La amiga de Aang

21.-El estado Avatar

Narra Ann

Después de lo sucedido en el polo norte íbamos camino a buscar un maestro tierra en barco.

Estaba durmiendo entre comillas porque no lo lograba cuando mi calvo amigo se levanto y salió del cuarto, volteo a ver a donde Katara y al fin no es ella la que se levanta y va apoyar sino que voy yo.

Voy con el al borde del barco, se veía perdido mirando el agua, como extrañaba estar a solas con el aunque me gustaría que no fuera porque se levanto en medio de la noche.

—¿Estas bien Aang?—Me atrevo a romper el silencio, me voltea a ver algo perdido.

—Solo tuve una pesadilla—Contesta y regresa la vista al océano.

—Pensé que ya habíamos superado el habernos congelado 100 años—Digo mientras lo abrazo de lado y me uno a ver el océano.

—Estaba en estado Avatar, pero yo estaba fuera de mi cuerpo, me asuste, me dio miedo de mi mismo—Lo dice tan quebrado que me aguanto las ganas de abrazarlo protectora, se que en este momento no necesita una madre sino una amiga. A decir verdad Aang no es alguien que de miedo, es el Avatar pero sigue siendo un niño de 12 años, calvo. El único punto donde tuve miedo de el fue en el templo del Sur pero no debería mencionarlo.

—Estoy segura que cuando aprendas como controlarlo no te dará miedo—Aang al fin me ve y me abraza, me pone muy contenta.

—Te extrañaba Ann—Lo suelto para verlo con mi cara "molesta".

—Que va, te encanta que Katara te consuele—Le levanto la ceja y logro hacerlo reír.

—Tal vez me gusta un poquito—Dice mientras hace la seña de poquito con la mano y le devuelvo la sonrisa.

—Déjame ser madrina—Comento divertida mientras lo tomo del brazo para que me siga a los cuartos a dormir un poco.

—¡Espera!—Me detiene.

—¿Sucede algo?

—Solo si yo soy el padrino cuando te cases con Sokka—Me giña el ojo y la sangre se me sube.

—¿Disculpa? No me gusta Sokka—O eso quiero creer, aun no lo averiguo, Aang no tiene porque saber eso.

—Vi como te pusiste celosa Ann—Me codea, y quedo en blanco.

Tal vez si estaba un poquito celosa pero era porque moría de frío y Sokka no me dio su abrigo, cosas totalmente normales de amigos.

—No estaba celosa—Aang suelta una carcajada y lo callo poniendo mis manos en su boca—¡Shh! Te van a escuchar—Aang sube las manos en señal de que se quedara callado y lo suelto.
—Estaba sola, Katara y tu vivían juntos, así que Sokka y yo nos hicimos mas cercanos pero al llegar Sokka solo pensaba en su princesa y quede sola con Momo, ademas no me presto su abrigo y se lo dio a la princesa del polo Norte como si le hiciera el frío—Creo que lo último si me hizo sonar celosa.

—Lo que dije Ann, estabas celosa—Ríe un poco para después volver a ser el serio Aang—Lo siento por dejarte sola—Me da su brazo, lo perdono y juntos vamos a dormir.

Narra Sokka

Me costo mucho poder dormir, porque Yue no dejaba de aparecer en mis sueños y el salir del cuarto a ver la noche no era una opción pues la Luna estaría ahi recordándome a Yue, y el hecho de que me despertaran temprano tirándome de la cama no me hizo muy feliz.

Estábamos preparándonos para irnos volando en Appa y dejar el barco, cosa que emocionaba a Ann pues estaba un poco mareada.

El maestro Paku nos cito antes de irnos para darnos la despedida, a Katara le regalo agua sagrada, a Aang pergaminos y decidió ignorar la existencia de una maestra aire y de un dolido pues su primer beso se convirtió en la Luna.