12.-Tormenta

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Narra Ann

Un ruido nos despierta a todos y es el pobre de Aang que a vuelto a tener una pesadilla.

—Lo siento chicos regresen a dormir—Nos dice apenado, estoy apunto de contestar cuando Katara se adelanta.

—¿Estas bien? Haz tenido muchas últimamente, ¿Quieres hablarlo?—Del 1 al 10 ¿que tan mal esta que me moleste que Katara me quitara el puesto de su psicóloga?. Creo que 10.

—¡Yo también tuve un sueño rarísimo!-Grita Sokka queriendo ser el centro de atención como siempre, lo volteo a ver con una mirada que lo manda a dormir, quejándose bajito que de todas maneras no quería contarlo.

—Estoy bien, regresen a dormir—Le sonrió a mi flechita.

—No me lo tienes que pedir dos veces—Y regreso a lo mío.

Cuando despierto empiezo a llenar la montura de Appa con nuestras cosas todo iba bien hasta que Katara pronuncia tres palabras "No tenemos comida".

—¡Es justo lo que soñé!—Ya que Sokka pide a gritos que alguien le pregunte sobre su sueño rarísimo le preguntare.

—¿Que pasaba en tu sueño?—Le dije fingiendo interés.

—La comida nos comía—Contesta ¿Porque no estoy sorprendida?

—Tendremos que ir al mercado—Señala Katara.

Al llegar no entiendo el porque a Katara finge que puede pagar cuando sabe que no tenemos ni una moneda. Obviamente no nos dan ni una manzana, mientras Katara y Aang están concentrados buscando una solución a Sokka y a mi nos cae una en bandeja de plata. Dos ancianos discutían, el señor alegaba que hacia buen clima para pescar mientras la señora alegaba lo contrario, que vendría una gran tormenta. A mi no me lo precia pero si la anciana lo sentía en sus huesos quien soy yo para decirle lo contrario.

—¡No te ayudare a Pescar!—Grita ofendida la señora.

—¡Pues contratare a quien lo haga!—Grita el señor. Bingo.

—¡Yo voy!—Grito al unísono con Sokka, quien me voltea a ver emocionado y sonriente. Genial más tiempo de calidad con el.

—Deberíamos buscar refugio—Dice Aang, y aunque no quiero contradecir los huesos de la señora necesitamos dinero.

—Deberíamos conseguir dinero—Le corrijo.

—Y ya tenemos como, Ann y yo podemos ir, ustedes espérenos en el "refugio"—Sokka se me une.

Pasa la tarde mientras subimos cosas al barco y ahora veo con claridad la tormenta.

—No creo que sea buena idea que vayan—Aunque este de acuerdo con Aang tenemos que comer.

—¡Deberían escuchar al chico con tatuajes!—Grita la anciana y por alguna razón eso hace click en la cabeza del señor.

—Tu eres el Avatar—Se dirige a  Aang y como siempre Katara esta ahi para darle la razón.
—Yo no estaría tan orgulloso, le diste la espalda al mundo 100 años—Fue lo único que pude rescatar del sermón y cuando estoy por detenerlo Aang huye en su planeador, debe de avergonzarse mucho de haber huido pero no lo culpo ser Avatar es una gran responsabilidad para un niño, y aun lo sigue siendo, corro a buscar mi planeador y al voltear Katara ya esta siguiendo a Aang en Appa.
No puedo no gritar del enfado ¡Se supone que soy yo la que debería ir tras el!

El apretón de Sokka en mi hombro me hace reaccionar.

—No te preocupes—Me sonríe cálidamente—Mi hermana lo va cuidar bien—No lo dudo Sokka pero yo debería de hacerlo, aun así le agradezco el gesto y me reprimo de hablar de mis sentimientos encontrados con que Katara este tomando mi puesto, y sigo con el plan inicial de conseguir dinero para comer.

La amiga de Aang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora