BLACK ROSE🌹©

20- MÍA

DAMON

Hundo la cabeza entre las almohadas, quedando boca abajo y decido cerrar los ojos. Ahora la cama me resulta mas cómoda que otras veces, pero el molesto sonido de un abrir y cerrar cajones me impide dormir como quisiera.

-¿Puedes dejar de hacer ruido?- Digo sin apenas ganas de hablar.

El silencio aparece por fin a mi alrededor, pero se acaba rápido cuando siento una almohada impactar contra mi espalda.

-¡Tendrás cara.. Encima que te estoy haciendo la maleta!- Suelta Rose demasiado exagerada.

Me doy la vuelta y arranco la almohada de sus manos.

-Así mejor.- Digo para cerrar los ojos de nuevo.

En eso Rose se pone encima mía e intenta quitármela pero en vano, es evidente que tiene mucha menos fuerza que yo, pero aún así lo intenta.

-Te vas a hacer daño princesita.- Digo divertido, Rose cambia su cara y decide tirarme del pelo.

Eso si que no.

La cojo por sorpresa y la hundo debajo mía, dejando caer todo el peso de mi cuerpo sobre ella, esta me mira con sus perfectos ojos miel y yo no puedo evitar morderle el hoyuelo de su mejilla.

-¡No, déjame!- Dice intentando sacarme de lo alto.

-Métete aquí conmigo, olvídate de la estúpida maleta- Sugiero.

Rose se lo piensa, pero no cede. Es demasiado orgullosa como para dejarse sucumbir.

Salgo de la cama finalmente, todo el sueño que tenía se ha disipado en el aire. Rose me mira intrigada cada movimiento que hago, le quito la camiseta que tiene en las manos y me la coloco en vez de dejar que la guarde.

Me coloco sentado en la repisa de la ventana mientras saco un cigarro de la cajetilla y lo enciendo entre mis labios, mi mirada se desvía al perfecto cuerpo de Rose ocupado únicamente con una camiseta roja, no me ha faltado tiempo para quitarle los pantalones, me encanta ver como sus piernas andan de un lado a otro.

-Oye Rose.- Llamo su atención haciendo que deje aquello que ocupa su mente.

-Dime.- Me encanta la manera en que se mete el mechón tras la oreja nerviosa.

-He reservado habitación en un hotel.- Contesto dejando salir el humo de mi interior.

Rose me mira confusa y se levanta del suelo, dirigiéndose a mí extraña.

-¿Por qué has hecho eso?- Pregunta.

-No creo que necesites una respuesta..- Tiro el cigarro por la ventana y me giro hacia ella, colocándola entre mis piernas, frente a frente.

El color de sus mejillas se encienden enseguida. Es evidente que no quiero estar bajo el techo de nadie. Deseo estar a solas con ella, fuera de toda la mierda que nos rodea y centrarme únicamente en Rose. Quiero perderme en su cuerpo de una vez por todas, no puedo seguir manteniéndome como si nada, cuando cada vez que me toca hace que pierda los nervios.

Deseo beber de ella hasta saciarme de una vez por todas, que sepa lo que la deseo y disfrute de todo lo que quiero darle.

-Era solo una simple pregunta, yo también pienso lo mismo que tú..- Dice demasiado sincera, joder la manera en que muerde el interior de sus mejillas me vuelve loco.

Estampo mis labios con los suyos sin siquiera pedir permiso, estoy absorto en ella, jamás pensé que podría pasarme esto, pero Rose es así, aparece y deja huella. Es mi infierno personal. Solo ella me hace arder de la manera en que lo hago.