Ottoman Empire

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Raziye Sultan

Yo soy la hija mayor de mi padre, el antiguo sultán Süleyman, mi madre fue Mahidevran Sultan y mi hermano es el ahora sultán Mustafa.

Siendo muy pequeña sufrí el desprendimiento de mi madre, solo era una pequeña, muy pequeña niña que necesitaba de ella, sin embargo fui envíada a Edirne para pasar mi enfermedad ahí. Todos pensaron que moriría en ese palacio, pero no fue así, Alláh fue misericordioso conmigo dejándome vivir. Gul Agh siempre estuvo conmigo, mi criado de confianza, el me avisaba todo lo que sucedía en el palacio imperial, hasta que llegó a mi dándome la noticia. No quise ir a ver a mi madre muerta pero atribuí que la sultana Alev tenía la culpa, ella era la culpable de la muerte de mi madre. No podía dejar de imaginar a mamá llorar noche tras noche por el amor ya no correspondido de mi padre.

Y entonces fui llamada, comencé mi viaje a Estambul, donde estaba mi hermano y mi familia. Mientras vivía en Edirne, ahí fui educada para tener política dentro del imperio, mi objetivo era casarme con personas que asegurarán el sultanato de mi hermano, no conté con que esta sultana ya tenía dos príncipes y ahora había dado a luz a una niña y un príncipe.

Los años pasaron, y cuando volví a caer en enfermedad, ella estuvo junto a mi, me mostró que mi odio y venganza no eran para nada saludable para una niña, entonces comencé a amarla y ahora estoy aquí, junto a ella.

"Madre" entre a los aposentos que todas las Sultanas deseaban obtener.

"Hija mía mirate, estas hermosa" sonrei, "Cada día te pareces más a tu hermosa madre, que Alláh cuide su alma"

"Amén" me senté en el cojín, "¿Porque dices que me parezco a mí madre?, Tu eres mi madre"

"Por favor hija mía, eres la viva copia de Mahidevran" cada vez que la mencionaba, su semblante era triste.

"Pero no soy la única, Shirly es tu viva imagen" ella volvió a sonreír, "Creo que incluso en tu actitud es igual, madre"

"Esa niña me saca canas verdes" reímos, "Pero aun es joven, algún día tendrá que tomar muy en serio su papel como hermana del Sultán"

La mire intrigada, no hace mucho me había prometido a Kara paşha, lastimosamente murió antes de entregar la dote por mi, mi madre investigó que fue lo que pasó y busco al culpable, nunca me encontró.

"Madre, quisiera organizar un banquete por mi hermano" ella me miró con seriedad, "Debe comenzar a pasar la noche con una concubina, un heredero del trono haría ver más fuerte el sultanato de Mustafa"

"Aún no es tiempo" me dijo muy secamente, "Aún le falta mucho para ser un buen sultán"

"¿Como puedes saberlo?, ningún sultán toma el trono sabiendo que hacer" la enfrente.

"No discutas mis decisiones, Mustafa aún no toma con seriedad su posición en el imperio, si comenzamos a mandar concubinas, solo sería una distracción para el, entonces nuestro imperio caería" casi me grito.

"Esta en las leyes que el sultán debe comenzar también a tener descendencia, así asegura su gobierno"

"No me eh cometido barbaridades para asegurar el trono de tu hermano, yo puse a Mustafa en ese trono y si digo que aún no es tiempo de un príncipe heredero, es porque no lo es" se levantó y me apunto con su dedo, "Retirate a tus aposentos, no quiero que vuelvas a hablar de esto conmigo ni con nadie, y si se lo comentas a Mustafa, escucha bien Raziye, si lo hablas a Mustafa, tu estadía en este palacio está contado" me levante a punto de responderle, "Ahora vete, dejame sola" gritó.

Salí muy enfadada de sus aposentos, ¿Acaso es tan malo que Mustafa tenga hijos? Son las tradiciones, así debe ser, no importa dejar el palacio, una concubina visitará tarde o temprano los aposentos privados.

Valide Alev Aasiyah Sultan

¿Como se atreve?
La he criado como a mi propia hija, y tan pronto intenta traicionarme. Un banquete, que va. El nacimiento de un príncipe heredero al trono significa mi fin en este palacio, pero tampoco puedo privar a Mustafa de las concubinas para siempre, pero si puedo evitar sus embarazos.

"Bülbül" grite.

"Sultana" inclino la cabeza, "¿Sucede algo?"

"Quiero que todas las concubinas se alisten, prepararemos una celebración en los aposentos de su majestad, eligire a las más jóvenes y bellas mujeres" asintió.

Salió de mis aposentos, y tomé asiento.

"Alláh bendito, ¿estaré haciendo bien? Dame una señal de que un príncipe traerá prosperidad a mi pueblo, a mi palacio y a mi" pronto una ventisca arrasó todo el imperio, el aire chocando contra mi.

Es una mala señal, nuestro dios está diciendo que no es bueno, aun no es tiempo de un heredero.

"Aasiyah" oía la voz de una mujer, quizás ¿Mahidevran? No, no es la madre sultana, "Hija mía, el que un príncipe nazca ahora significa el fin de tu poder, Nilüfer y Zeynep serán tus verdugos, elimina a esas mujeres" y la ventisca terminó.

Nilüfer, no eh oído de ni guna de esas dos en mi palacio. Sumbül entró avisando que las criadas ya estaban listas, todas paradas en una fila a los costados.

Salí de los aposentos, entre por las grandes puertas del harem, me pare frente a las concubinas y sonrei. Mire a todas, habían algunas mujeres hermosas, sin duda gustarán a mi hijo.

"¿Cuál es tu nombre?" mire a una chica muy bella.

"Ayşe, su majestad" mire a la mujer.

"Da un paso al frente" gire mi rostro a la chica de labios voluptuosos, "Tu nombre"

"Zeynep" suspire, hice la señal de que pusiera un paso al frente.

Escogí a algunas otras mujeres, en total son seis.

"Irán está noche a los aposentos de mi hijo, el sultán, ustedes lo entretendrán y a quien escoga, pasará la noche del día siguiente con el" dije, "Ahora prepárense, no quiero oír ni una queja del Sultán, si es así, todas ustedes perderán la cabeza" amenace.

Salí de ahí con un mal sabor de boca, esperaba que Mustafa escogiera a Ayşe, ella se ve que es fácil de manipular y guiar a mi antojo, ella es la predilecta para tener un príncipe, un príncipe que no viviría mucho tiempo, ya que no permitiré que me quiten todo por lo que eh luchado.

Mi hija Raziye me miraba desde mi puerta, le sonrei con cinismo. Era obvio que hoy me había ganado la batalla, pero tenía razón, en algún momento mi hijo tendría que tener hijos, y por el momento está bien que hayan odaliscas, después vería a quien pondría como madre del príncipe a la corona, si es que le permito nacer.