24.-El pantano

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Narra Ann

Volábamos en Appa cada quien por su lado, por mi parte iba bastante alejada de Sokka, no solo porque aun no estaba del todo cómoda con el, también porque su estomago no dejaba de rugir, hasta Momo estaba lejos de él.

Estaba por quedarme dormida cuando noto que Aang empieza a descender.

—¿Hay alguna razón por la que bajes?—Me gana la pregunta Sokka.

—Siento que el pantano me llama—No lo había notado hasta ahora, pero el pantano si tiene algo como un iman para lo espiritual.

—Espero te llame a donde hay comida—Le tiro una mirada asesina a Sokka.

—Yo también lo siento calvito—Procedo a acomodarme junto a el en las riendas de Appa.

—Tenemos que seguir adelante, hay algo siniestro en este lugar—Asegura Katara, casi se me sale un "¿oigan quien le pregunto?", hasta que Appa y Momo se quejan.

—Bueno si todos se sienten así, seguiré adelante—Como odio lo fácil que sede mi querido amigo pacifico.

—¡¿Hola?!, literalmente te dije que yo también sentía que nos estaba llamando—Suelto molesta y me gano su típica mirada de perrito disculpándose.

—Tal vez quieran ir más rápido—Ordena el valiente líder Sokka que no a hecho nada en todo el día más que dejar que su panzota hable por el.

—¿Tal vez quieras llevarnos en chinga tu en tu lomo?—Contesto, Aang voltea a verme con ojos de plato ¿Que? Siempre insulto a Sokka ¿Que esta mal?

Los chicos empiezan a gritar atrás y Aang me hace voltear, genial, un gran tornado salió de la nada, con una mirada nos ponemos de acuerdo y juntos usamos nuestro aire control para crear una esfera de aire la cual nos envolvía y nos mantenía a salvo.

O al menos unos segundos.

Terminamos cayendo en picada con la fuerza del tornado, no pude ni abrir mi planeador con trabajo logre usar mi aire control para caer despacio igual que Aang, obviamente los hermanos no corrieron la misma suerte y cayeron directo al agua del pantano.

Bueno, yo les dije que el pantano nos llamaba.

—¿Dónde están Appa y Momo?—Pregunta preocupado Aang, ¿Cómo no note que no estaba un bisonte?

—Vamos a las copas—Le ordeno y subimos.

Narra Sokka

Al bajar de las copas los chicos no se ven muy felices, es obvio que va ser muy difícil encontrar a Appa y Momo entre tanta vegetación.

—¡Traes una sanguijuela en el codo!—Me grita Katara.

—¡¿Donde?!—Pregunto mientras me busco la sanguijuela.

—¿Donde crees?—Contesta Katara y efectivamente estaba en mi codo.

—¡¿Porque todo siempre se pega a mi?!—Procedo a quitarme la sanguijuela mientras pienso que en realidad lo único que quiero que se me pegue es Ann.

La volteo a ver y esta observando todo con sus enormes ojos cafe, a ella le encanta estar entre la naturaleza pero dudo mucho que un pantano sea igual de bonito que una pradera llena de flores, lo único que se es que Ann es bonita en los dos lugares.

Intenta abrirse paso entre mil lianas así que tomo mi machete para ayudarle, a la primera que rompo me gano un regaño.

—¡Tienes que ser amable con el pantano Sokka!—Dice mientras toma mi machete entre sus pequeñas manos de maestra aire, no puedo evitar poner cara de "Wtf" son plantas. En un pantano. Un pantano más grande que mi ego.

La amiga de Aang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora