8.- El avatar Roku

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Narra Ann

Ibamos camino a un templo a hablar con la estatua de Roku en la nación del fuego ¿Genial no?

Lo que paso es que cuando Aang estaba en su mundo espiritual un dragon lo guió a la estatua y ahora debe hablar con ella, lógica de Avatar.

Aang no quería arriesgarnos nos costo bastante convencerlo de que nos dejara acompañarlo a su aventura, y con "nos costo bastante" me refiero a que Katara solo tuvo que hacerle unos ojitos para que el enamorado Avatar accediera.

Íbamos muy rápido porque aunque salimos de noche aun nos quedaba lejos, nos encontramos con la grata sorpresa de que el general flamita nos seguía , como siempre. Why are you so obsessed with us? y nos lanzaba fuego y por si fuera poco había un bloqueo de barcos de la nación del fuego.

—¡Por eso no quería que vinieran es muy peligroso!—Grita Aang en las riendas de Appa.

—¡Por eso nos necesitas aquí!—Y con "nos necesitas" me refiero a mí. Digo Katara es genial pero no controla muy bien el agua para ser maestra y pues Sokka es Sokka.

—¡Rompamos el bloqueo!—Grita el valiente Sokka, como si su boomerang fuera hacer algo contra los barcos.

El bloqueo de barcos nos lanza bolas de fuego, Appa esquiva como puede mientras intento ayudarle con aire control, todo iba bien entre comillas hasta que Sokka cae y sin pensarlo salto con el... sin mi planeador, lo se ¿Muy lista no? Con aire control llego a el y el se aferra a mi cintura, nota que no traigo el planeador y me ve asustado.

—¿Alguna vez me vas a rescatar tu?—Intento sonar segura de mi misma como si hubiera dejado mi planeador a propósito pero se que caeremos al agua, afortunadamente Appa nos atrapa.

—Pues nos rescato Appa, tu solo te lanzaste por mi—Me pone ojitos de perro.

—Por segunda vez en dos días—Sigue sonriéndome y lo aparto.

—¡Chicos no es momento!—Grita Katara y al verla entiendo, una bola de fuego viene directo a nosotros, me toca salvarlos debo redimirme después de la estupidez que cometí.

—¡Yo puedo!—Salto lista para darle una parada destructora y sorprendentemente esta chica de poco mas de unos 40 kilos destrozo una bola de fuego, el impulso me lleva hacia atrás y los hermanos me atrapan.

—¡Eso Ann!—Me vitorea el cabeza de aire, y con algo más que suerte logramos cruzar el bloqueo.

Al atardecer llegamos a una isla, con un volcán y un templo porque pues nación del fuego ¿no? Que quede claro que son calientes y queman.

Appa baja a un escondite muy cansado todos menos Sokka estamos haciéndole cariñitos por su esfuerzo.

—¿Estás muy cansado no?—Me gusta hablar con Appa en mi cabeza el me contesta y es muy genial.

—¡No, estoy bien, fresco y listo para pelear con los maestros fuego!—El guerrero Sokka contesta.

—¡No te metas en mi conversación con Appa!—Suelto sin dirigirle la mirada, debo mantener mi distancia con el, ya se le esta subiendo a la cabeza. Los chicos ríen.

—¡Pues yo estaba hablando con Momo!—Me contesta avergonzado.

El templo es como la torre del malo de Kung fu panda 2, alta se le ve que dentro tiene mil escaleras.

Entramos demasiado fácil pero nos emboscaron ancianos protectores maestros fuego.

—¡Corran yo me encargo!—¿Acaso Aang se escucha? El es el que tiene que ver la estatua.

La amiga de Aang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora