28 de Abril.

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Lisa y Jennie almorzaron juntas y  pasaron la tarde jugando con Louis. Les gustaba pasar el tiempo en casa de Lisa, allí podían ser quienes querían, podían hacer lo que querían, no tenían que preocuparse por lo que fueran a decir los demás si se tomaban de la mano o se daban un beso. Claro que les gustaba salir y tener citas, pero casi siempre encontraban a alguien que las hacía sentir incómodas, alguien que se quedaba mirándolas o que susurraba al verlas siendo tiernas y demostrándose su amor.

- Tenemos que arreglarnos, a las 8:00 p.m. tenemos un compromiso - Dijo Lisa seria.

- No recuerdo que me lo hayas dicho ¿Qué tipo de compromiso es? ¿Cómo me debo arreglar?

- Es formal. Vamos a la inauguración de una exposición fotográfica. Tal vez olvidé mencionarlo ¿Puedes acompañarme? - Dijo Lisa segura de que la respuesta de Jennie sería positiva, había estado preparando ese momento varias días antes con la ayuda de Rosé y algunos de los empleados de su padre.

- Claro que sí, todo mi tiempo es para ti - Dijo Jennie sonriendo -. En ese caso, debo regresar a casa y arreglarme ¿Paso por ti a las 7:30 p.m.?

- No, yo paso por ti a esa hora, no te preocupes.

Bajaron las escaleras y se dieron un beso de despedida en la puerta. Jennie condujo a su casa ¿Cómo es que Lisa había olvidado mencionar la inauguración de esa noche? No tenía mucho sentido para ella, Lisa siempre se fijaba en los detalles de todo. Quizá no se había sentido bien esos días y tenía la cabeza en otra parte o quizá había estado muy ocupada ayudando a sus padres con la inauguración y por eso pensó haberla mencionado. Cualquiera que fuera la explicación, Jennie estaba muy emocionada de que Lisa la invitara, sabía que era una persona que disfrutaba de la soledad, así que esa invitación la hacía sentirse más cerca de ella, más importante para ella.

Al llegar a casa, saludó a Max, y le pidió que la ayudara a arreglarse. Entró a bañarse de inmediato y al salir, Max la estaba esperando en la habitación. 

- ¿Qué debería usar? - Preguntó Jennie algo nerviosa.

- No lo sé, aún no me dices a dónde vas.

- Lisa me invitó a la inauguración de una exposición de fotografía, pero no conozco el protocolo.

- De acuerdo ¿Te dijo algo del código para vestir?

- Sólo mencionó que era un evento formal.

- Bueno, en mi experiencia, la mayoría de las inauguraciones son cocteles, así que si fuera tú, me pondría este vestido azul - Dijo Max buscando en el armario para luego sacar un vestido azul oscuro que le daba a Jennie sobre las rodillas, tenía cuello redondo y unas delicadas mangas que apenas sobresalían un poco de los hombros.

- Gracias, hermanito, la mayoría de veces los lanzamientos de libros no son tan formales y los recitales son demasiado formales, así que no soy muy buena encontrando el punto medio.

Jennie se puso su vestido, unos tacones blancos y una delicada cadena de oro, recogió su cabello en una cola de caballo, empacó sus cosas en una pequeña cartera blanca y bajó a la sala a esperar a Lisa. Su padre tenía clase hasta las 10:00 p.m. y su madre estaba en una junta y no sabía a qué hora regresaría. Eran las 7:30 p.m., Lisa no debía tardar en llegar, siempre era muy puntual. A las 7:31 p.m., Jennie recibió un mensaje:

"Te estoy esperando en el auto".

Se despidió de Max pidiéndole que le dijera a sus padres que no se preocuparan porque llegaría tarde esa noche. Salió de la casa y entró al auto de Lisa que estaba justo en frente de su puerta. La saludó con un beso, Lisa estaba bellísima, llevaba un vestido color sangría que se ajustaba en su cintura, no tenía mangas y la parte del frente daba vuelta sobre su cuello, dejando su espalda y sus hombros descubiertos. Lisa puso en marcha el auto y se dirigieron a la galería que su padre tenía en la ciudad, por el camino hablaron de Louis y cantaron algunas de las canciones que sonaban en la radio.

Al llegar, Lisa estacionó el auto y bajaron juntas. Lisa tomó a Jennie de la mano y la guió a la entrada de la galería, una vez allí, un camarero las recibió con un par de copas de vino y le indicó que esperaran unos minutos para la inauguración. Jennie miró al rededor, no había nadie más que ellas dos y el camarero, era muy extraño para un evento de esa naturaleza, así que se acercó a Lisa y susurró en su oído:

- ¿Crees que vaya a venir alguien más?

- No lo creo, no es una fotógrafa muy reconocida - Dijo Lisa con una sonrisa apacible.

- Pero tú la conoces ¿Es amiga tuya?

- Ya verás.

Dicho esto, el camarero las invitó a pasar a una de las salas de la galería, les indicó que vieran las fotos de aquella sala y, una vez hubieran terminado, la exposición finalizaba en la sala del frente, donde se proyectaría un video. Lisa y Jennie entraron a la sala, las pardes eran completamente blancas y únicamente tenían sobre ellas las fotos organizadas en una fila horizontal que recorría el cuarto por completo.

Jennie se acercó a la primera foto, en ella había un pequeño perrito de pelo blanco y esponjoso, estaba parado mirando directamente a la cámara con la lengua afuera; la foto estaba en blanco y negro y tenía una fecha debajo con el nombre de una calle. Continuó mirando una foto tras otra, algunas eran de paisajes, en algunas salían personas desprevenidas, en otras animales o insectos. Las primeras fotos eran en blanco y negro, las siguientes en sepia y la última sección tenía color. Al acercarse a las dos últimas fotos, Jennie se llevó una gran sorpresa. 

La penúltima foto era de aquel restaurante donde Lisa y ella habían ido a almorzar el día que se conocieron, lo que llamó mucho la atención de Jennie. Tomó de la mano a Lisa y le dijo:

- Mira, es el lugar al que me llevaste ¿Recuerdas?

- Sí, es una foto linda de ese lugar ¿No crees?

- Todas me han parecido muy bellas.

Al decir eso, pasaron a ver la última foto. Estando frente a ella, Jennie apretó con un poco más de fuerza la mano de Lisa.

- Lili... - Dijo sin poder agregar nada más.

La foto era de Jennie, se estaba riendo con los ojos cerrados, su cabello estaba suelto y tenía una flor blanca tras su oreja, llevaba puesta una blusa negra, parecía muy feliz. Esa foto se la había tomado Lisa en una cita que habían tenido días atrás en el parque y Jennie se reía porque Lisa había puesto esa flor en su cabeza. Jennie se acercó y debajo de la foto, leyó: "Lisa Manoban - 20/04".

- ¿Lisa, todas estas fotos son tuya? - Dijo Jennie incrédula.

- Ven, aún no hemos terminado, tenemos que ir a la sala siguiente a ver el video - Respondió Lisa llevándola de la mano a la siguiente sala.

Cuando las dos se sentaron en las sillas dispuestas para ver el video, se empezó a proyectar en la pared una serie de imágenes, la mayoría de ellas de lugares que habían visitado juntas, algunas de personas que habían encontrado en esos lugares y otras de animales. La parte final del video era una compilación de fotos de Jennie en las diferentes citas que había tenido con Lisa. Terminado el video, todo quedó oscuro, excepto por la tenue luz que alcanzaba a entrar por la puerta de la sala. No quedaba nadie en la galería además de Jennie, Lisa y la persona encargada de la vigilancia, que por lo general estaba fuera del recinto. Un silencio absoluto invadió la sala y Lisa buscó algo en su cartera, cuando lo encontró, tomó la mano de Jennie entre las suyas y dijo:

- Jennie Kim, me has hecho tan feliz durante este tiempo que hemos compartido, me has enseñado lo que es estar enamorada, me has permitido amar sin miedo. Quiero sujetar tu mano cuando caminemos juntas, quiero presentarte a mis amigos, quiero que veamos a Louis crecer y lo llenemos de amor. Jennie Kim, quiero ser tu novia - Luego puso una pulsera de plata en la muñeca que Jennie con un pequeño grabado que decía "28".

Jennie se quedó inmóvil, no terminaba de procesar todo lo que había pasado desde que llegaron allí, Lisa había organizado una exposición de sus fotos, todo para decirle que quería ser su novia.

- Yo... No sé qué decir, Lisa - Dijo Jennie algo estupefacta aún -. Es decir, organizaste todo esto para decirme que quieres ser mi novia - La cara de Lisa ahora parecía de preocupación, sentía que Jennie se había enojado -. Es lo más hermoso que alguien haya hecho por mí. Pienso en ti y no puedo entender cómo es que te fijaste en mí. Estoy profundamente enamorada de ti y profundamente agradecida de que estés conmigo. Yo también quiero conocerte, quiero estar a tu lado todos los días, que me envíes las fotos que tomas, que me cuentes lo que te pasa. Quiero ser tu novia, Lisa Manoban.


Por primera vez. [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora