"Ahora que comprobaste que soy yo ¿me vas a decir quién eres?"
Lisa había estado esperando la respuesta a ese mensaje toda la tarde. Tal vez, en medio de toda la gente que transitaba el pasillo, el escritor misterioso no la había alcanzado a ver. Tal vez, ahora que sabía que era ella, sucedería lo que tanto temía: nunca le volvería a hablar. Estaba muy ansiosa, así que fue a la sala, acomodó los muebles contra la pared para despejar el espacio y puso música con su teléfono. Las canciones que sonaban eran fuertes y enérgicas y Lisa bailaba con furia, como si algo dentro de ella necesitara salir. A veces gritaba en medio de los movimientos, estaba completamente concentrada. Luego de algunas canciones, se detuvo para beber un poco de agua, tanto bailar la tenía exhausta. De repente, mientras estaba en la cocina la música se detuvo. Lisa regresó a la sala y tomó el teléfono.
"Cuando descubras quién soy, no vas a querer volverme a ver ni a hablar nunca, Lisa, es mejor que sigamos así".
El escritor misterioso no había huido, pero tampoco confiaba en ella. Lisa quería algo en su vida que nada de lo que hacía ni tenía le estaba dando. Quería emoción, quería aventura, quería diversión, pero también quería armonía y tranquilidad. El único momento en que se había sentido así era cuando había pasado esa tarde con Jennie.
Jennie tenía miedo, quería conocer a Lisa, quería acercarse a ella, pero que viera aquella entrada en su blog no era parte de su plan. Ahora ¿Qué se supone que debería hacer? ¿Seguir hablando con ella sin confesarle quién era? Era una opción, pero no sabía si la mejor. Tal vez, como había dicho Max, la vida organiza todo para que esté en su sitio y ella no debía adelantarse a cosas que no habían pasado aún.
"Está bien, pero voy a descubrir quién eres ¿Sigues despierto?"
Lisa había tardado en responder, pero Jennie seguía tumbada en la cama sin poder dormir.
Escritor misterioso: "Así es, acá estoy".
Lisa Manoban: "Dame una pista".
Escritor misterioso: "Voy en tu universidad".
Lisa Manoban: "Eso ya lo sé, dime algo nuevo, algo que no sepa".
Escritor misterioso: "He estado más cerca de ti de lo que piensas".
Lisa Manoban: "Cuéntame un secreto".
Escritor misterioso: "No me he enamorado".
Lisa Manoban: "¿Nunca?"
Escritor misterioso: "Nunca".
Lisa Manoban: "Tampoco yo".
El corazón de Jennie dio un vuelco. Lisa Manoban acababa de decirle que nunca se había enamorado, pero ¿Y Joe, su novio? ¿Debía preguntarle eso? Definitivamente no, arruinaría todo. Además, Lisa sabía que estaba al tanto de su novio, lo había mencionado en su publicación.
Lisa Manoban: "Aunque hace un par de días conocí a alguien que me hizo sentir... De una forma que no puedo explicar".
Jennie llamó de inmediato a Sophie, tenía que contarle todo. Por fortuna, Sophie tampoco estaba durmiendo aún.
- Jen, recuerda que el cumpleaños de Lisa fue hace un par de días, puede estar hablando de cualquier persona.
- Ya sé, Soph, pero ¿Recuerdas lo que te dije de que lo que sentí no se explica con palabras? Bueno ¿Y si ella sintió lo mismo? ¿Y si esta es mi oportunidad para conocerla?
- Eso también puede ser cierto, Jen, sólo te pido que recuerdes que existen varias posibilidades y no todas son positivas. Sabiendo eso, escríbele, no tengas miedo de acercarte, lo que ha de ser, será.
- Gracias, ten buena noche.
Jennie estaba decidida, iba a salir con Lisa Manoban.
Lisa deseaba saber quién era el escritor misterioso, aunque no fuera Jennie ¿Qué tan reprochable era usar sus sentimientos por Jennie para averiguar la identidad de otra persona? No tenía mucho sentido pensar en ello, al final del día, Jennie ni siquiera sabía que ella existía antes del día en que almorzaron juntas ¿A caso toda la atención que le estaba prestando al escritor misterioso era sólo una manera de distraer su mente para no pensar en lo que había sentido con Jennie? ¿Y Joe? ¿Qué haría con Joe?
Primero, debía saber qué sentía por Jennie, o al menos, qué había sentido ese día. Cuando le dijo que cerrara sus ojos, todo a su alrededor estaba detenido, no había más personas en el mundo, sólo ellas dos, podía sentir cómo la suave brisa besaba sus mejillas y por un instante, deseó que esa brisa fuera Jennie, que fueran sus manos recorriendo su rostro. Estaba en paz. Luego, cuando estaban viendo la ciudad, esa sensación de ser las únicas en el mundo regresó, sólo que en ese momento, se dio cuenta de que no había dejado de sentirla desde el instante en que Jennie aceptó ir a almorzar con ella ¿Le gustaba Jennie? ¿Era posible que le gustara con sólo un día de haberla conocido? Los sentimientos no se cuestionan. No se había sentido así nunca antes, estaba segura de que le gustaba Jennie.
En cuanto a Joe, lo amaba desde el primer momento, era un gran chico, por eso había decidido estar con él, sin embargo, no lo amaba como se ama a una pareja, más bien, lo amaba como a un buen amigo. Con Joe nunca se había sentido como se sintió con Jennie. A pesar de que él la protegiera, la hiciera sentir amada y respetada, lo sentimientos tampoco se pueden forzar. No amaba a Joe y tenía que decírselo. Él necesitaba a alguien que le correspondiera, y ella debía aprender a afrontar su realidad.
Mientras pensaba todo eso, recibió un nuevo mensaje:
Escritor misterioso: "Sal conmigo, tengamos una cita".
Lisa Manoban: "De acuerdo ¿Qué te hizo cambiar de parecer? ¿Por qué ahora sí puedo conocer tu identidad?"
Escritor misterioso: "Nadie dijo que ibas a conocer mi identidad. Te espero el jueves a las 8:00 p.m. en el cine, no llegues tarde, por favor".
Lisa Manoban: "Sin falta".
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Por primera vez. [Jenlisa]
FanfictionLisa es una popular y conocida estudiante de danza en la universidad. Jennie es una estudiante de música que pasa desapercibida. Llevan vidas separadas hasta un día en que Jennie descubre a Lisa rapeando en la sala de danza y decide indagar más acer...