44- FUTURO

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Saco las maletas del maletero junto a Damon, cargo la mochila a mi espalda cuando mi chico cierra la puerta y nos dirigimos al porche de la casa. No puedo evitar sentir nervios al estar aquí parada frente a la puerta.

Hacía mucho tiempo que no venía, concretamente tres meses, aunque mas bien no es por el tiempo. Si no por todo lo que ha pasado. Sinceramente no pensaba que la pisaría una vez más.

Así es la vida, da las vueltas necesarias para marearte con ella.

Apenas me doy cuenta que Damon ha abierto la puerta y me está esperando a entrar, miro su semblante serio y no puedo evitar soltar un suspiro. Paso por su lado y me besa la frente.

Todo está como lo recordaba, con ese olor tan agradable que me recuerda a él.

Damon coge mi maleta de la mano y se va a la planta de arriba con estas. Me siento sobre el enorme sofá y llevo las manos a mi cabeza frustrada, no paro de darle vueltas a la carta. Significa tanto para mí..

¿Qué debería hacer? Es todo tan difícil y raro. Mi infancia ha sido muy dolorosa, siempre me he sentido un estorbo, ninguna niña quería tener contacto alguno conmigo y se reían de mí por ser la rara que nadie quería adoptar. ¿Por qué me abandonaron? Ni siquiera dejaron una nota que pudiese servirme de algo en años posteriores, ni una visita, un contacto, nada. Sola, así me he encontrado siempre.




-Mira quien viene por ahí.. la rarita.- Dice Allison, sentada en su silla de ruedas por mi culpa, a las demás chicas.

Ando por el largo pasillo escuchando cada cuchicheo que intercambian, me llevo mi pequeña manita al mechón que hay detrás de mi oreja y lo saco, tapando un poco mi cara. Sigo el camino con la cabeza gacha mirando mis zapatos azules, pero una mano me gira con fuerza.

-¿Dónde vas Rose? ¿A una entrevista con una familia? Ah no, no creo que sea eso.- Ríen todas.

-Déjame de una vez Allison.- La enfrento a los ojos y separo su brazo del mío de mala gana.

Salgo del sitio y las sigo escuchando, decido omitir cada palabra que me dedican y salgo al huerto trasero del orfanato en busca del árbol en el que me cobijo cada día. No quiero estar al lado de esas chicas, prefiero la compañía del silencio y un gatito al que alimento y que me hace compañía.

Ahí está el gato negro al que he llamado Marfil estirándose sobre el árbol juguetón.

-Hola Marfil.- Digo sentándome y acariciándolo, este lame mi cara y no puedo evitar reírme al sentir su pequeña lengua áspera.

-Toma, esto es lo que he podido traerte..-

Saco de mi pequeña mochila un tres salchichas y leche, echándolo en un pequeño platito dividido en dos partes. Este ataca la comida sin dudarlo mientras acaricio su lomo, quitándole una rama enredada en su pelaje.

Dejo que coma tranquilo y saco de mi bolsillo un cuchillo que robe de la cocina. Me pongo de pie y llevo el cuchillo al árbol y empiezo a tallar una fecha, debajo de las demás que hay en él, y que son todas mías.

2012.

Justo el año en que me encuentro.

Hoy es 7 de Diciembre, cumplo doce años.. Los doce años que llevo en este orfanato, sin familia, sin amigas, sin cariño. Completamente conmigo misma.

Una lágrima rueda por mi mejilla, entierro mi cara en mis manos y lloro un poco más. ¿Por que nadie quiere adoptarme? ¿Por que la vida es tan mala conmigo?

BLACK ROSE🌹©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora