22

631 50 10
                                    

Créditos a su respectivo autor.

Te amo como mi semejante,
mi igual mi parecida,
de esclava a esclava,
parejas en la subversión,
al orden domesticado.

Te amo esta y otras noches,
con las señas de identidad cambiadas,
como alegremente cambiamos nuestra ropa, y tu vestido es el mío
y mis sandalias son las tuyas.
Como mi seno es tu seno, y tus antepasadas son las mías.

Hacemos el amor incestuosamente
escandalizando a los peces,
y a los buenos ciudadanos de este
y de todos los partidos.

A la mañana, en el desayuno,
cuando las cosas lentamente vayan despertandote,
llamaré por mí nombrey tú contestarás alegre, mi igual, mi querida, mi amada.
Hürrem.

1540, Estambul.
Mi regreso al palcio fue tres meses después del nacimiento de Murad. Ahora tengo dos hijos con el mismo nombre, uno es un príncipe, el príncipe que tomará el trono y el otro sólo es un plebeyo.

"A esta altura la Sultana Hürrem ya sabrá de su llegada al palacio" me informó Bülbül.

"¿Porque siempre hablas de ella?" lo mire, "Ya lo he dicho, no tengo espacio en mi vida ni en ni corazón para Hürrem" dije ya molesta.

"Lo siento mi sultana pero usted se ve muy feliz cuando ella está cerca"

"Dejemos de pensar en ello" tome aire, "Esta noche muere el príncipe Süleyman, el ya debe estaruetto cuando llegue al palacio, nadie podrá acusarme de esa muerte"

"Si, el plan para la muerte del Sultán pronto se ejecutará" sonreí, "Oi que esta preparando una campaña para tener la otra mitad del mediterráneo"

"No va a lograrlo, morirá antes de hacerlo" sentencie, "Pero para poder matarlo, el mismo debe ejecutar al príncipe Alaadin para acusarle y así obtener la pena de muerte"

"La muerte de él príncipe Alaadin ya está siendo ejecutada, el será encontrado muerto en su provincia"

"Enviaremos a Murad a Manisa, la provincia de Los príncipes" acaricie mi anillo.

"Sabe que por tradición, el príncipe Ahmed debe tomar el trono"

"Lo se" el carruaje se detuvo, "Ahmed tomará el trono mientras Murad adquiere experiencia y el amor del pueblo" asintió.

"Hemos llegado al palacio" lo mire esperando la noticia de mi nieto, "Ya ha sido hecho" baje lentamente, respire profundo y comencé mi caminata.

1. Entrar al palacio hacia mis aposentos.
2. Tener la visita de mis hijas y darles a conocer mi plan para poner a Ahmed en el trono.
3. Cenar tranquilamente.
4. Oír las noticias de la muerte de mi nieto.
Esa era mi lista el día de hoy. Solo cumplí la número uno ya que Hürrem estaba en mis aposentos con su radiante sonrisa. La observe mientras me sonreía, me acerque a ella y le di un pequeño beso en sus labios. Me contradecía a cada momento, mi boca decía algo pero mi cuerpo hacía otra cosa. Es como si mi cuerpo la amará pero mi cerebro no.

"También la extrañe mucho" me dio un pico, "Fueron los peores meses sin usted" nos guió a los sofás, "El harem se reveló contra la Sultana Mihrimah, apenas pudimos contener a las concubinas"

"¿Apenas?" la mire sería, "No se contienen, simplemente las obligas por algo son esclavas, criadas. Ninguna de ellas han sido emancipadas como nosotras y nuestras hijas" asintió.

"Lo sé, poco después descubrí que todo eso pasó bajo la orden de la Sultana Bahar" mi reacción no fue la mejor.

"¿Como es posible que eso pasará?" me levante asustandola," Bahar esta encerrada en la torre de la doncella" me quede callada, "Tiene fieles dentro de mi palacio" murmure.

"Sultana malas noticias" entró Bülbül agitado, "El príncipe Süleyman falleció"

"¿Que? ¿Que fue lo que le paso?" hiba a comenzar a caminar.

"Se descubrió que fue envenenado con la enfermedad de la viruela" me detuve.

"Quiero que investigues quien fue, esto es muy extraño" salí de mis aposentos con Hürrem siguiendome, "Primero el harem, ahora mi nieto"

"Esto debe ser obra de la Sultana Bahar" aseguró, "Ella ha buscado cualquier forma para deshacerse de los herederos" si supiera quien planeó todo.

"Haré que Bahar sufra, haré que su dolor sea tan profundo que jamás podrá levantarse de esa amargura" dentro de mí sonreía, en mi cara mostraba seriedad.

"Se que lo hará" me tomo la mano, no me aparte.

"Vamos a ver a Zeynep" aún tomadas de la mano, avanzamos hasta los aposentos donde mi hijo nos vio de la mano.

"La Sultana se puso muy mal cuando le di la noticia" fingi que me desmayaba.

"Madre" me tomo en sus brazos, "No debiste venir, apenas estas recuperandote"

"No podía dejarte solo en esta situación" le vi sus lágrimas pero no me importó.

"Perdoname" me confundí, su abrazo me transmitió el amor que solíamos tener en antaño, "Eres tan buena y dulce, me deje envenenar por mi hermana y te lastime, jamás podré regresar te a Mehmed"

"Mustafa no importa lo que hiciste, eres mi hijo y siempre será así" esas palabras salieron dentro de mí corazón.

"Te amo, sultana Alev" sonreí, "Apartir de este momento retomará tu nombre Alev, porque eres el cálido calor amoroso que este palacio necesita para no sentirse frío" beso mi mano, "Eres el fuego que no me permite hundirme en la fría tristeza"

"Mustafa" bese sus mejillas.

Aquella noche recupere a Mustafa, aquella noche tuvimos el apoyo Madre-Hijo que solíamos ser. Me sentí terrible por lo que le hice pero ya no puedo hacer nada. El príncipe había muerto. 
Por la manaña cuando volví a mis aposentos para vestirme para el funeral, vi una hoja. El poema escrito era hermoso, comprendí que el amor había vuelto a mi corazón sin aviso, todo se dio natural. Esto me causó un terrible miedo. Amaba a Hürrem. Miedo.

Hola hola.
Volvimos con todo. Creo.
Ya quiero que llegue el capitulo de la confesión.
Bye Bye Florecitas.

 Ottoman EmpireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora