Ottoman Empire

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¡El fin!

La estancia del palacio sin Hürrem era un desastre, el harem prácticamente era controlado por una criada, la favorita de Alev. Firuze.

Ninguna concubina se metía con ella pues era severamente castigadas, ella era muy cruel, no perosnaba ningún error.

"Melek comienza a preparar los aposentos de la Valide, ocuparé esa habitación pronto" ordenó.

Todas las mujeres del harem decían que se comportaba como una sultana cuando no lo era, su actitud la denomino como perra.

"Señorita Firuze, nadie puede ocupar los aposentos de la sultana Hürrem" contó.

"La sultana Hürrem no volverá más y yo seré nombrada como nueva directora del harem" le dijo, "Así que obedece a la nueva sultana"

"Tu no eres sultana ni lo serás nunca, grabate eso en la cabeza" dijo Mihrimah desde la puerta.

"Sultana" ambas hicieron reverencia.

"Sabes bien que ninguna mujer se convierte en sultana solo por el título" se acercó, "Algunas son sultana por tener príncipes, otras por ganarse el respeto y el amor del pueblo, algunas por ser hijas del sultán"

"Yo... Sabe bien que soy una princesa Persa, me convierte en sultana en tierras otomanas"

"Solo eres una princesa más Firuze" miro a la otra mujer, "Pero no vine aqui a discutir, quiero que vayas conmigo a la mezquita de mi padre"

"¿Porque iría con usted?"

"Eres como la sombra de mi madre y ella ahora está ocupada con la provincia de los príncipes" dijo.

"De acuerdo, me vestirse para salir" la castaña asintió.

Ninguna de las dos pensó en algún ataque, la sultana Hürrem aprovecharía esa oportunidad y deshacerse de Firuze de una vez por todas.

...

"Muy bien, es la oportunidad que estábamos esperando" miró a Fahriye.

"¿La matará hoy?" Hürrem asintió.

"Dejarla vivir significaria perder por completo a Alev, si queremos volver debemos deshacernos de esa niña persa"

"Llevaría al imperio a una guerra" advirtió Sümbul.

"Han pasado seis meses, el imperio ya es capaz de ir a la guerra y volver victoriosos" dijo con una sonrisa.

"Entonces que se haga su voluntad sultana" dijo los dos criados.

...

Un carruaje cruzaba el bosque lentamente para llegar a la mezquita de forma segura nadie se imagino el inminente ataque que las sorprendería.

Mihrimah leía un libro cuando el carruaje se detuvo, rápidamente levantó la cabeza y observó por la venta del mismo.

"Agha, ¿porque nos detuvimos?" preguntó sin querer bajar del transporte.