Continuación de Viaje en el tiempo.
"Me convertí en la sultana más poderosa que haya existido jamás. "
Yo fui, soy y siempre seré Alev Aasiyah Sultan, la única mujer que gobernó el imperio otomano como el sultán del mundo.
A solo unos días de que Cemre diera a luz. Un monarca junto a su adorada madre volvían a Constantinopla o mejor dicho a Estambul. Hermosos caballos y fuertes pero ya agotadas tropas se dirijian a sus barracas.
Dos personas en sus preciosos corceles entran por la gran puerta del palacio. Las mujeres del palacio no sabían de la llegada, la Valide junto al sultán habían quedado en no anunciar su llegada.
"Hogar dulce hogar" pronunció la madre.
"Ya extrañaba tanto mi palacio" En especial a Ayşe, pensó.
"Quiero conocer a mis nietos, Neylan estará muy feliz de verte nuevamente" comentó con sonrisa.
"Si" dijo sin sonrisa alguna.
Pará el, Neylan había sido solo un momento de debilidad. Era hermosa no lo negaba pero su corazón le pertenecía a Ayşe, todo lo que sentía por ella era demasiado fuerte. El realmente no amaba a Neylan pero le tenía que dar una buena posición dentro del harem y llenarla de obsequios, ahora con el nacimiento de ambos príncipes la mujer se ganó un pequeño lugar en su corazón.
Entraron a la sala del consejo, todos los visires estaban ahí junto a Iskender quién estaba parado, en ningún consejo se había sentado en el trono. Observó a su madre entrar y a Murad, sonrió en grande.
"Bienvenidos" anuncio.
Los visires bajaron la cabeza ante la sultana. Pronto comenzaron a aludir a la sultana, de no ser por sus grandiosas estrategias, nunca hubieran salido Victoriosos de esa guerra.
"Nunca había visto a una mujer tan valiente y con un gran coraje" decía el comandante, "Defendió las líneas frontales de maravilla"
"Ella misma asesino a tres hombres a golpes, no uso su espada en ningún momento" Taslicali dijo.
"Es una mujer muy valiente, Alláh nos bendijo con su presencia en la guerra"
"Su presencia en el imperio será una bendición muy grande"
"Amén" dijeron todos.
"¿Surgió algo?" mencionó el sultán.
"No, estábamos platicando como hiba la guerra y cuando volverían" Iskender informó.
La cara del sultán parecía ser calmada. Su ser rogaba por ver a Ayşe y fundirse en uno solo. Salió del consejo rumbo al harén, aún madre caminaba justo detrás. Su rostro estaba sucio, su traje llevaba sangre seca aún, una corta en la mejilla definía una gran pelea.
"¿Majestad?" escucho a Bülbül detrás, "¿Es usted?"
"Bülbül, amigo" sonrió feliz, "¿Cómo estuvo el harem en mi ausencia?"
"Estuvo bastante tranquilo, la Sultana Mihrimah mantuvo a raya a todos incluyendo a las sultanas"
"¿Intentaron algo?"
"Quisieron poner al esposo de Şah como gran Visir"
"Hablemos de esto después en mis aposentos, quiero ver a Hürrem"
"Pensé que visitaría primero a sus nietos"
"Lo haré, pero no puedo llegar así de mugrosa con ellos" sonrió, "Que preparen los baños, lleva el obsequio para Hürrem"
...
Una sultana estaba con su hija quien ya estaba muy cansada. Estaba preocupada porque a pesar de estar en el último mes, no había signos de labor de parto.
"Me preocupa que aún no estés en labor de parto" dijo a su hija.
"Mi bebé está esperando a su padre, presiento que llegarán pronto"
La puerta fue tocada, las mujeres se quedaron viendo un momento, hiba a hablar cuando la puerta se abrió. Por esta entró una mujer con el traje de guerra que ella misma había mandado a hacer. La sangre y la suciedad se notaban en este.
"Mi Hürrem" habló la madre sultana.
"¿Sultana?" se sorprendió.
"Mi hermosa Hürrem" se acercó, pato en seco al sentirse rodeada por los delgados brazos de su amada.
"No sabes cuanto te extrañe" se besaron.
"También te extrañe" se sentaron en la cama.
"Voy a ver Balibey" dijo Cemre.
"Hürrem. Mi Hürrem" le sonrió, "Te tengo una sorpresa" Bülbül entro con una almohada que tenía algo cubierto. "Hürrem mi amor, eres mi vida y mi pasión. —Eres mi realidad y mi fantasía, no, eres mi realidad, eres lo que tanto ama y anhela mi corazón, eres ni primer amor y el último. Si no te tengo, muero por ti, mi cuerpo necesita tanto tu presencia porque eres mi alma gemela. Eres mi amor y mi esperanza, no tengo otra compañera más que tú, eres lo más precioso que tengo en la vida, es por ti que existo en este universo. Si tuviera que elegir a alguien después de la muerte, juro que te eligiría a ti. Es la verdad, porque no hay otro rostro tan hermoso, que los ojos del mundo lloren, pero que no lo hagan los tuyos porque de hacerlo yo derramará sangre en lugar de lágrima. ¡Que todo el mundo se enfade! Pero te lo ruego amor amor mío, no te enfades tú, si te enfadar as, explotaria de ira solo por ti mi alma gemela. Apiadate de esta Amante que solo ve tu magnificencia, pero no me tiene tes con tu belleza porque soy una pobre enamorada que no lo soportaría, mira a tu alrededor y contempla todo esto, no es mas qugr una íntima porción de la hermosura que habita en tu rostro y tus ojos. ¡Todo el mundo palidece ante la belleza que hay en ti! Esta pobre enamorada no puede vivir sin tus preciosos ojos, por favor no me los quites " destapó la corona que había debajo de la tela.
"¿Es tu corona? "cuestionó.
" Está corona ahora es nuestra, la corona te pertenece a ti ahora "le quito la tiara que sostenía su cabeza y posó sobre la misma la nueva corona. "Reina de mi vida y mi corazón" beso sus labios.
"Sangre de mi sangre, hueso de mis huesos, te doy mi cuerpo para que las dos seamos una juntas hasta que nuestras vidas terminen"
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...
Por la noche, Sumbül entró a visitar a su tan resplandeciente sultana. La alegría que sentía al verla tan sonriente y feliz nadie se la quitaba.
"¿Es la corona de la Valide?"
"Lo es" sonrió, "Me la regalo y me llamó reina de mi corazón" dijo con una alegría desbordante.
