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¡La gran boda del poderoso Sultán Murad y la sultana Neylan!

A pesar de que el sultán amaba con todo su ser, corazón y fuerzas a Ayşe. Acordó que no podrían estar juntos, que su madre jamás lo permitiría y que por más que lo intentarán nunca sería. Alev le amenazó con la vida de sus dos hijos nacidos.

"Si no te casas con Neylan, la muerte de tus hijos serán prontas e igual para Ayşe y sus dos hijas. No tendré piedad de ningún niño ni de Ayşe"

"¿No te daría remordimiento asesinar a tus propios nietos?"

"No, si no lo hago con los hijos de Mustafa menos con los tuyos. No olvides que yo ejecute a un sultán por el bien del imperio, que tu estés con la mujer del antiguo sultán no hará más fuerte al imperio, solo nos hará debiles ante los ojos del pueblo"

"¿Cuando te volviste tan cruel madre?"

"Yo siempre he sido así, que tu amor por mi te cegará y no te dejará ver como soy realmente no es mi jodido problema. Estas advertido Murad, te casarás pronto y será un hecho" 

Murad no sabía cómo sentirse con todo lo que su madre habia dicho, pero tampoco salían de su cabeza las palabras de Ayşe cuando le informó sobre la boda con Neylan.

"No puedo vivir sin ti Murad. Si no es contigo no será nadie, lo juro" saco un frasco y se lo entrego a Murad. "Si de verdad me amas, beberas esto el día de la boda"

"No puedo hacerlo Ayşe, tengo dos hijos que necesitan de mi"

"¡YO TE NECESITO!" gritó, "Estaremos juntos en nuestra próxima vida Murad"

El gran día de Neylan llegó. El vestido blanco que la poderosa Madre Sultana mandó hacer especialmente para ella, la hacía ver muy hermosa, las joyas que ella escogió realzaban su brillo. Mihrimah entró con una corona y el velo, siempre admiró a la sultana Mihrimah, tenía mucho parecido con la sultana Alev pero bien podría decir que era igual a Hürrem. Dudaba si realmente Alev fuera su madre pues tenía más actitudes de la sultana Hürrem, su habla y comportamiento eran idénticos.

"Te ves hermosa Neylan" coloco la corona, "Alláh te llene de felicidad a ti y a mi hermano" sonrió.

"Amén sultana, amén" la miró, "Pero dudo que él sultán sea feliz, mientras Ayşe este viviendo en nuestro palacio el jamás podrá dejar de sentir por ella"

"Mi madre ya se ha encargado de eso, Ayşe abandonará hoy el palacio durante la ceremonia que precensiaras junto a Murad" dijo sin mirarla. "Apresurate, la ceremonia comenzará pronto"

Cuando Mihrimah abandonó los aposentos, otra mujer entró. También usaba un vestido blanco con preciosos detalles y la gran corona en su cabeza la hacían ver gloriosa. Ambas se miraron con fuerza.

"Felicidades Neylan, conseguiste lo que querías" sonrió, "Solo que tu matrimonio es por  política y no por amor"

"Quisiera decirte que tiene razón pero no es así" suspiro, "El sultán se casará conmigo, no tendrás lugar en su corazón ni en su palacio, eso dijiste, sin embargo ¿con quién se está casando hoy el sultán?" le sonrió, "Conmigo"

"Tu felicidad no durará como en los cuentos, no pienses siquiera que una vez juntos legalmente podrás hacer que su corazón te mire a ti y solo a ti" acarició su rostro, "Cuando te tome por la noche para consumar su matrimonio, si es que lo hace claro, a quien verá será a mi, la Sultana Ayşe. ¿Sabes por qué?"

"Digas lo que digas, nada cambiará ahora" se alejó, "Ayşe, perdiste y no solo eso, abandonará el palacio y la vida del sultán Murad para siempre"

La madre sultana entró, se detuvo al ver a Ayşe. Con molestia le habló.

"¿Que haces aquí, Ayşe? ¿No te ordene no salir de tus aposentos el día de hoy?"

"No se preocupe, solo vine a felicitar a la novia" salió de los aposentos.

"¿Te dijo algo?"  miró a Neylan.

"No, Sultana" sonrió.

"La ceremonia está por comenzar, Murad te espera" le sonrió, "Ha llegado el momento"

Neylan salió de los aposentos con una gran sonrisa, todas la reverenciaron. Ahora ella sería la nueva Haseki del imperio Otomano, merecía respeto por donde se le viera. Llegó a la sala del consejo, divisó a Murad a lo lejos. Su hermoso traje de boda lo hacía ver muy apuesto, llegó a su lado con su bonita sonrisa. Murad se mantenía serio y trató de sonreír al ver llegar a Neylan.

"Alláh me bendice con una esposa hermosa" le dijo. Neylan sonrió aún más.

"Estamos hoy aquí reunidos para unir al sultán Murad y la sultana Neylan en sagrado matrimonio por la Sunah de Alláh y su mensaje en presencia de estos testigos"

Neylan miró con amor a Murad, el sultán sentía que era una tortura oír esas palabras. El nombre que quería oír no era pronunciado, estaba atando su vida a alguien a quien no amaba.

"¿Acepta al sultán Murad, hijo del Sultán Süleyman para ser el esposo de la novia que usted representa por la Sunah de Alláh y su mensaje?"

"Si acepto"
"Levante la voz"
"Si acepto"
"Que afuera lo Escuchen"
"Si acepto"

"Como criado del sultán Murad ¿acepta a Neylan para ser la esposa del novio por la Sunah de Alláh y su mensajero?"

"Si acepto"
"Levante la voz"
"Si acepto"
"Que afuera lo escuchen"
"Si acepto"

"Testigos, ¿dan testimonio de este matrimonio?"

"Si lo hacemos"
"Levanten la voz"
"Si lo hacemos"
"Que afuera lo escuchen"
"Si lo hacemos"

"Lo uno en sagrado matrimonio, basándome en su testimonio"

Neylan se abrazó a Murad. Fue correspondida pero no porque quisiera, ahora era su deber. Beso la frente de quien ahora era su esposa.

"Mi sultana" puso un collar en su cuello. "Adelantate, quiero darles una sorpresa a todos ustedes" camino a sus aposentos.

La mujer camino de regreso al harem, ahora oficialmente era la esposa legítima del sultán Murad. Entró al harem siendo vista por todas, la madre le sonrió.

"¿Y Murad?"

"Su majestad dijo que tenía una sorpresa para todos" informó.

La celebración dio inicio.

 Ottoman EmpireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora