Louis.

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Lisa despertó temprano, la noche anterior habían estado hablando largo rato, Jennie le había contado anécdotas de su infancia y su escritura, le había cantado algunas canciones con una guitarra que había en la sala y, finalmente habían subido a la habitación de Lisa y habían puesto una película hasta quedarse dormidas. Lo primero que vio Lisa al abrir sus ojos, fue la tierna cara de Jennie mientras dormía. Lisa se levantó de la cama con cuidado para no despertarla y caminó a la repisa que tenía en una de sus paredes, tomó la cámara de su abuelo y regresó al lado de Jennie, aprovechó que estaba en la misma posición y le tomó dos fotos, cuando se revelaron, las observó durante unos segundos y las puso sobre su mesa de noche. Quería aprovechar un poco más ese instante, se acostó mirando a Jennie y, en algún momento, después de observarla largo rato, se quedó dormida de nuevo.

Jennie despertó, no era muy temprano pero la noche anterior había sido maravillosa. Se levantó de la cama con cuidado para no despertar a Lisa, recogió su cabello y se miró un instante en el espejo de la habitación. Llevaba puesta una sudadera y un saco que Lisa le había dado para dormir. Bajó a la cocina y buscó todos  los ingredientes que necesitaba para hacerle un desayuno delicioso a Lisa. Preparó waffles y les puso fresas y crema encima, picó algo de mango y lo puso en unos pequeños platos, preparó chocolate frío en la licuadora para que tuviera mucha espuma, hizo algo de pan tostado con mermelada y mantequilla y además, sirvió una taza de café para cada una. Organizó el desayuno en una bandeja, subió y dejó el suyo sobre la mesa de noche procurando hacer el menor ruido posible, luego, subió el de Lisa. 

Cuando estuvo en la habitación, se sentó al lado de Lisa que dormía apacible, puso la bandeja sobre la cama y movió un poco a Lisa. Al ver que no se despertaba, se acercó y le dio un beso en la mejilla, tomó su desayuno de la mesa de noche y, se dio cuenta de las fotos que Lisa le había tomado mientras dormía. Las observó un momento, eran muy bonitas, las puso sobre la mesa de nuevo y se llevó su desayuno a su lado de la cama. Movió a Lisa nuevamente y esta vez, abrió un poco los ojos.

- Despierta, linda, te hice desayuno.

Lisa se estiró un poco y frotó sus ojos. Miró a Jennie con una gran sonrisa y dijo:

- Buenos días ¿Sigo soñando? No me despiertes.

- Así que sueñas conmigo - Dijo Jennie divertida.

- Me descubriste - Respondió Lisa acercándose para besarla -. Este desayuno se ve delicioso, gracias.

- Espero que te guste ¿Puedo preguntarte algo?

- Claro, dime.

- ¿Por qué me tomaste esas fotos mientras dormía? Las que están en tu mesa de noche.

Lisa estaba muy apenada, las fotos eran para su álbum y no se suponía que Jennie las viera. Se cubrió la cara con ambas manos y se quedó en silencio durante varios segundos.

- Jennie, yo... No quise incomodarte, sólo estabas durmiendo y te veías tan tranquila, tan segura a mi lado que quise poder tener ese momento para siempre ¿Estás molesta?

Jennie se acercó con una sonrisa y la miró a los ojos mientras sostenía su cara.

- Claro que no estoy molesta, me parece hermoso - Dijo y la besó con delicadeza.




Después de aquella noche, Lisa y Jennie se habían vuelto cada vez más cercanas. Todos los días antes de dormir, Jennie llamaba a Lisa para recordarle que no estaba sola y al despertar, le dejaba un mensaje saludándola y contándole lo que había soñado. Lisa, por su parte, todos los días compartía nueva música con Jennie, le enviaba fotos de las cosas lindas que encontraba, de personas, de calles, de flores. Intentaban verse cada vez  que tenían oportunidad de hacerlo y así habían transcurrido algunas semanas.

Era 28 de abril, y Jennie quería darle algo especial a Lisa , pues se cumplía exactamente un mes de haberse conocido. Días atrás, había contactado un refugio de animales de la ciudad y había hecho una visita, todo sin contárselo a Lisa, pues deseaba darle una sorpresa. Durante su visita, pudo ver los gatitos que habían nacido un par de semanas atrás, entre todos ellos, uno blanco con gris de grandes ojos azules llamó su atención, así que decidió que ese sería el gatito que le regalaría a Lisa. Lo dejó en el refugio unos días más, para que compartiera con sus hermanos; durante esos días, habías visitado diferentes tiendas para mascotas y había comprado varias cosas para él.

Jennie se presentó en el refugio en la mañana, luego de haber comprado algunos ingredientes, pues debía ir a casa de Lisa a preparar el almuerzo. Durante esas semanas, Jennie se había vuelto cercana a Rosé y esta le había dicho que el gatito era una gran idea, sabía que a Lisa le fascinaría. Una vez lo recogió, condujo a casa de Lisa. Cuando estaba en la puerta, dejó las maltas en el piso y tomó al gato tras su espalda. Cuando Lisa abrió, Jennie tenía una gran sonrisa.

- Qué gusto verte - Dijo Lisa acercándose a besarla.

- Te traje algo - Respondió Jennie balanceándose de lado a lado.

- Ya veo ¿Te vas a quedar a dormir acá? Esta maleta parece muy grande. 

- No, estuve pensando mucho antes de tomar esta decisión, consulté con Rosé y ella me aconsejó que lo hiciera. Así que hoy, antes de venir, fui por él - Jennie puso al gatito en frente.

- ¡Por Dios, Jennie! ¡Es precioso! - Dijo Lisa tomándolo en sus manos y abrazándolo.

Entraron a la casa y Jennie dejó los ingredientes en la cocina, cuando volvió con Lisa, abrió una de las maletas que llevaba.

- Se llama Louis, acá traje todo lo que necesitas para cuidarlo.

- Jennie, no sé qué decir. Es el mejor regalo que alguien me ha dado ¡Estoy tan feliz! Gracias.

- No tienes qué agradecerme, linda. Mira, traje suficiente comida para un mes, un platito donde puede comer y uno donde puede tomar agua - Decía Jennie sacando cada cosa que nombraba de la maleta -, estos fueron los juguetes más lindos que conseguí, el ratón, la pelotita y la pluma; además traje esta camita, si crece mucho, debemos comprar una más grande, una cobijita por si le da frío en las noches, esta caja de arena y esta es su placa.

- "Louis - 28/04" - Leyó Lisa en la placa - ¿Es por eso que lo trajiste hoy? ¿Para celebrar?

- Sí, Lisa - Respondió Jennie tomando las manos de Lisa entre las suyas -. Hay algo que he querido decirte, pero no encontraba el valor, así que intentaba decírtelo con mis acciones, pero creo que hoy es el momento. Lisa Manoban, te amo - Dijo Jennie reuniendo todo el valor que tenía para mirar a Lisa mientras hacía esa confesión -. No tienes que responder nada, ni tienes que corresponderme, pero quería decírtelo porque es algo muy grande. Nunca me había sentido así. Estoy enamorada de ti, Lisa, y te amo.

Lisa se quedó en silencio unos segundos, no comprendía muy bien la situación, nunca la había vivido. Había estado esperando ese momento desde el día en que conoció a Jennie. Por el silencio de Lisa, Jennie agregó:

- ¿Te parece si vamos a la cocina a preparar el almuerzo? Traje varias cosas pensand... - En ese momento, Lisa la interrumpió.

- Jennie, yo te he amado desde el día en que nos conocimos. He estado enamorada de ti desde el primer momento. Después de que fuimos a almorzar juntas, no pude dejar de pensar en ti, en tu sonrisa, en la forma atrevida en que me haces preguntas, en cómo tocas los instrumentos, en cómo cantas. Te amo profundamente, Jennie Kim, gracias por enseñarme lo que es estar enamorada.

Jennie se acercó a Lisa y la abrazó, luego la miró por algunos segundos y la besó.






Gracias a todos por su apoyo incondicional, hoy somos número 1 en los ranking #JennieBlackpink #RoseBlackpink y #LisaBlackpink!!!! No lo puedo creer, los amo.

Por primera vez. [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora