¡La separación más dolorosa!
Por la noche la sultana Alev estaba más tranquila, recién había recibido una carta que aún que no quería leerla tenía la curiosidad de saber que había escrito Hürrem.
"Bülbül quiero que leas la carta" dijo mientras le hacían masajes en sus manos.
"Claro que sí" tomó la carta.
Sultana de mi corazón y mi alma.
Se que cometí errores pero por favor te ruego que no me ignores, no permitas que tu corazón me odie.Sin tu amor y atención no podré seguir siendo la rosa sonriente, ¿quién podría vivir sin el amor de su vida?
Ni la mujer más poderosa podría seguir sin su amor.
-Hürrem"Majestad, la sultana Hürrem está esperando en la puerta" anunció el guardia.
"Déjala pasar" respondió, sus criadas pusieron los anillos y la corona.
Hürrem entró con su brillante sonrisa, creyó que la había perdonado.
"Majestad" hizo reverencia.
"Déjenme a sola con la sultana" sus criadas salieron junto a Bülbül.
Hürrem quiso acercarse pero se lo prohibieron.
"De todas las personas que confío eras a la que más confianza la tenía" la mujer bajo la cabeza avergonzada.
"Sabes bien que jamás hago nada sin buenas razones" dijo.
"¿Razones?" la miró con dureza, "¿Estas diciendo que no dirijo bien el imperio? Si no es así entonces gobierna tú, quiero ver que haces cuando estés sentada en este maldito trono" gritó, "Pensé que tus ambiciones por el trono y poder habían pasado que eras diferente pero me doy cuenta que en realidad sólo me utilizas, jamás te ha importado tanto nuestro amor"
"Me importas más de lo que me importan mis propios hijos" respondió en el mismo tono.
"No Hürrem, nadie te importa cuando tu soberbia y tu arrogancia te ciegan" le dijo, "Confíe en ti mucho más que en mis propios hijos y al menos esperaba que también confiaras con la misma intensidad en mi" dijo.
"Pero confío en ti"
"Tu solo confías en que por amor haría todo lo que tu deseas" le rebatio, "Dime Hürrem, ¿me amarías si yo no fuera sultana?" la pelirroja quedó en silencio. "Cómo lo pensé"
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Ottoman Empire
Hayran KurguContinuación de Viaje en el tiempo. "Me convertí en la sultana más poderosa que haya existido jamás. " Yo fui, soy y siempre seré Alev Aasiyah Sultan, la única mujer que gobernó el imperio otomano como el sultán del mundo.