Inestable

38. "Dolor intoxicante"

Narrador POV

Elsa estaba en su gran recámara completamente sola...

El latido de su corazón le recordaba que estaba viva pero ella ya no se sentía parte de este mundo. Habían pasado unas cuantas horas desde que Jack la había cortado pero Elsa sentía que habían sido años.

Miraba a la pared con una atención espantosa, no se había movido de ahí desde que regresó de aquella fiesta y eso a la señora Arendelle le inquietaba. Había intentado hablar con su hija pero está se rehusaba a abrir la puerta, no quería ver a nadie. Aunque en el fondo esperaba que Jack apareciera para terminar con su creciente agonía. Lo amaba.

Pero él no apareció...

Y a Elsa no le quedó más remedio que llorar y gritar a todo pulmón que era su culpa que el único chico al que ella había amado con todo su corazón ya no quisiera verla nunca más.

«Si tan solo su orgullo no hubiera sido tan enorme» «Si solo hubiera dejado pasar ese incidente» «Tal vez él seguiría con ella si se hubiera mantenido al margen de la situación»

Elsa abrazaba fuertemente contra su pecho su almohada y se hacía cada vez más daño con los pensamientos que emanaban de su mente. Los señores Arendelle sospechaban de que se trataba todo el show de su hija mayor pero preferían mantenerse al margen por lo menos hasta que logrará calmarse.

Finalmente después de gritar y llorar la mayor parte de la noche, Elsa se quedó dormida y deseo quedarse así para siempre. Dicho deseo se vio interrumpido por la salida del sol al día siguiente, revisó rápidamente su celular para comprobar si Jack la había buscado pero lo arrojó contra la pared al darse cuenta de que no había ni un solo mensaje de su ahora ex novio.

Ante el sonido del celular rompiéndose, el señor Arendelle decidió irrumpir en la habitación de su hija y finalmente averiguar lo que estaba pasando.

-Elsa... ¿Podrías explicarme que esta pasando?-Dijo el padre de la joven mientras se acercaba a darle un abrazo.

-Jack... Jack me... Me... Termino.

El señor Arendelle realmente se enfureció en ese momento puesto que ese muchacho le había prometido a su mujer que jamás dañaría a Elsa, se lo prometió a ella porque nunca se presentó a verlo a él.

-Hija... ¿ese idiota no tuvola mayor consideración por el día que fue ayer?

-Papá... Fue mi culpa yo hice que el me dejara, la culpa es mía. Yo lo cansé, él solo reaccionó como cualquiera lo hubiera hecho, me dijo que no quiere volver a verme.

-Elsa, linda ¿por qué no me cuentas todo desde el principio para que yo pueda ayudarte? Te prometo que encontraremos una solución.

Fue así que la joven intentó calmarse y enjuagarse las lágrimas para relatarle a su padre el desastroso 14 de febrero que había pasado. Cuando ella terminó de relatar su historia, su padre sólo la miraba inspeccionando su rostro.

-¿Ves ahora por qué soy la culpable de todo?

-Hija en primer lugar: un hombre jamás va a usar sus problemas para safarse de algo por mucho que se esté muriendo jamás los usará como justificación y en segundo lo que sucedió fue porque creíste que tu acción sería la correcta.

-¡Papá! Lo eche todo a perder.-Dijo la joven perdiendo el poco autocontrol que tenía-Jack me dejó porque yo no supe ver a la increíble persona que tenía.

-O quizás fue él, el que no supo ver a la clase de mujer hermosa, inteligente y bien culta que eres. Mírate mi amor, eres una joven preciosa y cualquier chico se cortaría la garganta por estar con una chica como tú.

-Pero no el chico que yo amo papá. Jack no va a volver conmigo jamás, yo lo ví a los ojos y supe que no mentía cuando dijo que yo había muerto para él.

El señor Arendelle no quiso discutir con su hija y prefirió tenerla entre sus brazos un poco más mientras ella seguía derramando sus lágrimas. Odiaba a Jack Frost pero aún odiaba más escuchar a su hija culparse de algo que estuvo fuera de su alcance evitar. Adgar conocía el amor y sabía que lo que Elsa sentía no lo era.

Porque él jamás la vio flotando mientras hablaba de Jack y sus ojos tampoco mostraban el típico brillo de una chica profundamente enamorada. ¿Cómo convencía a su hija de que esa ruptura era lo que necesitaba para hayar al verdadero chico de sus sueños?

Tardaron una hora charlando y al final Elsa se quedó profundamente dormida, Adgar se maldecía internamente por no haber estado ahí para su hija desde antes, había crecido tan rápido que casi no lo había notado.

Salió de la habitación de Elsa con sumo cuidado para no despertarla y al salir rápidamente buscó a su esposa para hablar de la situación de su pequeñita que ya no era tan pequeña.

Elsa por su parte soñaba que estaba en una especie de prisión y que no lograba salir, solamente se amarraba cada vez más con cadenas de metal y hierro. Cuando volvió a abrir los ojos, sintió un vacío profundo en el pecho.

Ese agujero no sería llenado ni con los zapatos más bonitos, ni con los vestidos más caros. Esta vez su dolor no eran unas botas Dolce&Gabbana o un labial de Kylie Jenner, era la primera vez que se sentía así de vacía... Así de rota.

Levantó su celular que para su suerte no había sufrido daño alguno debido a la funda y revisó la hora: Eran las 4 de la tarde y ella seguía con los ojos hinchados y la pijama de la noche anterior. Abrió whatsapp y vio los estados de sus contactos pero sólo bastó uno para que ella perdiera el conocimiento nuevamente.

Jack estaba en la casa de Marinette y ambos estaban posando para la foto abrazados y con una gran sonrisa, ¿qué significaba eso? Ellos habían terminado apenas hace unas horas.

¿Qué estaba sucediendo? ¿Ella era el verdadero motivo de su ruptura?

Solo alcanzó escuchar ese último pensamiento antes de que todo se volviera negro.

CONTINUARÁ...