17.- Los planeadores

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Narra Sokka

—Por eso viajeros la próxima vez que crean escuchar un intenso cotorreo miren bien puede que no sea un loro gigante si no un hombre volador de un grupo secreto de hombres pájaro que se ríen de la gravedad y de aquellos que están amarrados a la tierra—Y al fin el hombre termina la historia, llevamos un rato sentados al rededor de una fogata con extraños. Aang y Katara están bien después del incidente sentados juntos mientras la enana de Ann esta sentada abajo del tronco en medio de ambos, me pregunto si esa es su manera desesperada de estar con Aang cuando el no le presta atención.

—¿No es emocionante un cuento de maestro aire?—Tan emocionante como comer ensalada diría yo Aang.

—¿Que genial seria asustarlos no?—Susurra Ann hacia Aang pero es bastante ignorada, incluso interrumpida por mi hermana, pobre Ann no entiendo porque hace tanto esfuerzo.

—¿Es una historia real? ¿Es así como era antes?—Katara solo ocupa existir para que la atención de Aang este en ella y no en su "hermana".

—Siempre me rió de la gravedad—Le sonríe pícaro el cabeza aire a mi hermano, me encuentro a mi mismo buscando a Ann que no se en que momento se levanto y se fue, no se porque me importa supongo que es porque me siento ignorado también.

La veo caminando hacia el cuentista y me levanto acompañarla, ni siquiera nota mi presencia.

—Es genial escuchar historias de maestros aire más cuando tu bisabuelo los conoció hace 100 años —Ann lo elogia educada y la cara del hombre cambia por completo.

—¿100 años? ¿De que hablas niña? Este hombre vio a los hombres pájaro ayer—¿Dijo lo que creo que dijo? Volteo a ver a Ann y no puede disimular su felicidad, me voltea a ver con sus enormes ojos brillantes y me toma del brazo corriendo hacia los chicos a escupirles toda la información.

Obviamente a la mañana siguiente decidimos que iríamos en su búsqueda, no se en realidad que tan verídico y convincente sea guiarnos por lo que dijo un señor chiflado frente a una fogata pero es imposible decirles que no a dos maestros aire que solo quieren sentirse en casa otra vez.

A la mañana siguiente ya vamos en Appa en busca del templo aire del norte, los cabeza aire están emocionados al frente con Appa mientras voy atrás tallando un ave en madera para mas al rato.

—¿Crees que encontraremos maestros aire de verdad?—Pregunta entusiasmada mi hermana y por alguna razón encuentro a mis ojos café favoritos viéndome de lejos.

—¿Quieres que sea como tu? ¿O que sea honesto?—Mi respuesta no solo molesto a mi hermana, si no también a mis ojos cafe favoritos.

—¿Me dices mentirosa?—Mi hermana contesta indignada.

—Solo digo que eres optimista, muy optimista—Contesto, y al buscar leve con la mirada noto como la mirada de Ann se aparta por completo de mi. ¿Lo siento? Supongo.

—¡Miren eso!—Gritan los maestros aire, y puedo ver el templo aire del norte ¿Con gente volando?

—¡Verdaderos maestros aire!—Se une a los gritos Katara.

—No lo son—Casi dice para si misma Ann.

—¡Pero están volando!—Intento sonar optimista como Katara.

—Planeando pero no volando, se nota por la forma en la que se mueven—Explica Ann.

—No tienen espíritu—Alega Aang.

Si bueno no tengo algo que agregar.

De repente los chicos voladores se nos unen al vuelo en sus planeadores, Aang toma el suyo rápido y va hacerles competencia, Katara grita porras a nuestra flecha mientras Ann se ve indecisa entre salir planeando o no.

La amiga de Aang Donde viven las historias. Descúbrelo ahora