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Habían pasado algunos días, ¿tres o cuatro? No lo sé muy bien. Había vuelto al palacio como la Valide pero no me sentía como la madre del sultán, ¿Como podría seguir como si nada? ¿Como podría pretender ser la madre del asesino de mi hijo?

Nunca me había sentido tan mal como hoy, mi vida era distinta desde la muerte de mi hijo. Alláh es testigo de todo lo que siento y estoy pasando hoy en día. Me vestí de negro, visto de negro desde que mi preciado hijo murió, fui a la mezquita para visitar la tumba de mi hijo y de Süleyman.

"Süleyman, oh amado mío" susurre mientras acariciaba la tumba, "Lo lamento, lo lamento mucho" unas cuantas lágrimas bajaban de mis orbes café, "No pude proteger a nuestro hijo y por poco la vida de los demás príncipes corrieron peligro, te juro que hice lo mejor para el imperio, se que amabas mucho a los príncipes y Sultanas" el dolor consumía mi corazón, "Te prometo que a partir de ahora los príncipes y Sultanas no correrán peligro alguno" gire a la tumba de Mehmed.

Más lágrimas, el recuerdo de su cuerpo sin vida tendido en el suelo, recordar aquellos ojos que ya no me mirarían. Oh Alláh, guarda su alma, cuida de mi hijo, el cual regresó a ti. Estaba sumida en mis pensamientos.

"¿Madre?" esa era Raziye, "¿Que haces aquí?"  no la mire, no podía mirar a la que tuvo participación con la muerte de mi hijo.

"No me llames así" dije con la voz rota, "No soy mas tu madre, nunca lo fui y no lo seré" suspiré, "Solo vine a visitar....

"No puedes culparme de lo que tu hiciste"

"Yo nunca pensé en siquiera matarte a ti o a Mustafa, nunca" me gire, "Pero tu y Mustafa si lo hicieron, planearon matar a mi hijo para castigarme de lo que según hice"

"Estoy segura que lo hiciste"

"¿Tienes pruebas?" hice una mueca, "No las tienes, y ahora por tu estupidez la vida de Mustafa está en mis manos y la tuya en las de Mihrimah" camine hacia ella, "Yo me mantendría con cuidado, Mihrimah es mucho peor que yo" salí de la mezquita.

Afuera me esperaban mis criadas y Cihan, Mustafa no lo nombró su guardia personal, así que ahora está conmigo. Tomé su mano en cuanto me la extendió, su brazo pasó por mi cintura en la parte trasera y así me fui de vuelta al palacio.

"Sultana, no debería salir en este estado, usted aún no se ha recuperado por completo" el hombre a mi lado hablaba.

"Tenía que visitar a mi marido y pedirle perdón, le prometí que siempre cuidaría de nuestros hijos" llore, "Pero no lo hice, perdí a Mehmed por mi propia culpa" perdí la fuerza en mis piernas.

"Sultana" sentí su agarre, tomé un poco de fuerza para enderezarme, "Vamos, debe dormir un poco más"

Dilruba Sultan

La muerte de mi hermano mayor fue muy trágica, a todo el imperio le dolió la ejecución de Mehmed. Mi madre se acusa a ella misma, desde la muerte de mi hermano, mi madre no es la misma, siempre camina por el harem y el palacio con la mirada perdida, sus bellos ojos ya no brillan, su sonrisa que nos reconfotaba a todos ya no está, su propio brillo se perdió, incluso puedo apostar qure la gracia de Alláh ya no está con ella. Mi madre parece cada día más ausente, ella no se preocupa por nosotros, su demás hijos. Ni siquiera a preguntado por los príncipes, mis hermanos.

En la madrugada del día que Mehmed murió, yo escuche sobre la orden del sultán, me asuste tanto que no pude pensar en otra cosa que sacar a mis hermanos del palacio. Saqué a todos, incluso a Cihanger pero a Mehmed ya no pude, cuando los guardias se dieron cuenta que los príncipes ya no estaban, pusieron más vigilancia en los aposentos de Mehmed, mi madre me odiara cuando se entere de ello, gracias a Alláh, ellos se encuentran en el monasterio a salvo, en ese lugar no existe ningún poder, por lo que Mustafa no podrá tocarlos.

"Dilruba" Mihrimah y Shirly están ahora conmigo, "¿Donde están mis hermanos?" la mayor me mira seria.

"No se preocupen, están en un lugar donde nadie podrá tocarlos" asegure.

"Los llevaste al monasterio, ¿verdad?" Shirly era inteligente pero aparentaba que no, "Eres una genio, ahora lo que debemos hacer es investigar quién le contó a Raziye sobre lo que hizo nuestra madre"

"Lo dices como si no fuera muy grave lo que hizo" Mihrimah siempre regañando.

"De no haberlo hecho, mamá seguiría sufriendo por el abandono de papá" nos miró, "Y no habría salvado la vida de todos los hijos de nuestro padre"

"Shirly tiene razón Mihrimah, relajate un poco" toque su mano, "Antes de planear cualquier cosa, debemos cuidar de nuestra madre, ella no está bien, sigue muy afectada por todo lo que pasó, temo que haga una tontería"

"¿Que podría hacer?" en ese momento Fatma entró corriendo.

"Sultana" dijo sin aliento, "La madre Sultana... Ella... Ella se encerró en sus aposentos y no quiere abrirnos"

"¿Como es eso posible?" grito Mihrimah, "? La dejaron sola?"

"Dijo que dormiría" se excuso la criada.

"Preguntas muchas cosas Mihrimah, vamos a ver que pasa" empecé a caminar a los aposentos.

Hibamos las tres por los pasillos cuando vimos que Bülbül corría hacia el área médica, Mustafa estaba aquí también, llegamos a los aposento de la madre Sultana, la puerta está abierta.

"Madre, abre la puerta por favor" gritaba el sultán, sentí asco.

"Es tu culpa que este así" le recriminó.

"Dilruba no es el momento" suspiré dando razón a Shirly.

"Madre, por favor abre soy Mihrimah" nadie respondía.

Pasamos minutos en silencio hasta que el sultán hizo ceder a la puerta, las tres entramos corriendo, mi madre nos miraba sentada en el suelo con un traje de Mehmed. Pude darme cuenta que la respiración de ella era irregular, nos sonrió a todos. Mustafa veía desde la puerta.

"Lo siento hijos míos" susurro antes de tener la respiración errática.

Bülbül entró con las médicas, la llevamos a la cama cuando se calmo un poco, cuando la levantamos del suelo pude ver un vaso en el piso, me acerque a él y vi en frasco, me tape la boca al descubrir lo que contenía.

"Háganla vomitar" grite, pero era tarde.

Mi madre había tomado su vida, el dolor, la culpa y la pena que cargaba eran muy pesados para ella. Vi a Mustafa dejarse caer en la puerta, Mihrimah y Shirly cayeron en llanto. No comprendía aún lo que sucedía, mi cabeza se bloqueó.

"Lo lamento" dijo la doctora, "No logramos salvar a la Sultana" me miró.

Camine hasta mi madre, le cerré sus preciosos ojos. Ordené que se llevasen a Mihrimah y a Shirly a sus aposentos, bese la mano de mi madre, esa fue mi despedida. Todas fuimos a cambiarnos, mientras nos cambiamos, las criadas lavaban y preparaban el cuerpo de mi madre.

"Alláh reciba el alma de nuestra Sultana" Ayşe entró a mis aposentos, "Nunca creí la madre hiciese esto" me abrazo, que hipócrita era.

Es triste saber que ya a terminado.
Nuestra Sultana decidió partir al reino de Alláh a sólo cinco días de la muerte del príncipe. Condolencias a la familia.

JAJA, ¿De verdad creen que mataré a mi protagonista? ¿Que piensan del capítulo? No los veo comentar yummies, ¿Ya les aburrió la historia?

 Ottoman EmpireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora