✪Sᴏɴʀɪsᴀ Fɪɴɢɪᴅᴀ✪ [CountryHumans] ||Watty2020|| ||Mᥱxᥲrg ყ Chιᥲrg||

🇦🇷Capítulo 31🇦🇷

Narrador omnisciente

El argentino no sabía que rayos estaba pasando, pero su cabeza estaba dando demasiadas vueltas, el mexicano y el brasilero se alejaron para mirarlo detenidamente.
La ONU volvió a mirar al portador del sol y este solo agachó la cabeza mientras negaba una y otra vez con la cabeza.
No permitiría que vieran lo que escondían sus mangas, pero lo más importante en ese momento, ¿Quien le había dicho?.
Las naciones unidas había ido a allí con el único propósito de contarles a todos la verdad sobre el Argentino y su pequeño problema con cortarse.

- ¿Quién te dijo...?- Las naciones unidas solo cerró los ojos mientras seguía manteniendo el ceño fruncido, solo bastó que el mayor hiciera ese gesto para saber perfectamente quien le había dicho su pequeño secreto.- Me prometiste que lo ibas a guardar- Miró con asco al británico, le había confiado su secreto más profundo y él como si nada se lo contó a su padre y la ONU, el inglés solo miró el suelo arrepentido, pero aún sabiendo que lo que había hecho era por el bien del argentino, nunca se atrevería a lastimarlo, solo quería que se dejara de hacer daño.

- Honey, it's for your own good and everyone's (Cariño, es por tu propio bien y el de todos)- El país con sombrero de copa aún seguía mirando con arrepentimiento el piso, era sabido que de ahora en más el menor no  volvería a confiar en él por mucho tiempo.
Un chasquido de lengua se escuchó por toda la habitación, al parecer, el mayor ya se estaba cansado de esperar y no tuvo otra opción más que agarrar con fuerza el brazo del argentino, logrando que un quejido saliera de sus labios, ya que le había tocado una zona bastante sensible.
Subió la manga de su buzo del brazo derecho, el lugar en donde anteriormente le había empezado a salir aquel líquido negro, una vez que su brazo derecho fue descubierto, se pudieron apreciar, a los ojos de todos los presentes, unas profundas marcas sobre la piel del albiceleste.

- Pero qué...- El tricolor de verde, blanco y rojo no podía creer lo que sus ojos estaban presenciando, su querido Arg, con esas horribles marcas.

- Fuck... (Mierda...)- El de cincuenta estrellas no quería recordar las marcas que el argentino tenía plantadas en los brazos y piernas, pero una duda pasó inconscientemente por su cabeza- ¡¿Dad, did you know this?! (¡¿Papá, sabías ésto?!)- Se aproximó hacia donde se encontraba su padre y lo miró por encima de las gafas de sol, estaba realmente indignado, su padre sabía el pequeño "secreto" del argentino y no le había comentado nada. Totalmente inaceptable.

- Wait a minute, ¿Did you know that? (Espera un minuto, ¿Lo sabías?)- Ambos miraron de manera algo confundida al argentino, mientras el menor solo trataba de evitaba tener cualquier contacto visual con alguno de los dos.
Los más afectados en ese momento eran sus dos hermanos, miraban de manera horrorizaba aquella escena. No podían creer lo que su hermano estaba haciendo a sus espaldas.

- Chicos, lo puedo explicar- El argentino quería decirle todo lo que pasaba en su cabeza en ese momento, aquel sueño tan extraño, su pensamiento acerca de sus presidentes, y además, quería disculparse por tener este estado tan deplorable, pero al tener tantas cosas en la cabeza, su boca comenzó a balbucear y decir cosas sin sentido.

- Santo Deus... (Santo Dios ...)-El brasilero fue donde estaban los dos hermanos menores del albiceleste y los abrazo a ambos de manera sobreprotectora, mientras estos escondían su cabeza en el pecho del verdoso.
Digamos que Brasil, otro país sudamericano, estaba empezando a sentir unos sentimientos bastantes raros hacía los hermanos del argentino.
Y no era de esperarse, desde hace algún tiempo atrás, el uruguayo y él eran pareja, pero por distintos motivos tuvieron que separarse, el mayor quedó devastado mientras que el uruguayo estaba empezando a salir con el paraguayo, el de idioma portugués estaba tratando de olvidar todo lo vivido con el uruguayo, intentó buscar una salida en los ojos y cuerpo del Argentino, siempre creyó que al fin de cuentas iba a terminar enamorándose de Argentina, por su linda figura tierna, por su carácter y por su manera de expresar las cosas, simplemente era perfecto, pero las cosas no se dieron de ese modo.

El brasilero le coqueteaba todos los días, pero en el fondo solamente estaba intentando buscar una salida, una salida para olvidar su antiguo amor con su hermano, en el fondo sabía que eso estaba mal, pero lo siguió haciendo hasta este punto.

Pero obviamente no pudo seguir más, desde que sus ojos vieron las marcas en los brazos del albiceleste, un gran nudo apareció en su garganta y su respiración era cada vez más agitada, tal vez, sólo tal vez, el argentino se dió cuenta que sólo lo estaba utilizando y eso provocó que se empezara a hacer daño, ese pensamiento solamente hizo sentir culpable al brasilero, nunca quiso llegar a esto, sólo quería olvidar... Pero en vez de eso, terminó lastimando a su mejor amigo.

- Explicación, ahora.- La organización de las naciones Unidas se sentó en la cama de hospital mientras soltaba lentamente el brazo del albiceleste.
El portador del sol, por instinto, se bajó nuevamente la manga de su buzo para ocultar aquellas marcas que ya todos habían visto.
España e Italia estaban destrozados, ya sabían lo que su hijo hacía gracias a el británico y a la francesa, pero igualmente no querían creerlo, no querían creer lo que su hijo estaba haciendo, les costaba asumir que lo que dijo el inglés, al fin y al cabo, era verdad.

- P-pero...

- ¡Nada de peros!- ONU interrumpió de manera enojada al menor, provocando que se sobresalte, los dientes del mayor se hicieron presente en ese momento, estaba crujiendo los dientes mientras sus ojos penetraban el alma del contrario, algo que realmente asustó y le puso la piel de gallina al sudamericano.- Quiero que nos expliques a todos los que estamos aquí presentes, ¿Por qué haces esto?

El argentino dió un largo y profundo suspiro, llegó el momento de contarles, llegó el momento de que todos sepan la verdad...

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