51- BESTIA

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Todo a mi alrededor desaparece.

Como si fuera arrastrado por un agujero negro que consume todo a su paso.

No puedo moverme, no puedo hablar. Escucho voces lejanas pero no se si serán reales, o es solo un espejismo que me muestra la muerte en mi últimos minutos de gloria.

-Debemos extraer la bala cuanto antes, la gangrena se está extendiendo.- Dice un hombre agitado.

¿Cómo?

-Doctor, es arriesgado.. A este paso la bala a desatado la infección, si no le cortamos la extremidad estaremos expuestos a que la chica muera en un tiempo si no extirpamos.- Contradice una mujer, se ve decidida en su discurso.

¡No pueden hacer eso!

Intento gritar pero nada sale de mi ser.


Ya no hay voces ni sonido, tan solo la oscuridad.
























Paso las manos temblorosas por la fría sabana que me cubre. Abro los ojos pero los cierro de nuevo cuando los rayos de luz que entran por la ventana impactan de sobremanera en mi organismo.

Siento mi boca espesa y la garganta ardida, abro de nuevo los ojos acostumbrándome a la claridad. Ojalá no hubiese tenido que abrirlos y ver que en verdad es real aquello a lo que me enfrento.

Una aguja atraviesa la vena de mi brazo dando paso al suero que cuelga de la plataforma. Llevo la vista a mi izquierda, un ordenador monitorea mis pulsaciones. 

El recuerdo de Damon lleno de balas entrando a quirófano me viene a la mente. La ansiedad sube por mi garganta y estallo de nuevo en mil pedazos, derramando lo único que queda dentro de mi.

-¡DAMON!- Grito sin poder controlar la bestia que se está desatando en mi.

Arranco la aguja de mi brazo con fuerza, haciendo que un hilo de sangre salga del agujero que deja. Hago lo mismo con los parches pegados en mi pecho y estrello la plataforma que contiene el líquido.

Gimo de dolor cuando noto mi brazo y pierna vendados con fuerza. Miro mi muslo con incredulidad.

¿Las voces que escuche no eran reales?

Estallo en mil pedazos el monitor en el suelo, no se que me está pasando, estoy reventando por dentro. Se empiezan a escuchar pitidos en la habitación.

Salgo de allí y dos enfermeros me sorprenden corriendo detrás de mi. Olvido el dolor que me atora el cuerpo y corro como nunca lo hice.

-¡Detenedla!- Rugen detrás de mi.

No los escucho, mis oídos arden y mis ojos ven todo rojo mientras avanzo por los pasillos desesperadas por encontrar al hombre que me fue arrebatado y que tanto e anhelado con volver a ver.

-¡DAMON!- Grito como si el alma se fuera a salir de mi cuerpo.

Las lágrimas brotan de nuevo, tengo que encontrarlo.

Siento más pisadas detrás mía, pero eso no me hace que pare, al revés.

Sigo y sigo hasta que....




Un cuerpo se estrella conmigo y hace que caiga de bruces contra el suelo, retorciendome de dolor. Siento como me estrecha contra el suelo para que no me escape.

-¡Hijo de puta! ¡Suéltame, si no quieres que te mate!- Las palabras salen desmedidas de mi boca, no soy capaz de reconocerme en este estado. La tristeza, la desesperación y la ira se mezclan en mi estómago haciendo que me convierta en una autentica bestia.

BLACK ROSE🌹©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora