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Una sultana fue capturada en los pasillos del palacio. Buscaba un pasadizo confiable que le llevara a la salida, lamentablemente los aghas la atraparon antes de huir. La llevaron en presencia de Raziye.

"Mira como has terminado, Sultana" sonrió, "Como puedes ver, gané" chillos con alegría, "Este día será recordado para la eternidad"

"No estés tan segura de eso" Alev la miró, "Me atraparon es verdad, pero su majestad cometió un error muy grande que lo llevara a su tumba"

"¿A que te refieres?" quito su sonrisa.

"Mis hijos están vivos, por lo que el trono de tu hermano aun corre peligro. Ejecutar a su santidad no quedará impune, por mucho que Mustafa sea el sultán, tarde o temprano será destronado y asesinado" terminó.

"¿No te dijeron? Sabemos donde se encuentran tus hijos" se acercó al rostro de la azabache, "Para el amanecer estarán muertos, llevenla al caballozo. Que disfrute sus últimas horas de vida"

"Aunque el día de mañana muera, mi muerte les traerá maldición a ti, a Mustafa y el imperio" gritó mientras era jalada.

Agradecía haber sacado a Bülbül del palacio, no sabía como estaría su pequeño Murad. Su pequeño hijo aunque no pertenecía a la dinastía, tenía que sufrir por esta misma, estar alejada de sus hijos le dolía. Llegaron al calabozo donde el agha le pidió sus joyas. Lo miró muy fríamente que el hombre sintió sus piernas temblar pero al final le entregó la única cosa que llevaba y esa era su corona. Entró al calabozo, lo miró. Era frío, estaba oscuro y olía a mierda. Oyó la puerta cerrarse, se deslizó en unos de los muros y suspiró.

"Todo lo que logre se fue a la mierda" se dijo a sí misma.

Unas horas más tarde escucho la puerta abrirse, se levantó rápidamente y observó como Mihrimah era arrojada a ese mismo lugar. La Sultana abrazo con fuerza a su hija.

"¿Que haces aquí? Te dije que cuidaras de mis hijos" le habló.

"Eso hacía madre" apenas la miró, sentía una vergüenza enorme contarle lo que sucedió, "Pero...

" ¿Pero? "la Sultana abrió los ojos, tomó a su hija de los hombros y la agitó, "¿Los atraparon mientras huían? "

"Fuimos traicionados" se sentó en el piso, "Estaba en el monasterio con mis hermanos cuando Dilruba entró asustada, Ahmed había decidido luchar para obtener el trono por su propia mano" hizo una pausa mirando a su querida madre, "Te juro que fuimos a detenerlo pero cuando llegamos, el patio principal era un mar de cuerpos y sangre, buscamos entre todos los muertos hasta que Dilruba halló el cuerpo de Ahmed, estaba completamente mutilado" escucho un quejido pero prosiguió hablando mientras cerraba sus ojos, "Dilruba había hecho un trato con Mustafa, ella estrego la ubicación de mis hermanos para salvar su vida y la de Ahmed, influyo tanto la vida de mi hermano que lucho por el trono que lo llevó a la muerte"

"¿Dilruba? ¿Mi Dilruba?" su corazón estaba rompiéndose por partes.

"Dilruba nos traicionó, es por culpa de ella que yo estoy aquí" por fin abrió sus ojos pero su madre parecía ida.

La muerte del príncipe Mehmed llegó a su mente cuando escucho que su otro primogénito había muerto. Dolió. Pero lo que realmente le dolió y la hizo llorar fue la traición de su hija. Dilruba era el orgullo de la Sultana, su favorita, su amada. Esa niña era la luz de Alev y esa misma luz se apagó en el momento que supo de su traición. Mihrimah observó que esos ojos llenos de amor ahora estaban vacíos y fríos. El hermoso brillo había desaparecido de repente, se cuestionó si fue lo correcto comentarle todo.

"Dilruba ejecutó a todos los príncipes" escucho el susurro de su madre, "Le prometí a Alláh que cuidaría de la sagrada dinastía otomana. No cumplí su deseo" un suspiro heló el corazón de Mihrimah. "Ya no hay nada por lo cual luchar"

"¿Qué?" su hija la miró sorprendida.

"Mañana enfrentare mi muerte con dignidad" miró a la preciosa joven frente a ella, "Antes de morir, haré que te liberen de este encierro y quiero que vivas una gran vida, sin tener nada que ver en este palacio" acarició el bonito rostro de su hija.

"Madre" una lagrima bajo de sus mejillas, "No te rindas, mis hermanos estarán bien, Shirly no permitirá que nada les suceda"

"No voy a tener esperanzas ahora" susurro.

...
Por la mañana Sumbül fue a verlas, el quiso llevar la comida a las sultanas. Entró a ese horrible lugar y miró a las mujeres dormir abrazadas.

"Sultana" habló Sumbül, Alev abrió sus ojos. Acomodo a Mihrimah.

"¿Sumbül? ¿Qué haces aquí?"

"La Sultana Hürrem me dijo que la cuidase en su ausencia" les entregaba la comida, "Dijo que sus príncipes están a salvo con ella, sus hijas también están bien"

"Ellos murieron"

"No mi sultana, escuche a Meryem hatun decir que no encontraron a los príncipes en el santuario y que serían buscados en toda la ciudad. Nadie sabe donde están"

"¿Hürrem escapó del palacio?"

"Mi sultana se vio en la necesidad de huir, no podía permitir que los príncipes murieran."

"¿Alaadin y Ayhan?"

"Lamentablemente no logramos sacarlos, su madre la Sultana Bahar estaba con ellos y ella se negó a salir de ahí" susurro, "Dicen que fueron asesinados"

"Por Alláh" exclamó, escucharon pasos acercase.

La Sultana Raziye se encontraba ahí con su fiel criada, Guhlşah quien había traicionado a Hürrem tras el ataque al palacio. Ella envió a Sumbül a realizar sus deberés. Ambas las miraron desde la puerta.

"Tu fin se acerca cada vez más" dijo mirando a Mihrimah quién ya se hallaba despierta, "No sabes cuántas ganas tengo de matarte Mihrimah"

"Pues te quedaras con las ganas" le sonrió, "Porque mi madre y yo terminaremos saliendo de este calabozo y tu estarás muerta"

"Ya no tienen ningún príncipe a quien poner en el trono, no les queda nada" sonrió forzada.

"Sabes perfectamente que mis hermanos están vivos y que ellos no dejaran morir a mi madre"

"Una lastima que su ejecución sea hoy" fue interrumpida.

"Nadie morirá hoy" Mustafa había entrado ahí, "Se que en algún punto tus hijos van a enviarte a alguien" miró específicamente a su madre, "Estaré preparado para asesinar a mis hermanos cuando eso suceda" y se fue.

"Tienen suerte"

"No es suerte Raziye, como vez. Mi hijo no decidió matarme como tu lo esperabas" se acercó a la puerta, "Disfruta tu reinado por ahora Raziye, disfruta la victoria porque tu estarás muerta en cuanto yo ponga un pie fuera de este calabozo" sonrió como una psicópata, logrando infundir el miedo en el corazón de ambas mujeres.

 Ottoman EmpireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora