BLACK ROSE🌹©

27- REALIDAD

Los ojos de Damon atraviesan a Amara.

No puedo creer lo que estoy escuchando, el corazón me va a mil por hora, y lo peor.. El miedo y el horror invade todo mi ser.

¿Damon mató a su padre? ¿Qué clase de persona haría eso?

Damon se acerca a mí pero lo alejo, no soy capaz de mirarlo a los ojos en estos momentos.

Se separa de mí y va directo a la chica y la estrecha contra la pared, su cara es la misma que la del demonio en estos momentos.

- ¡Eres una zorra, nadie quiere estar contigo porque no vales una mierda, desaparece de mi vista!- Grita Damon contra su cara.

Amara intenta abrir la boca, pero se lo piensa y desaparece victoriosa de nuestro lado.

Sin pensarlo dos veces mis piernas comienzan a andar, quiero alejarme de él, poner un inmenso océano y no volverlo a ver.

- ¡Rose para!- Grita detrás mía, pero no lo hago.

Salgo del restaurante bajo las atentas miradas de los desconocidos que se encuentran aquí y cierro con fuerza la puerta para evitar que Damon me siga, me quito los tacones y comienzo a correr desesperada.

No puedo explicar el miedo que siento de la persona de la que estoy enamorada.

Desde que lo conocí he visto cosas que nunca había visto antes, ni mucho menos me imaginaría que me pasaría.

¿Cómo he podido ser tan idiota? ¿Es verdad que el amor cega?

Es evidente que sí, te pone una venda en los ojos y te deja en mitad del abismo.

Estoy con el líder de la mafia rusa, un narcotraficante, un asesino.... Sus manos están manchadas de la sangre de cientos de personas y yo he girado la vista y he hecho caso omiso a la realidad que me rodeaba.

Soy una estúpida, cualquiera persona en su sano juicio lo pensaría.

La respiración se vuelve más agitada mientras recorro los metros que me separan de aquel lugar.
Pero no me separan de Damon.

Su mano envuelve mi brazo y me gira ante él, una lágrima cruza mi cara cuando veo su rostro indescifrable para mí.

-Rose, escuchame por favor..- Las palabras de Damon suenan como una súplica, pero ya no sé que creer de él.

- Eres un monstruo.- Es lo único que siento y que puedo decir.

Sus ojos se oscurecen bajo la luz de la luna, baja su rostro por unos momentos y vuelve a mirarme, abatido.

- Tienes razón, es lo que soy.- Dice sin más, no sé que es peor, que me contradiga o acepte el hecho de lo que es verdaderamente.

-¿A tu propio padre Damon? ¿Que clase de persona eres? No puedo ni mirarte.. - Quiero hacerle daño con mis palabras de la misma forma que me está haciendo él con sus actos.

-¿Piensas que lo hice queriendo?- Suena duro.

Hinco mis ojos en los suyos como puñales.

- Yo no sé ni quien eres.- Suelto como un susurro.

Damon se queda fijo en el sitio, mis palabras se han hundido en su pecho.

- ¡Yo no maté a mi padre joder! ¡Esa bala no iba para él! ¿Acaso voy a tener que estar pidiendo perdón eternamente? ¡Y una mierda!- Se revuelve en el sitio, llevándose las manos a la cabeza frustrado.

El hecho de que no halla sido algo planeado me hace sentir mejor, pero nada cambia, siento asco de la persona que tengo frente mí.. Bueno, si se le puede llamar persona.