Jennie estaba nerviosa, temía no tener éxito en su plan y perder la oportunidad de conocer a Lisa, pero estaba decidida a verla. Llegó al cine a las 7:00 p.m. para revisar que todo estuviera organizado, entró a la sala que había reservado, observó cada detalle. Se encargó de mostrarle a los empleados que estaban en la entrada una foto de Lisa e hizo que memorizaran su apellido para que se sintiera cómoda. Además, les recordó ofrecerle palomitas, soda, dulces, lo que ella quisiera. A las 7:30 p.m., entró al baño, seguía muy nerviosa; se miró en el espejo y detalló cada parte de su atuendo. La blusa negra que llevaba le quedaba hermosa, era de encajes y manga larga, la había combinado con unos vaqueros ajustados y unos botines negros. Su cabello estaba suelto y había decidido usar una diadema dorada. Puso su bolso sobre el lavabo y se lavó la cara, estaba temblando y sentía que el corazón se le salía del pecho.
"Tranquila, planeaste cada detalle con cuidado, todo va a salir bien", dijo en voz alta mientras volvía a mirarse fijamente en el espejo. Respiró hondo y salió rumbo a la cabina de proyección donde la estaba esperando uno de los empleados del cine. Se sentó junto a él y le indicó que a las 8:00 p.m. en punto empezara a rodar los cortos, como en cualquier función habitual. A esa hora, ella pasaría a la sala. En su anterior visita al cine, Jennie había aprendido las funciones básicas de la reproducción de las películas, así que el empleado le recordó que la cabina estaría sola por si deseaba ajustar la imagen o el sonido, y en caso de tener cualquier dificultad, sólo tenía que hablar por un radio que estaría a su disposición. Jennie le agradeció, ya eran las 7:55 p.m. y su corazón latía cada vez más rápido, parecía que Lisa no llegaría a la cita.
La sala entera permaneció en silencio durante dos minutos eternos, hasta que, al fin se escuchó:
"Por aquí, señorita Manoban".
Jennie se puso de pie de golpe y se asomó por la pequeña ventana que une la cabina de proyección con la sala. Lisa entró agradeciendo al empleado con una sonrisa. Estaba hermosa, como siempre. Llevaba unos vaqueros ajustados, una blusa blanca, una chaqueta negra y tenis blancos, además de una pequeña mochila roja. Su cabello suelto caía sobre su hombro izquierdo y estaba perfectamente peinado. Se sentó en la última silla de una de las filas de la mitad de la sala y esperó en silencio mientras sacaba su móvil para escribir un mensaje.
Lisa Manoban: "Llegas tarde, ya va a iniciar la película".
Escritor misterioso: "Hace bastante estoy acá. Espero que disfrutes".
Lisa Manoban: "¿Dónde estás? No te veo. Y no hay mucha gente como para que te confundas entre la multitud".
Escritor misterioso: "Recuerda, dije que tendríamos una cita, no que conocerías mi identidad".
Lisa Manoban: "O sea que en realidad no estás aquí".
Escritor misterioso: "Claro que sí, te estoy viendo mirar tu móvil".
Lisa Manoban: "No puede ser, la sala está vacía".
Escritor misterioso: "Así es, la reservé para ti y para mí".
Lisa sonrió y dejó de mirar su teléfono, habían iniciado los cortos.
Jennie salió con cuidado de la cabina y se sentó en la última silla de la última fila. Miraba a Lisa con atención, era hermosa. Lisa veía la pantalla muy concentrada y Jennie se preguntaba si sería así en todo, si le pondría la misma pasión a todo. Se preguntaba cómo bailaba, todo el mundo hablaba de eso. Es probable que fuera así de apasionada para bailar. Sus pensamientos se apoderaron por completo de ella, se preguntaba cómo olía Lisa, cómo se sentiría su cabello, el color exacto de sus ojos, y mientras todo eso pasaba por su cabeza, recibió un nuevo mensaje:
Lisa Manoban: " ¿De verdad no me dejarás verte?"
El teléfono de Jennie sonó y Lisa miró a su alrededor, ahora estaba segura de que el escritor misterioso sí estaba en la sala con ella. Jennie se escondió rápido en su asiento, por fortuna, la oscuridad de la sala no permitió que Lisa la viera. Había estado muy cerca de arruinar el plan, tenía que ser más cuidadosa.
Lisa Manoban: "Así que estás a mi derecha".
Escritor misterioso: "Ya no".
Jennie había decidido regresar a la cabina y observar a Lisa desde allí, después de todo no estaba viendo la película. Pasada media hora, recibió un nuevo mensaje:
Lisa Manoban: "Me encantó esa parte, creo que ella está enamorada de él".
Escritor misterioso: "Espero que él la corresponda".
Lisa Manoban: "Sería un tonto si la dejara ir".
Jennie la miraba sonreír, taparse la boca cuando algo la sorprendía, acomodar su cabello sobre su hombro, y no podía evitar querer estar cerca de ella, deseaba estar sentada en la silla del lado, escuchándola hablar sobre los personajes y reír cada vez que algo gracioso sucedía. Pasó así toda la película, hasta que finalmente recibió un nuevo mensaje:
Lisa Manoban: "Gracias por haberme invitado a ver esta película, fue muy especial, aunque me habría gustado que estuvieras acá... Quiero decir, cerca".
Escritor misterioso: "Estoy cerca, gracias por haber venido. Tenía mucho miedo de que no te presentaras hoy".
Lisa Manoban: "Espero que la próxima vez me dejes verte".
Lisa se levantó de su silla y bajó las escaleras de la sala. Entretanto, Jennie llamó por el radio al empleado para avisarle que su función había terminado y agradecerle. De inmediato, el empleado llegó a la cabina y Jennie, con una sonrisa le agradeció su ayuda y su paciencia.
Justo cuando estaba por irse, el empleado que la estaba acompañando le preguntó a Lisa:
- Señorita Manoban ¿No traía usted una mochila?
- ¡Por Dios! Me distraje con el teléfono y la olvidé por completo, regresaré por ella. No te preocupes, no debes esperarme - Dijo Lisa con una sonrisa amable -.
- Ha sido un placer - Dijo el empleado haciendo una pequeña reverencia -.
Lisa caminó de vuelta a la sala, entró en silencio y tomó su mochila sin hacer ruido. Cuando estaba bajando las escaleras, escuchó ruidos en la cabina, así que pensó que sería alguno de los empleados preparando todo para cerrar. Unos segundos después, escuchó una conversación, no podía entender muy bien lo que decían, pero era evidente que eran un hombre y una mujer. Lisa pensó que era el escritor misterioso hablando con una de las empleadas del cine, así que decidió esperarlo fuera de la sala.
- No tuvimos ningún problema con la película, todo estuvo perfecto, muchas gracias por tu ayuda - Le dijo Jennie sonriendo al empleado -.
- Me alegra mucho saberlo, señorita Kim ¿Desea que la acompañe a la salida?
- De acuerdo, muchas gracias.
Los dos salieron de la cabina y caminaron a la salida de la sala. Al atravesar la puerta, Lisa los vio. No entendía lo que estaba pasando, el hombre tenía el uniforme del cine e iba con una chica. No, no iba con una chica cualquiera, iba con Jennie. En ese instante, Lisa entendió todo. El escritor misterioso no era un chico al que había conocido en su fiesta de cumpleaños. El escritor misterioso era Jennie. Por eso tenía miedo de dejarla saber quién era.
Lisa no podía dejar que todo pasara así, tenía que confrontarla, así que la siguió al estacionamiento. Cuando Jennie estaba a punto de entrar en su auto escuchó una voz que le dijo desde atrás:
"Así que eres tú. Tú eres el escritor misterioso".
Un escalofrío recorrió todo su cuerpo. Era la voz de Lisa Manoban.
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Por primera vez. [Jenlisa]
FanfictionLisa es una popular y conocida estudiante de danza en la universidad. Jennie es una estudiante de música que pasa desapercibida. Llevan vidas separadas hasta un día en que Jennie descubre a Lisa rapeando en la sala de danza y decide indagar más acer...