(hora de aventuras) Fiolee [CANCELADA momentaneamente]

81a parte

[Narra Fionna]

Cuando el soldado que anteriormente me dio un puñetazo estaba preparándose para darme el siguiente, hice un movimiento brusco haciendo que el que me sujetaba soltara un poco el agarre y aproveché para darle con el codo hacia atrás, justo en las costillas. Acto seguido este cayó al suelo sosteniéndose la zona afectada.

Centré mi mirada en el que tenía en frente y le agarré su puño con una mano y con la otra le hice una llave en el cuello, haciendo que caiga desplomado junto con su compañero.

El soldado que hace unos instantes me estaba sujetando estaba intentando ponerse en pie y antes de que pudiera reaccionar, alce mi pierna y la bajé con fuerza dejándolo inconsciente.

-Nadie se atreve a golpearme sin tener que asumir consecuencias...-Dije en un tono frío.

[Narra Marshall]

Fi se ha podido ocupar de ellos... Por eso me encanta.

Sentí que una cosa se me enreda en el pie y me hizo caer al suelo.

-¿¡Pero qué!?-Exclamé con las pupilas de un tamaño microscópico.

Diez soldados se abalanzaron sobre mi y me sujetaron con fuerza hacia el suelo.

Ví como uno de ellos se alejaba un momento y aproveché para forcejear con todas mis fuerzas, pero fue en vano. Cuando el soldado regresa puedo ver que entre sus manos hay una roca de gran tamaño.

-Nos veremos en el otro lado...-Dijo ese soldado con una sonrisa malévola en la cara.

Acto seguido él dejó caer la piedra sobre mi cabeza.

Ví mi vida pasar mientras la realidad pasaba a cámara lenta ante mi.

Podía ver como esa roca se iba acercando lentamente a mi, como si esa fuera la tortura a la que me estaban condenando.

[Narra Antonietta]

-¡P-Puedo hacer que entres al castillo!-Dijo exaltado el soldado, temblando.

-¿Cómo?-Dije yo aun dudosa.

-Te llevaré por un pasadizo secreto del cual solo saben la existencia los integrantes del castillo.

-Bien, andando. Pero...-lo agarré por el cuello- como se te ocurra traicionarme te mataré, ¿entendido?-Dije con una voz fría.

-¡E-Entendido!

Lo solté y comenzamos a correr hacia una muralla del castillo haciendo ver que estábamos batallando, para que nadie más se entrometiera.

-Por aquí señorita...-Dijo él abriendo una puerta secreta que se encontraba camuflada entre la maleza.

Entré con la espada en la mano y con la otra hice aparecer una llama de color azul eléctrico.

-Esto está muy oscuro... Guíame.-Dije seca.

-¡S-Sí!

El soldado se acerco a una de las paredes de ese pasadizo y fue palpando la pared a cada paso que daba.

-Me estas cansando...-Dije en un tono medio enfadado.-Vas demasiado lento.

Lancé la llama para alumbrar el camino hacia él y la llama lo siguió.

-Gracias ,señorita...-Dijo agachando la cabeza y continuó caminando.

[Narra Midna]

Los soldados dieron un paso atrás, pero no dejaron de amenazarme con las lanzas.

Solté una gran carcajada que resonó por todo el lugar.

-¿Quien quiere burlarse de mi ahora? ¿Alguien? ¿Nadie?-Dije mientras me hacia crecer mi masa muscular y así hacerme más grande.