7- PILLADOS

766 74 2
                                    

Estos cuatro meses habían pasado volando, las prácticas iban bien, y los últimos exámenes mucho mejor. Es por esto, por lo que he decidido darme el día libre para hacer lo que me de la real gana.

Miro a Dyana desde la otra punta de la tienda, mientras hojeo un par de vestidos llamativos. Esta no para de preguntarle cosas al dependiente del local solo para que se fije en ella, y parece hacer efecto. Miro de nuevo los vestidos largos que tengo en las manos y decido ir al vestidor a probármelos.

El primero es azul cielo, con escote en V, y se deja caer sobre mi cuerpo de manera preciosa con su tejido de seda, teniendo al descubierto mi espalda. Queda perfecto y lo mejor es que resalta bastante el moreno de mi piel. El segundo es un negro más atrevido, esta vez la tela se adhiere a mi cuerpo, marcando mis curvas, tiene el mismo escote que el anterior, y la espalda forma un efecto tatuaje con su encaje entre la tela transparente.

Me rasco la nuca intentando elegir alguno de los dos, mientras ando de un lado a otro viendo como luce, y es en ese momento cuando veo una raja lateral que enseña parte de mi pierna. Ahora si que me es difícil decidirme.

-¿Rose, has terminado?- Abre la cortina Dyana mientras abre la boca con sorpresa. -¡Joder tía, estás increíble!- Dice juntando sus manos orgullosa.

Me giro en su busca y hago una mueca de confusión.

-Creo que me voy a llevar los dos.- Miro a ambos.

-¿Acaso solo pensabas llevarte uno? Son preciosos, llévate los dos Rose.. O sino me los llevo yo tu verás..- Dice mirando sus uñas de forma interesante.

Tiro de ella hasta que por fin hago que salga del vestidor, cuando ya he terminado de vestirme, pago mi compra y nos vamos. Me río al ver como mi amiga se despide del chico de antes, intercambiándose teléfonos, nunca cambiará.

Caminamos por la avenida mientras hablamos de mil cosas, odio que se pare en cada escaparate que vemos, jamás entenderé que haga eso y luego no compre nada.

- Bueno Rose- Habla de nuevo. - ¿Sabes cual de ellos te pondrás para tu graduación?- Pregunta interesada acomodando su pelo exageradamente rizado en una cola alta.

Tan solo faltaban tres meses para mi graduación en junio, y estaba muy nerviosa. Mi sueño de ser policía estaba cerca, y lo que es mejor, al terminar la carrera, la comisaría donde estaba dando las practicas me contrataría, es el mejor comienzo, pero no me quedaré ahí siempre, seguiré desarrollándome para ser la mejor.

Ya me veo recogiendo mi diploma, con mi hermoso vestido y sobre mi cabeza ese horrible birrete. Suena cursi, pero cuando luchas tanto por algo, quieres que todo sea perfecto. Por fin diré adiós a la carrera.

-Creo que el azul, es más dulce y da la talla para la ocasión, el otro lo guardaré para otro acontecimiento.- Me llevo una galleta a la boca.

-Estoy de acuerdo contigo, el negro es perfecto, por ese tiene que llevarse en el momento perfecto.- Ríe agarrando una de mis galletas sin mi permiso.

Le doy un codazo y esta gruñe al instante, para luego enseñar su enorme sonrisa.

Llegamos por fin hasta donde está mi coche estacionado, y doy gracias a cielo cuando me siento en él, los pies me estaban matando. Pongo la calefacción y espero a que haga efecto, en eso, veo como Dyana mira ofertas en su móvil.

- Miles de móviles y tu te empeñas en no tener ninguno, no te entiendo.- Dice sin apartar la vista dela pantalla.

- Desde que no tengo vivo mejor, no como tú que estás enganchada.- Le increpó, sin pasar por alto como Damon aparece en mi mente. Meneo la cabeza intentando alejar ese recuerdo y la chica me mira raro. Yo hago caso omiso y empiezo a conducir.


10 minutos después llegamos a mi casa y empezamos a hacer pizzas para cenar. En cuanto meto la última en el horno el timbre suena y Dyana va hasta la puerta.

Morgan y Liam aparecen. Estos llevan en sus manos dos botellas de alcohol y no dejan de reír, parece que han empezado antes la fiesta.

-¡Pero este que hace aquí!- Dice señalando a su ex.

-A ti que te parece, a cenar con mis amigos.- Le sonríe a la chica como si nada.

Juro que la cara de Dyana cada vez está mas roja, y yo no puedo evitar reírme. Esta me mira molesta, y se dirige hacia mi a pasos agigantados.

- ¿Lo sabías verdad?- Me señala.

-Claro, le invité yo.- Río de nuevo.

Esta se va de mi lado y se sienta en el sofá de mala gana, y rápidamente tiene a Liam en lo alto de ella, esta no para de golpearle pero para él, resulta divertido.


Terminamos de cenar y las risas resonaban por toda la casa, el alcohol ya estaba haciendo efecto, sobre todo en Dyana, que ahora era ella quien no dejaba a Liam.

Me encontraba bastante cómoda, sobre todo estando sobre Morgan, que no paraba de mordisquearme la oreja, haciendo que se me erice la piel.

Me revuelvo hacía él y no puedo evitar besar sus labios deseosa.

Me coge de la nuca y me atrae más a su cuerpo.

-Para Rose..- Le oigo susurrar apartándose un poco más de mí, señalándome hacía los demás.

Tiene razón, me bajo de su regazo y me dirijo hacia la cocina a servirme otra copa.

Me acuerdo de repente de los vestidos, que ni siquiera los he colgado en el armario y tienen que estar súper arrugados. Voy hacía la habitación y sacó de su interior las prendas y las coloco en unas perchas, no se ha llegado a quedar mal, menos mal, lo que me faltaba es que no pudiera quitar las arrugas. Morgan aparece a mi lado, y se queda mirando los vestidos juguetón.

-¿Te los pondrás para mí?- Vacila.

-No creo.- Respondo con mayor vacile que él.

Agarra mis manos y me deja caer inmóvil sobre la cama, haciendo que la risa invada la habitación. Empieza a repartir besos por cada hueco de mi cuello y yo siento que muero con él. El aire empieza a ser pesado, y nuestra respiración se agita.

Se aparta de mí, quitándose su camiseta, dejándome ver su figura, que vuelve a posarse sobre mí. No puedo evitar deslizar mis manos sobre el suave tacto de su piel y cuando todo parece que va a ir bien, la pareja interrumpe en la habitación, haciendo que Morgan y yo nos separemos a la velocidad de la luz.

-¡Pillados!- Grita Dyana.

Cojo una de las almohadas de la cama y se las lanzo, a ellos parece divertirles la situación, pero a mí me ha cabreado bastante, y Morgan lo nota.

-Será mejor que nos vallamos- Comenta, y ellos ceden.

-Cancela tus planes, mañana tienes una cita conmigo.- Dice Morgan en mi oído juguetón.

Me da un rápido beso y me analiza, le sonrío levemente y él hace lo mismo, ambos sabemos lo que casi estaba a punto de pasar. Poco después el silencio inunda mi hogar, dejándome sola con mis pensamientos.


Agradezco que Dyana y Liam hallan recogido todo, es bastante trabajo que me ahorro. Apago las luces y me adentro en la enorme cama. La verdad, no se porque Morgan se ha ido. ¿Se habrá arrepentido? No creo, quizás no sabía como actuar conmigo en ese aspecto, tal vez creyó que volvería a huir como siempre, pero esta vez no era así.


No puedo evitar la sonrisa que aparece en mi rostro, y pronto el sueño invade mis sentidos.














BLACK ROSE🌹©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora