Continuación de Viaje en el tiempo.
"Me convertí en la sultana más poderosa que haya existido jamás. "
Yo fui, soy y siempre seré Alev Aasiyah Sultan, la única mujer que gobernó el imperio otomano como el sultán del mundo.
La Sultana Ranha estaba preocupada por su primogénito, había enfermado hace ya algunos días y hasta el momento ningún medicamento que el médico había preparado había funcionado.
"A este paso, el príncipe morirá" Sümbul susurro para Gül âga.
"¿Cuándo empezó a estar así?" ambos se miraron al oír la voz del ăga superior.
"Hoy cumple seis días enfermo, ningún medicamento ha hecho efecto en el príncipe" dijo Gülăgh.
"Traeré al médico de la sultana, esperemos que el si tenga una cura" dijo mientras se retiraba con ambos ăghas detrás de él.
... Solo unos días habían pasado, el príncipe estaba colapsando poco a poco. Su majestad ya había enviado a sus médicos para examinar a su nieto sin embargo no encontraban el origen de su mal.
Alev y Hürrem se encontraban cenando muy a gusto, platicaba sobre los preparativos para la circunsicion de los príncipes cuando Mihrimah entró a los aposentos.
"¿Sucede algo Mihrimah?" cuestionó la Sultana al ver a su hija.
"El príncipe ha partido, nos ha dejado" anunció.
Hürrem se levantó de inmediato y salió para consolar a su hijo. La muerte está rondando el palacio nuevamente, Alev la sentía y eso le preocupaba, solía mirar a Hürrem cada vez que sentía al ángel de la muerte en el palacio. Con pesar camino hacia los aposentos de Ranah, Bayezid se encontraba con ella. Verlos tan destrozados por la pérdida de su hijo era tan horrible, le recordó la muerte de sus hijos, se miró en Ranah en ese momento.
Durante el funeral pudo observar a Nurbanu, al parecer no le importaba lo que pasaba. Comenzó a sospechar de ella puesto que nisiquiera le había dado el pésame a su hermano, la pelinegra la miró sin expresión alguna.
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Su hija tenia esa mirada, la conocía bien porque esa fue la misma mirada que le dio a Hürrem cuando Mahidevran murió. La determinación en su mirada le indicó que Selim y Nurbanu serían un gran problema sin embargo Nurbanu era su hija, no sería la asesina de su propia hija.
Le retiro la mirada y suspiro, quizás si los enviaba a una de las provincias más alejadas haría que el problema se fuera.
...
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El palacio se encontraba de luto aún cuando un carruaje llegó, Fátima estaba en el jardín esperándolo, una princesa llegaba por fin después de tanto tiempo. Cemre Sultan miraba desde el balcón, al ver a la peminegra bajar se asombro pues en su cabeza tenía una corona, no esta tan difícil saber que pertenecía a la dinastía. Además de ella, un joven también llegó con ella.
Entraron al palacio y rápidamente los anunciaron.
"¡Atención! El príncipe Osman y la Sultana Huricihan!" todos reverenciaron ante los personajes.
Hürrem miraba desde arriba, el rostro de ella se le hacía muy parecido y el rostro del joven, ella mira a Intahim en el.
"Vamos, la Sultana los espera en sus aposentos" dijo Bülbul.
Todos caminaron detrás del agha, puesto que el era máxima autoridad sin importar quien o que estatus tengan. Llegaron con la Sultana, esta los recibió algo confundida.
"No sabía que tenías hijos, Fátima" dijo mirando a su cuñada.
"No son míos, ¿no logras reconocerlos?" sonrió, "Son los hijos de Hatice e Ibrahim" por fin dijo.
La sultana borro su sonrisa y los miró, ella jamás supo que fue de esos niños.
"Vaya pero si eres preciosa" abrazo a Cihan "Y tu eres un príncipe muy apuesto" le extendió su mano la cual fue besada.
"Es un honor Sultana, la Sultana Beyhan nos envió aquí porque ya tenemos la edad para tomar posesión de las cosas de nuestros padres" Osman dijo.
Alev lo miró confundida.
"¿A qué te refieres?"
"El palacio y todo el tesoro de mis padres, claro está" dijo Cihan.
La mujer miró a su cuñada. "¿No lo saben?" Ambos negaron. "El tesoro fue confiscado, ahora es parte del tesoro imperial"
