34- HONOR

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Hablemos del amor...

Este sentimiento es uno de los más poderosos que existe. Te eleva al cielo como en un sueño, sientes que todo a tu alrededor es impecable, que nada puede salir mal. Un beso y una caricia, se transforma en algo más allá de lo habitual, y el deseo de fundirte en cuerpo y alma con otro ser, es simplemente insaciable. Cuando estás enamorado haces locuras, cierras tus ojos y haces caso del corazón. Sin importar estar al filo del abismo, total, el amor te salvará...

O eso creemos cuando estamos absortos de este loco sentimiento, que te embriaga hasta perder la razón.

¿Pero qué pasa cuando el amor se acaba?

Simplemente te da de lado, se olvida de ti. Pronto llega la soledad y te agarra sin poder hacer nada por impedirlo. Te unes a su oscuridad y te vuelves igual.. Un ser oscuro al que no salvaron, y desgarraron con el dolor que significa separarse del amor, de la locura y la pasión.

Y luego aparece el miedo.

El miedo a consumirte, al no poder salir del enorme agujero que una vez la felicidad juro no crear. Te miras al espejo y no hay nada de la persona que eras. Cada ápice de tu ser está destruido, y el volver a juntar las piezas se convirtió en el juego más difícil y arriesgado.

Así me siento, atrapada en el infierno personal que yo misma he creado... O me han creado, todavía no lo tengo claro.

Lo que si está claro es, que después de ti, jamás volveré a ser la misma Rose.






Un mes y medio después...




-Lo último que me apetece es salir.- Suelto apenas sin mirar a Nina.

-¿Estás de broma? Has sacado unas notas honoríficas y unas prácticas increíbles, ¿Te has quemado las pestañas estudiando al igual que entrenando para las pruebas físicas y me estás diciendo que esta noche, el día de nuestra graduación no vas a salir? ¿Estás loca o algo de eso?- Nina no da crédito a mis palabras.

Miro el interior del centro comercial mientras me llevo el refresco a los labios.

- Si, básicamente es eso lo que te he dicho.- Contesto mirándola a los ojos de una vez.

Veo como Dyana bufa a mi lado.

Si, Dyana y yo volvemos a hablarnos, sería muy egoísta de mi parte perdonar cosas peores como he hecho y no darle una segunda oportunidad a ella. Al fin y al cabo es mi mejor amiga y un arrebato no me va a alejar de ella.

- Va a ir, dejarla.- Dice a mi lado.

Llevo las manos a la mesa y no puedo evitar ponerme molesta.

-¡Que no voy a ir, joder! ¿Es que no lo entendéis? ¿Hablo en chino?- Digo un poco más alto.

Melissa apenas ha dicho nada, las tres abren los ojos como platos y se miran entre ellas.

-Pues deberías, ¿No crees? Mírate como estás, apenas te reconozco.- Dice Dyana, sus facciones se han vuelto serias, habla completamente en serio cuando me señala de arriba a abajo.

Está claro que se refiere a mi salud física.. Pues no es muy bueno perder 10 kilos en apenas un mes por culpa del estrés.

No digo nada, es tontería seguir con esto.

Conduzco hasta la residencia de la universidad, es lo único que he podido encontrar desde que dejé la casa donde vivía, y por suerte solo me he quedado un mes. Lo que menos que me apetece es estar rodeada de universitarios otros meses más.

BLACK ROSE🌹©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora