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¡Fátima!

Las sultana Fátima había llegado a la capital y fue recibida por el ejército que estaba entrando al palacio.

"¿Qué está pasando?" miró a todos correr.

"Sultana el palacio está bajó ataque, lo mejor sería que nos alejemos antes de que nos vean" dijo un guardia.

"¿Y la sultana?" miró a todos.

Un guardia del palacio reconoció el carruaje y se acercó con un grupo para resguardar a la mujer.

"Protegan el carruaje, la sultana Fátima está dentro de este" ordenó a sus hombres.

"La sultana Alev ¿donde está?"

"Nuestra sultana fue capturada por el enemigo, el ejército acaba de entrar para recuperar a su Majestad y establecer orden"

"¿Saben quién atacó el palacio?"

"La sultana Bahar lanzó el ataque, al parecer quiere destronar a nuestra sultana para coronar a su hijo como sultán"

"¿Lo príncipes están a salvo?"

"Los príncipes fueron capturados, sultana creo que deberíamos sacarla de aquí antes de que la ataquen"

"No, voy a quedarme hasta ver que sucederá"

...

Alev estaba en un calabozo con una herida que la esta matando, miró a los hombres que la custodiaban.

"!Estoy desangrandome!" gritó.

"Mejor para mí, te puedes morir y dejar el trono a mereced de mi príncipe" entro Bahar.

"Bien dicen que hierva mala nunca muere" sonrió, "Bahar ¿de verdad esperas poner a tu hijo en el trono?" se burló, "Yo soy sultán del mundo"

"Tendrás que entregar el trono a la buena porque de lo contrario vas a perder a tus hijos" amenazó.

"Quiero ver de lo que eres capaz" la reto.

"Alev vas a perder mucho si te niegas" se acercó a su rostro.

"No querida, yo no pierdo nunca" sonrió con cinismo, "¿ Acaso no te has dado cuenta? Yo siempre eh sido una ganadora, me levante por encima de todas ¿que te hace pensar que hoy voy a perder?" tomó aire, el dolor aumentaba, "Yo soy Alev la sultana y también soy Aasiyah la emperatriz"

Esas palabras molestaron tanto a Bahar que la golpeó.

"Tu era terminó Alev, hoy me voy a levantar por encima de ti y para mostrártelo" miro a su agha, "Disfrutaré tanto matar a tu hijo"

Los hombres llevaron a Iskender con su madre, lo hicieron ponerse sobre sus rodillas y le hicieron bajar la cabeza.

"Bahar aún no entiendes" el temor comenzaba a hacerse paso, "Yo renuncie a mis propios hijos por el imperio" dijo, "Si mueren o no, es insignificante para mi" dijo.

Iskender miró a su madre sorprendido pero al ver el pequeño gesto en su rostro se dio cuenta de su actuación así que le siguió la corriente.

"Madre, soy tu hijo por favor" rogó.

"Matalo, quiero ver si tienes la sangre fría para matar a alguien" siguió mirando a la sultana Bahar.

Cuando Bahar hizo la señal para el verdugo, en ese momento llegó un grupo de Jenizaros y Cipahis al calabozo y sólo entonces la sultana Alev se permitió relajarse.

"¿De verdad pensás que que hoy ganarías?" le escupió, "No eres nada, no fuiste nada para Süleyman y seguirás siendo nadie" los soldados la tomaron de los brazos, "Tu nombre jamás será recordado para la eternidad" miró a los soldados.

Llevaron a Bahar a otro calabozo. Alev seguía presionando su vientre pero ya había resistido mucho, la fiebre comenzaba a hacerse paso.

"¿Estas bien madre?" Iskender se acercó a ella.

"Llamen al médico" fue lo último que dijo antes de desmayarse.

"¡Madre, Madre!" la tomó en brazos, "Llamen al médico de inmediato, la llevaré a sus aposentos e intentare bajarle la fiebre" dijo.

Comenzó a correr entre los tantos calabozos y pasillos del palacio, su madre podría morir en cualquier momento si no era atendida, la médica ya los esperaba en sus aposentos para cuando por fin llegaron.

"Atiende la de inmediato, salva su vida porque la tuya depende de la vida de la sultana" dijo.

Fátima entró en ese momento al palacio, le informaron que el ataque había sido neutralizado y no corría riesgo alguno, en cuanto le dijeron que Alev estaba herida camino hasta los aposentos.

"¿Cómo está?" cuestionó a su sobrino.

"La médica aún no nos da informes" dijo.

Mihrimah y sus hermanos llegaron hasta ellos, hicieron reverencia como saludo.

"Nuestra madre se salvará, no te preocupes Mihrimah" abrazo a su hermana.

"Iskender ¿que haremos si muere?" dijo con miedo.

"Nuestra madre es muy fuerte, Alláh mediante estará bien" Aslan también se abrazo a sus hermanos.

Fátima admiraba esa unión entre ellos, envidio por un momento lo que vio.

"Mis niños" los abrazo Fátima, "No teman, la tía Fátima está aquí con ustedes"

...

En Manisa una mujer cerró la puesta de los baños donde la sultana Nurbanu se encontraba ahora.

"Kanfeda dije que no quería que nadie me molestará" dijo sin abrir los ojos.

"Nadie nunca más te volverá a molestar porque no abrirás tus ojos jamás" metió su cabeza en la tina que tenía.

La sultana comenzó a remover se por falta de oxígeno, pataleo y rasguño a la mujer pero esta no se inmutó en ningún momento.
Kanfeda quiso entrar para informar a la sultana sobre ella llegada de Cemre al palacio sin embargo la puerta no se abrió.

"¿Sultana?" no recibió respuesta, "¿Sultana está bien? ¿Majestad?" movió la puerta con desesperación.

Aghas llegaron a tratar de abrir la puerta, no cedía con nada. Todos tenían que hayan matado a la sultana.
Fakrya entró a los aposentos de Selim.

"¿Qué pasó esta vez?" la miró.

"Su alteza, la señorita Dilşah se encerró en los baños con la sultana Nurbanu" dijo preocupada, "Temo que la mate ahí Majestad"

Selim se levantó en cuanto escucho el nombre de su amada, camino con rapidez a los baños, golpeó con su hombro la puerta tantas veces hasta que rompió la puerta.
Nurbanu estaba apuntó se ceder a su destino, nadie podía oírla ni ayudarla, moriría ahogada.

Selim entró al baño y divisó a Dilşah, tomó con fuerza su brazo y la apartó de su esposa, Nurbanu al sentir libre su cabeza salió del agua.

"¿Estas bien?" Selim la cubrió con una tela.

"Quiso... Ella... Ella... Quiso" respiraba con dificultad mientras lloraba.

Chiquitico. Trataré de subir otro capítulo hoy.

 Ottoman EmpireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora