30- PERVERSIÓN

480 37 3
                                    

DAMON

Rose me mira satisfecha.

¿Eso era lo que quería? ¿Que le pidiese que fuera mi novia?

No puedo entender a la gente que necesita tantas etiquetas para todo, no basta con que dos personas sientan algo la una por la otra, no. Tiene que haber un sobrenombre.

- Voy a pensármelo.- Suelta Rose y juro que mi mandíbula va a llegar al suelo.

-¿Me estás tomando el pelo? ¿He dicho todas estas tonterías para nada?-

Es evidente que estoy más que molesto, no sé si se está riendo de mí o el puto alcohol sigue presente en ella.

- No, no te estoy tomando el pelo, tengo que pensarlo.- Dice de nuevo.

-¿Ahora no quieres estar conmigo? ¡Que mosca te ha picado!- Digo mas alto.

Ahora mismo me importa muy poco que se despierten cada uno de los que están bajo este techo.

- Eso solo lo puedes decidir tu si quieres estar o no.- Responde, sus palabras hacen que salga humo de mi cabeza.

- Sigues borracha, está claro.. Sino no entiendo tanta contradicción en menos de dos frases.- Suelto sin más.

La bajo de mis piernas y me levanto, dejándola sentada en la cama, observando cada paso que voy.

Me rasco la nuca molesto y vuelvo a escuchar su voz.

- Deberás decidir si quieres seguir con esta vida, o crear una diferente donde esté yo.. Porque si eliges la primera opción tu y yo no volveremos a encontrarnos.-

¿Pero que cojones le ha pasado a esta chica en tan solo tres horas?

-¿Que quieres que te diga, Rose? ¿Que voy a dejarlo? Porque siento decirte que  no es así.- Respondo mucho mas serio a su discurso.

- Entonces está todo hablado entre nosotros, mañana mismo vuelvo a Washington. - Dice sin más.

Se peina el pelo con los dedos nerviosa, justo en este momento me doy cuenta de que está tapada con una camiseta suya, en vez de la mía que le he dejado en su lado de la cama.

- No vas a irte a ningún lado.- Finalizo la conversación.

Rose abre sus ojos como platos y juro que se está poniendo roja por momentos, en algún momento explotará.

Saco un cigarro de la cajetilla y salgo al balcón de la habitación nervioso.

Hecho de menos algo más de ropa porque estoy seguro de que voy a congelarme aquí fuera.

Me fumo el cigarro lo más rápido que puedo y vuelvo a entrar.

Cierro la puerta del balcón y aumento la temperatura del termostato de la habitación.

- No eres nadie para decidir lo que debo o no debo hacer.- Suelta al fin con descaro.

- Tienes razón, pero seguramente mañana serás otra persona y no pensarás lo que piensas ahora.- Digo volviendo a la cama, pero sin ella a mi lado.

- Estás equivocado.. Llevo mucho tiempo pensando esto.- Contesta firme.

-¿Entonces por qué sigues aquí, Rose?-

Con esta pregunta le he dado un golpe bajo, es lo que quería. Si tanto se ha planteado dejarme, no entiendo porque sigue aquí.

Yo estoy seguro de que la quiero, y por ninguna mierda la dejaría, ella en cambio si.


No dice nada. Me hecho sobre la cama y me tapo con las sabanas, miro una última vez a Rose, pero ella no lo hace.

Sin más cierro los ojos y siento como se tumba a mi lado, pero sintiéndola mas lejos que nunca.
















BLACK ROSE🌹©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora