27 de Marzo.

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Era su cumpleaños, así que entró caminando altiva a la universidad. A pesar de eso, Lisa nunca parecía lejana; por el contrario, parecía cálida y misteriosa, por lo que mucha gente quería acercarse a ella, y aprovecharían la ocasión para hacerlo. Llevaba una minifalda de prenses negra, una camisa de seda blanca, botines de tacón negros y un bolso rojo que contrastaba a la perfección con el resto de su atuendo.

En cuanto estuvo dentro del campus, no paró de saludar personas, conocidas y desconocidas, que se acercaban con una sonrisa a desearle un feliz cumpleaños. Al llegar frente a su salón de clases, se encontró con Joe, su novio y Rosé, su mejor amiga. Ambos la esperaban sonriendo, él con un ramo de flores y uno de esos pequeños estuches de terciopelo, típicos de las joyas; Rosé, por su parte, con una caja de regalo en sus manos. 

Una vez se encontraron, Joe abrazó a Lisa por la cintura, la alzó durante un instante y la besó, luego le entregó las flores y el estuche.

- ¡Joe! No tenías que molestarte, sabes que no me fascina mi cumpleaños.

- Lo sé, mi amor, pero quiero que sepas que celebro cada instante de tu existencia. ¡Anda! ¡Ábrelo!

- A ver... - Dijo Lisa mientras abría su regalo - ¿Una cadena de oro? ¡No tenías que hacer esto, Joe! Te amo, gracias - Dijo, dándole un cálido beso en los labios.

- Muy bien, tortolitos, ahora el mío - Dijo Rosé abrazando a Lisa y dándole la caja que contenía su regalo.

- Tú sí debías. Mejor no me decepciones ¿Eh, Rosé? - Dijo Lisa entre risas.

Cuando abrió la caja, descubrió un pequeño porta retratos con una foto de las dos de hace exactamente 15 años, en la primera fiesta de cumpleaños de Lisa a la que asistió Rosé. Además, había una carta, un par de los chocolates favoritos de Lisa y una pulsera con el número 20. 

Al ver todo eso, los ojos de Lisa se llenaron de lágrimas, así que se limpió un poco y se acercó a abrazar a Rosé.

- Te amo, mejor amiga - susurró en su oído mientras la abrazaba más fuerte.

- Yo te amo a ti, veinteañera. Espero que seas muy feliz.

- Tengo clase de interpretación en 5 minutos, te amo profundamente y te espero al salir para almorzar juntos ¡A ti también, Rosé! - Dijo Joe antes de darle un beso a Lisa e irse a su salón.

- Yo también tengo que irme. Te veo a medio día, amiga - Dijo Rosé y se despidió con un beso en la mejilla.



La clase había sido eterna, especialmente ese día. Lisa no estaba de ánimo para estudiar historia de la danza ese viernes, en lo único que pensaba era en salir de allí, descansar un poco en la tarde e ir a la fiesta que habían preparado por su cumpleaños esa noche. Estaba segura de que toda la universidad estaría allí.

Por fin, el profesor se despidió de los estudiantes indicándoles lo que debían leer para la clase siguiente. Lisa empacó sus cosas, no había tomado muchos apuntes de la clase, había estado algo ausente. Al salir, se encontró con Rosé y Joe que la esperaban para almorzar.

Fueron al restaurante al que hace unos años habían empezado a ir Rosé y ella para celebrar los cumpleaños de ambas, ya se había convertido en una tradición. Ordenaron el mismo plato de siempre y conversaron de cualquier cosa mientras comían. Al terminar, Joe las llevó a casa de Lisa y ella y Rosé se dispusieron a pasar la tarde juntas.

Una vez en casa, se dirigieron a la habitación de Lisa, estaban solas. Se tumbaron en la cama y empezaron a recordar los cumpleaños que habían compartido juntas, cada uno mejor que el anterior. En medio de la conversación, Lisa se quedó en silencio y luego dijo en un tono de voz más bajo y apagado de lo habitual:

- Rosy, no estoy enamorada de Joe. Lo amo, me gusta pasar tiempo con él, aprendo cada día de él, es un bailarín increíble. Me gusta verlo en sus presentaciones de Ballet, amo a su familia, me parece un hombre maravilloso y muy atractivo, pero no estoy enamorada de él.

- Lili, no es la primera vez que me dices eso. Tampoco te he escuchado nunca decir que estás enamorada.

- Es porque creo que nunca lo he estado.

- ¿Qué le falta a Joe para que te enamores de el?

- No sé, Rosy, pero no lo siento. Cuando lo beso no siento lo que otros dicen que se siente estar enamorado. Me gusta sentirme protegida por él, amada por él, pero no creo compartir lo mismo que él siente. - Y después de un suspiro, agregó - Además, no me conoce.

- ¿A qué te refieres con que no te conoce?

- Ro, no sabe que me gusta el rap, no sabe que saco fotos, no sabe ni siquiera que no estoy enamorada de él. Y ya llevamos un año juntos, creo que era hora de que me conociera mejor.

- ¿Qué piensas hacer entonces?

- Creo que debo decirle, pero hoy no es el momento.

- Estoy de acuerdo, creo que hoy sólo debemos concentrarnos en ti, en tu fiesta y en vernos espectaculares; toda la universidad va a ir a esa discoteca.

- Ya sé ¿probamos vestidos?

- Me encanta la idea.

Por primera vez. [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora