Por primera vez. [Jenlisa]

Así me has hecho sentir hoy.

- Conozco un lugar maravilloso, la comida es deliciosa y el paisaje es bellísimo, podemos ir a comer allá, si te parece bien - Dijo Lisa-.

- Claro, suena fantástico ¿Podemos ir caminando o debemos ir en auto? Porque no traje el mío. Anoche dormí en casa de mi mejor amiga, así que...

- Vamos en mi auto, no te preocupes.

Caminaron hacia el estacionamiento de la universidad y Lisa se dirigió a un Ferrari deportivo negro. Jennie la siguió. Subieron al auto y Lisa emprendió la marcha. Jennie observó el radio del carro y no pudo evitar encenderlo, lo conectó a su teléfono y puso "Fancy" de Iggy Azalea. Al escuchar las primeras notas, Lisa, la miró con una sonrisa de complicidad y le dijo:

- Ni siquiera lo intentes.

- ¿Que no intente qué? No sé de qué hablas - Dijo Jennie fingiendo no saber a qué se refería -.

- Ahora vas a poner canciones de raperas porque piensas que las voy a cantar.

- Claro que no, la que las va a cantar soy yo - Dijo Jennie y comenzó a rapear las primeras palabras de la canción -.

Lisa permaneció en silencio, pero subió el volumen de la música. Cuando llegó el coro, Jennie cerró los ojos y con una perfecta entonación, cantó. Lisa estaba impresionada, no sólo rapeaba muy bien, sino que cantaba hermoso. Pero claro, debía ser estudiante de música, o no habría reservado aquella sala en una universidad. En cuanto la canción terminó, Lisa apagó la radio y aparcó por un momento al lado del camino.

- Tu voz es preciosa.

- Te escuché improvisar en la sala, lo haces excelente ¿Por qué no cantaste conmigo?

- La verdad es que sólo mi mejor amiga sabe que lo hago. Es algo así como un secreto.

- No entiendo, eres muy buena. Vamos, sólo una canción.

Lisa rodó los ojos y asintió sonriendo mientras ponía en auto en marcha. Jennie reprodujo "Super Bass" de Nicki Minaj y cantó el primer verso, luego señaló a Lisa que riendo empezó a rapear y mover las manos en los gestos típicos de los raperos. Al llegar el coro, Jennie cantó con los ojos cerrados y bailó en su asiento. Cuando la canción terminó, todo quedó en silencio y las dos se miraron por un instante antes de echarse a reír.

- ¿Cuántas canciones faltan para llegar a ese misterioso restaurante al que me llevas?

- Unas 3 más - Respondió Lisa -.

Permanecieron el resto del camino en silencio escuchando la radio. Lisa no paraba de pensar cómo era que se sentía tan cómoda con aquella desconocida. Jamás había rapeado frente a alguien, ni siquiera frente a Rosé, sólo le había contado que lo hacía ¿Por qué, de repente, sentía que conocía a Jennie de toda la vida?

Jennie, por su parte, pensaba en que ahora parecía obvio por qué todo el mundo quería tener algo qué ver Lisa. Era interesante, divertida, amable, carismática. Ahora ella también quería tener algo qué ver con Lisa ¿Pero cómo? No tenía nada interesante sobre su vida. Su madre era una reconocida abogada que la adoraba y la apoyaba en todo; su padre, siempre de pocas palabras y algo distante, era un profesor de matemáticas en la universidad que nunca había estado de acuerdo con que su hija estudiara una carrera artística; y su hermano Max era un físico que llenaba todas las expectativas de su padre que Jennie no podía. Además de eso, lo más emocionante que tenía por contar era que llevaba un blog un más de 2000 lectores y que el movimiento que había estado ensayando en la mañana ya le salía perfecto.

Por fin llegaron y Lisa estacionó el auto, se bajó y Jennie la siguió. Estaban en un sitio precioso a las afueras de la ciudad. Había árboles y una casa rodeada por césped, también una pequeña fuente en la que había peces. La casa estaba dispuesta de forma tal que los comensales pudieran transitar en ella sin dificultad, así que pasaron.  Eligieron sentarse en una de las mesas que quedaba cerca a la fuente, el restaurante estaba vacío. Un camarero se acercó y les ofreció el menú.