BLACK ROSE🌹©

23- CALEB

Luego de dos horas donde Damon no paraba de quejarse de lo mal que conduzco, llegamos a mi casa. La vuelta ha sido bastante agradable. 

Me encanta sentirme tan bien como me siento con él.

Aparco el coche y lo miro con una sonrisa superior.

-Has visto, hemos llegado a salvo.- Digo dándole de nuevo las llaves del coche. Este me mira como solo él sabe hacer, no puedo evitar reírme.

-Pues menos mal.- Dice rascándose la nuca divertido.

Bajo del coche y me apoyo en el capó a la espera de Damon.

Me quedo maravillada mirando cada movimiento que hace, la chaqueta de cuero que lleva le queda fantástica, todo le queda fantástico.

Se queda frente mí y no hace nada, no para de mirarme de arriba a abajo, me muero por enredarme de nuevo en él.

Imaginarme de nuevo el movimiento de sus caderas tatuadas impactando sobre mí mientras me regalaba los mejores orgasmos hace que me ponga repentinamente roja.

Le agarro del cuello de la chaqueta y lo estampo en mis labios, Damon me coge la cintura y me estrecha más fuerte. Entro en una burbuja constante siempre que estoy al lado de él y me encanta.

Siento tantas cosas por él en tan poco tiempo que no creo que sea verdad, me ha abierto sus brazos y yo me he tirado a él, sin miedo a equivocarme.

Se separa de mí y me coge de la mano mientras nos encaminamos al porche. Cuando voy a despedirme de él, miro como fija la vista detras mía, y su rostro cambia completamente. Me coloca tras él a la velocidad de la luz y puedo ver aquello que le ha hecho cambiar de esa forma.

La puerta de mi casa está ligeramente abierta, veo como Damon saca de la parte trasera de su pantalón un arma y juro que mi cuerpo se congela.

-Métete en el coche.- Me ordena, pero no hago caso.

-Joder Rose, hazme caso.- Dice más serio que antes clavando sus ojos en los míos como cuchillos.

Le hago caso. 

Cuando entro en el coche Damon lo cierra desde la distancia y entra solo.

He pensado acertadamente en que Damon haría justamente eso, por eso no llegue a cerrar completamente la puerta del coche. Salgo lo más silenciosa que puedo y me dirijo de nuevo al porche.

Me quedo mirando la puerta aterrada, pero aún así decido entrar.

El estómago me da un vuelco cuando veo todos los muebles rotos. La vajilla está partida por el suelo, mis libros con las hojas arrancadas, la televisión hecha añicos.. Parece que ha pasado un huracán terminando con todo a su paso.

No puedo evitar volverme loca mientras miro cada espacio, el miedo se apodera de mí cada vez más, estoy presa del pánico.

-¡Damon!- El grito sale de mi garganta desesperado mientras corro hacía mi habitación.

Veo como Damon mete un papel en su bolsillo, tratando de ocultarlo. Sus ojos se han vuelto fríos pero no puede evitar esconder una preocupación enorme tras ellos.

La habitación esta hecha pedazos, como el espejo que antes tenía en la pared, y la cama esta rajada por algún tipo de cuchillo.

Me llevo las manos a la boca y no puedo evitar que unas lágrimas salgan de mis ojos, estoy teniendo un ataque de ansiedad. No me creo que esté pasando esto.

-Ven aquí.- Damon me agarra con fuerza y mancho su chaqueta del agua que escapa de mí.

-¿Quién ha hecho esto?- No paro de sollozar, Damon no puede responderme, está manteniendo la postura.