una niña muy amistosa al parecer.

—Enseguida vuelvo con la ayuda— dice antes de salir de la cocina.

Me siento furiosa con Alana, solo se me ocurre que ha pedido que me tatúen una majadería, eso sería sumamente desagradable y la mataría. Yohara no tarda más que un par de minutos en volver, trae de la mano a Yam. Esta noche no es la mía sin duda alguna.

—A trabajar musculitos, sorpréndeme con tu sapiencia— habla Yohara —Este es un experto en lenguas muertas— sonríe.

—¿Qué necesitas que lea?— cuestiona a unos pasos de mí.

—Yohara, tu amiga ha llegado— dice una chica al asomarse a la cocina, lo que me faltaba quedarme a solas con el chico que no pierde la sonrisa, espero y entiendan mi sarcasmo.

—Enseguida vuelvo— Yohara sale de la cocina dejándome a solas con el mal humorado Yam.

—Ya me haré cargo mañana, ¡gracias!— tomo el bote de helado y busco una cuchara dándole la espalda. Definitivamente prefiero evitarlo.

—Es arameo medio, ¿por qué te has escrito eso?— apoya su cuerpo sobre la isla de la cocina.

—¿Arameo medio? —cuestiono intrigada— Dime, qué dice —él me ve sorprendido.

—"Cuando te encuentre no solo serás el dueño mi cuerpo, te pertenecerá mi alma y estarás en cada uno de mis pensamientos", las otras son libélulas —su voz es seca como es habitual.

—Se que son libélulas, tampoco soy retrasada— digo alterada —Pero se que soy una estúpida, te mataré Alana— susurro.

—¿Buscas las cucharas?— extiende la mano para darme una, noto su mano hinchada, se retira de mí y va hacia el grifo, se quita una playera con la que la tiene envuelta, deja caer agua sobre ella para limpiar la sangre que aún vierte de sus heridas.

—¿Puedo ayudarte con eso?— asienta con la cabeza y me acerco a él —Estás consenciente que para ello tengo que quitarte el dije y ello implica tocarlo— nuevamente hablo con sarcasmo.