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Los días habian pasado, Bahar había sido confinada a sus aposentos sin la posibilidad de ver a sus hijos. Cihan había sido ejecutado, toda evidencia sobre mi relación con el fue eliminada con ayuda de Hürrem. Mi embarazo seguía su curso, los preparativos para mi estancia en Edirne ya estaban listos y hoy me retiraba para ese palacio. Visite en el jardín a mi hija Shirly, tenía tanta inocencia en su pequeño ser. Es la hija que amaba con todo mi corazón, ella me demostraba que siempre existirá bondad, amor y respeto por otra persona.

"Madre, por favor quiero ir contigo a Edirne" sus pequeños orbes oscuros me miraban con añoranza.

"Lo siento querida, me encantaría llevarte pero eres muy traviesas y yo necesito paz, no a quien regañar" ambas reimos, con ella es con quien podía reír genuinamente.

"Bueno, también tendrías momentos divertidos" me abrazo, "Simplemente me niego a la idea de estar separada de ti, nunca nos hemos separado, no como con Mihrimah y Dilruba"

"Mi niña hermosa, brilla tanto como ahora, hoy y siempre" bese su frente, "No le causes problemas al sultán ni a tus demás hermanos, protege a los príncipes como lo hiciste anteriormente" asintió.

"Claro que si mami, te amo" al igual que ella, yo no quería dejarla. Nunca nos hemos separado.

"Te prometo que cuando regrese, tu y yo iremos a montar a caballo" sonreí.

"Ya lo prometiste" grito, en ese momento entró Dilruba.

"Deja de gritar Shir" ella siempre tan seria, "Todo el palacio pensara que estas discutiendo con nuestra Madre"

"¡Ja! Estas celosa porque yo si tengo una buena relación con mamá que tu"

"No es mamá, ten más respeto niña mal educada" la regaño, "De hecho, ¿Que haces aquí? Deberías....¿ Te volviste a escapar de tu maestro?" vi a mi pequeña hija salir corriendo.

"Nunca cambia" mire con la misma seriedad a mi hija.

"Madre yo... Espero que te recuperes pronto" no me miro.

"¿Es tu forma de decirme que vas a extrañarme?" le sonreí, "Puede expresarte conmigo como quieras, se que te puse con uno de los maestros estrictos del harem pero no estas con ese maestro, estas con tu madre"

"Quiero tener la misma relación que tiene Shirly contigo, pero ambas tenemos objetivos diferentes" Borre mi sonrisa y la mire.

"¿Objetivos diferentes?" ella asintió, "¿A qué te refieres?"

"Se que pondrás en el trono a Murad después de Mustafa"

"Ahmed no está bien psicológicamente" me acerque a ella, "Bahar o Hürrem podrían destronar a tu hermano con ello. Murad es el indicado porque tiene la fuerza y estabilidad mental que se requiere"

"No es una cuestión, pones a Ahmed en el trono o...

" Nada de amenazas Dilruba, sabes que no vas a poder contra tu madre" la mire con furia, "Ahora ve a tu ha itacion y no salgas de ahí" toque mi vientre al sentir un dolor.

"Como quieras, pero al final Ahmed tomará el trono" y se fue.

Me recupere tras su salida, respire y camine hacia el harem. Mihrimah estaba esperándome, todas mis cosas ya estaban listas. Abrace a mi hija.

"Vamos a extrañarte" me sonrió, "Prometo que en cuanto pueda te iremos a visitar"

"Espero no quedarme en Edirne toda mi vida" la mire, quería reír pero no podía perder mi facha de persona fría.

Me despedí de todos y partí al palacio de Edirne.
Edirne, 1540

"Aaaaah" respiraba con dificultad, "Olvide el dolor de un parto" grite.

Los médicos habían hecho de todo por mantener mi dolor bajo. De nuevo, sentir como mi abertura se hacía cada vez más grande con la cabeza de mi hijo impulsando por salir de mi cuerpo. El sudor bajaba de mi frente, el palacio y todos aquí eran testigos de mi alumbramiento.

"Solo un poco más mi sultana" oí a la médica.

"Aaaaaah" grite con más fuerte y con mucho más fuerza puje.

Cuando por fin sentí a mi hijo fuera de mi, me permití regular mi respiración y ritmo cardíaco. Hiba a dormir pero quería ver a mi bebé, quería saber que era, si era igual a mi o a Cihan.

"Es un niño, Sultana" me lo entregó, "Es muy hermoso"

"Mi niño, mi amor" lágrimas bajaban por mis ojos, bese su frente.

La médica y sus ayudantes habían terminado de limpiar y dejarme descansar. Sonreí con mi bebé.

"¡Atención su majestad, Sultan Mustafa!" me sorprendí tanto.

Lo vi entrar con el ceño fruncido, parecía muy molesto. Se acercó al bebé y me lo arrebato.

"Así que era verdad, tu tuviste a un hijo de Cihan" apretó el cuello del pequeño bebé.

"¡No!" trataba de no entrar en pánico frente al sultán.

"Mi sultana" Bülbül reaccionó rápido, "Su majestad, ¿que le hace al bebé?" se acercó preocupado al ver mi cara.

"Tu lo sabias" lo miró.

"¿Saber sobre qué?" Bülbül pidió al bebé.

"Sobre el hijo de Cihan y mi madre"

"Por Alláh, eso es una mentira" Bülbül fingía bien.

"¿Entonces como explican a este niño?" grito.

"La Sultana y yo salimos ayer al mercado, una mujer lo abandono por la basura. No me vi capaz de abandonarlo ahí, justo hoy hablaba con mi sultana para que me diese el permiso de criarlo" dijo muy convencido.

"Vaya, entonces ¿porque mi madre no puede levantarse?" Bülbül me sonrió.

"Ella se desmayo cuando comía, la deje descansar. Le deje al bebé cuando había despertado mientras hiba por comida para ella y el bebé"

"¿Tiene nombre?" ambos negamos, "Bien le pondré uno" nos sonrió a ambos, "Tu nombre es Murad, tu nombre es Murad, tu nombre es Murad" quería llorar pero debía mantener mi imagen.

"Bülbül te donaire 50.000 monedas de oro para su cuidado y educación"

Bye Bye Florecitas.
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 Ottoman EmpireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora