.Prólogo.

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Siempre dicen que comenzar una historia es difícil, ¡Y vaya que lo es! Es complicado empezar el primer párrafo, ¿Por qué? Por qué debes atraer la atención del lector.

Realmente no sé como hacerlo, siempre me ha costado bastante atraer desde el primer párrafo la atención, pero ahora mismo lo acabo de conseguir, acabo de llamar tu atención.

Y ahora que te tengo leyéndome de manera confundida aprovecharé para contarte todo.

Todo empezó el 14 de Mayo, cuando papu consiguió encontrar a los hijos de puta de la mafia, ese día, se hizo un... Un operativo para hacerles una emboscada... Por desgracia sabían que iríamos y encima eran buenísimos con las armas.

Fue una guerra... Difícil... Muy sangrienta siendo sinceros, en esa guerra perdí a muchos compañeros, amigos... También perdí mi vida, en ese desierto perdí mi vida, bueno la mitad de ella.

Gustabo.

Perdí a la persona que más amaba.

Sin exagerar sentí que me moría. Me ahogaba en mi propio llanto mientras disparaba cubriéndolos, intentando salvar nuestra vida. 

“Nunca pierdas esa luz que te caracteriza.”

Dijo en su último aliento.

Cuando todo termino, lance el arma lejos lleno de rabia y lloré, llore como un niño abrazando al cuerpo inerte de mi amigo, hermano, vida. 

—¡Decidme qui...!

Gustabo y yo siempre vimos al intendente como un padre que nos protegía de cualquier peligro.

—¡Conway! —grito Horacio sollozando de manera ahogada.

Siempre que hemos necesitado algo hemos ido a papu. Es nuestro salvador, bueno... Es mi salvador.

Sin exagerar, cuando pierdes a alguien que has amado de manera incondicional, que has compartido tu vida, tus peores recuerdos... Sientes que mueres junto a esa persona.

El día del funeral de Gustabo fue la última vez que el cuerpo Nacional de policía me vío. Esa misma noche... Desaparecí.

Es hipócrita, lo sé.

“¡Los problemas me los como!” Grito a todo pulmón siempre, más cuando uno grande aparece decido huir de la manera más cobarde que se puede. 

Un año. Desaparecí un año.

Vivía en un hotel de mala muerte en la ciudad en la que conocí a mi hermano, me la pasaba borracho y drogado evadiendome de la realidad, bueno, intentaba hacerlo.

Todos los días tenía millones de llamadas.

“¿¡Dónde estás, capullo de mierda!?”

Todos estaban preocupados.

“Le extraño...”

Sabía que me buscaban, lo veía en el periódico que Emilio me enviaba por correo.

“Aquí estoy, para lo que necesites”

El único que sabía de mi ubicación era Emilio escobilla, es más, el me ayudó a subir al tren y me sonrió de manera alentadora diciendo que todo iría bien.

Oh amigo, todo fue peor. Me sentí más solo de lo normal.

El 14 de mayo después de en año justo, volví a Los Santos, sabía que lo que hacía era demasiado cobarde, egoísta e inaceptable.

Volví entre llantos desolados, caminando con pasos tropezosos, con mis pocos sentidos toque la puerta de esa casa que tantos recuerdos tenía.

—¿¡Quién coño...!? —Conway enmudeció observando al chico que lloraba desconsoladamente —. Horacio...

—Lo siento por haberme ido... Papa —sollozo limpiando sus lágrimas, más estás no dejaban de bajar por sus mejillas, el intendente se acercó al chico abrazándolo con fuerza. 

Gustabo siempre me decía: “Nunca pidas nada a nadie, le darás el poder de hechartelo en cara cada vez que quiera"

Y siempre acata esa norma o como quieras llamarlo.

—¿¡Horacio!? ¡Joder! ¿¡Eres... Tu!? —exclamó lanzándose encima de mí.

Pero entonces volví a mirarte a los ojos, volví a sentir tus brazos rodeando mi cuerpo y entendí algo.

Te amaba y solo te pedía una cosa.

Ámame.

Te pido que me ames o te vayas.

Por qué yo no me conformo con solo un poco, yo lo quiero todo o nada.

Solo te pido que me mires a los ojos y decidas pasar un largo tiempo a mi lado. Qué tomes mi mano en un momento difícil y la beses seguido de sonreírme cálidamente diciéndome que todo irá bien. Te pido mucho, pero no demasiado.

Ámame y ayúdame a sonreír de nuevo, sin tener un nudo en la garganta que me haga llorar.

Por qué reírse a carcajadas sientiendo que tus ojos pican y un nudo en la garganta que te impide hablar, duele. Es la peor tortura que puedes tener.

—Estoy muerto en vida —susurró.

—Me encargaré de revivirte.

—¿Me lo prometes?

—Te lo juro —le sonrió de manera cálida.

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

Nueva historia amikaaas. Se parece al final de la historia de Mataría.2. SEP, me inspiré en ella.

También dije que sería bonita y experimentaría, pero resulta ser más sad JAJAJAJA.

Es broma.    

(O... No...)

Haber es sad, pero se irá haciendo tierna, (creo).

NO tengo internet, de ahi a que no de señales de vida, me agarró a cualquier Antena wifi por qué gaste todos mis datos viendo Twitter, si, gaste mis pocos datos en eso.

Gracias por tanto, perdón por tan poco.

Un beso.

—N.G.A

Ámame. VOLKACIO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora