Inestable

26. "La chica de mis sueños"

Jack POV

Estaba preocupado por Elsa...

Sé que lo que en realidad quería hacer cuando se quitó el collar era devolvermelo para de esa forma terminarme. No lo negaré estaba asustado por esa acción pero tampoco estaba seguro de cómo hacerla entender.

La amo pero esas inseguridades suyas y esos cambios de humor tan repentinos me tienen algo cansado. Estar con Elsa podía ser el cielo y el infierno al mismo tiempo realmente espero que ella y yo no tengamos más problemas.

Cuando me enteré de que mañana no habría clases, realmente me puse contento pero yo soy un alumno muy cumplido así que no faltaría a la única clase que habría mañana. Abrí mi whatsapp y me encontré con un estado peculiar de Elsa. Decía que “se moría”.

Quise enviarle un mensaje pero esperaría hasta que fuera más tarde porque necesito concentrarme un poco en la tarea, mis notas son excepcionales así que me gustaría mantenerlas así por eso Elsa debe esperarme solo hasta que termine.

Dicen que el tiempo hace que veas los defectos de la otra persona y otra cosa que no me gusta de Elsa es que cada que siente que yo no la quiero corra a poner estados donde dice que «podría estar con alguien mejor» indirectamente. Ella se excusa diciendo que no le haga caso a lo que pone pero en realidad todo eso me duele. Siento que a ella le dolería que yo hiciera lo mismo pero he decidido no seguir peleando por eso.

Sé que la quiero pero también sé que no toda la vida estaré detrás de ella rogándole y cuidándome de todo para no hacerla enojar. Cuando acabé mis pendientes le mandé un mensaje para preguntarle por su salud. Ella me respondió muy cortante y decidí solo mandarle un “recuperate pronto”.

Elsa no abrió el mensaje y me quedé dormido, al día siguiente me alisté para ir al instituto. Al llegar me percaté de que Mérida estaba con Jamie el chico de intercambio que iba en mi salón mientras que Rapunzel estaba apartada observándolos.

-Parece que Mérida te ha cambiado.-Comencé bromeando con Punzie.

-Ya lo creo, Jamie de verdad parece gustarle a Mérida y en el fondo eso me alegra. Mérida ha pasado por tanto que realmente merece ser feliz al igual que tú lo eres con Elsa.

-Hablando de ella, ¿sabes cómo está?

-Algo así, hablé con ella anoche y me dijo que había comido unos cuantos camarones que la intoxicaron. Amaneció con la cara y el cuerpo muy rojos de la infección, es por eso que hoy no vendrá.

Si Elsa no venía significaría que en realidad está muy grave. Quizás saliendo de aquí pueda ir a su casa para cuidarla y estar con ella, no debí haber sido tan seco, tal vez ahora piensa que no me importa y eso es lo último que necesito.

No quise seguir hablando de ella con Punzie porque eso significaría que tendría que darle explicaciones de lo que sucedió anoche. Aunque como Elsa le cuenta absolutamente todo es probable que ya lo sepa.

-Tal vez pase a su casa esta tarde en cuanto salga.-Me dijo Rapunzel.-Ella siempre ha estado para mí cuando la necesito.

-Iré contigo-Dije decidido y Rapunzel sonrió orgullosa.

-Me alegra que de verdad te preocupe, lo que necesita ahora es que las personas que la queremos estén ahí a su lado, apoyándola.

Rapunzel sonrió y fue la primera vez que compare su sonrisa con la de Elsa porque confieso que en algún punto antes de conocer a Rhonda, yo estuve enamorado de Punzie aunque ella no me correspondió supimos entablar una amistad.

Pero en momentos como este donde veía su rostro en la luz del sol, no pude evitar compararlas.

Elsa tenía una belleza despampanante, todos los que la veían pasar volteaban la cabeza para continuar apreciandola, en cambio con Rapunzel, la belleza de ella era tan tierna que precisamente era eso lo que hacía que te sintieras atraído.

Sacudí de mi mente esas ideas y me encamine al aula, todo transcurrió con normalidad obviando el hecho de que Elsa no estaba. La clase acabó un poco antes y yo me fui a esperar a Rapunzel para ir a ver a Elsa, ella no llegó pero Rhonda sí realmente no se percató de que yo estaba por eso fui a hablarle.

-Hola Rhonda.-Le dije riéndome.

-Hola Jack, puedo saber ¿a qué se debe tu risa?

-En realidad a que estoy un poco nervioso por tenerte aquí de nuevo, en el lugar donde nos conocimos.-Le dije de manera natural.

-¡Tienes razón!, exactamente en este punto nos conocimos... Realmente tu memoria es buena, yo ya casi no lo recordaba.

Me senté a su lado y comenzamos a charlar, realmente hablar con ella me hacía sentir bien. Éramos 2 amigos platicando de cosas triviales, quise ir con ella a sus clases para no dejarla sola olvidando por completo que mi novia está en su casa intoxicada.

En parte era culpa de Rapunzel por no haber llegado a la hora que correspondía, pese a que la espere un rato en lo que platicaba con Rhonda jamás apareció.

Las clases a las que Rhonda asistía realmente me entusiasmaban, era conocer facetas de ella que antes no sabía que podían existir. Reírnos un rato hacía que los demás dejaran de existir y quizás por primera vez en un tiempo me sentía en paz conmigo mismo. ¿Era malo pensar que así estoy feliz?

En la tarde ya no pude seguir con Rhonda y me encamine a mi casa pero en el camino. Me llegó un mensaje de Elsa que decía que debíamos hablar mañana en cuanto la viera, respondí de inmediato temeroso de que quisiera romper pero no dijo mucho. Me senté en una banca del parque para seguir hablando con ella.

Le dije que la quería pero ella no me respondió, quizás estaba enojada porque no había prestado demasiada atención al hecho de que esta algo delicada. Quise solucionar eso intentando hacerla reír pero no pude, Elsa tenía eso de que cuando esta enojada ignora los intentos de disculpa de la otra persona y en mi caso estoy cansado de siempre rogarle.

Me decidí a seguir caminando cuando de pronto el celular comenzó a sonar y me di cuenta de que ella me estaba llamando...

CONTINUARÁ...