Por primera vez. [Jenlisa]

Good for you.

Luego de la visita de los señores Kim, Jennie y Lisa se sentían aliviadas, al fin los días felices eran completamente felices, así que decidieron celebrar con una cena especial. Entre las dos, prepararon lo mejores macarrones con queso que había probado. A las 7:00 p.m. se sentaron en la mesa con sus platos de macarrones y unas copas de vino, cenaron despacio, disfrutando de la tranquilidad que esa tarde les había traído, no podían dejar de hablar de la forma en que los señores Kim se habían comportado y de lo milagroso de su cambio de pensamiento. Jennie por fin se sentía aprobada por su madre en todos los aspectos y eso la llenaba de felicidad, era lo que siempre había querido.

Finalizada la cena, bebieron otra copa de vino mientras escuchaban algo de música que Lisa estaba reproduciendo desde su celular. Al terminar, Lisa se puso de pie en frente de su novia, cambió la canción y extendió su mano invitándola a bailar. Jennie aceptó depositando delicadamente su mano sobre la de Lisa y levantándose cuidadosamente de su asiento. Sonaba "Good for you" de Selena Gómez, la música era lenta y Lisa se movía con propiedad mientras con su cuerpo y sus manos le indicaba a Jennie los movimientos que debía seguir. 

A Jennie la excitaba sentir el movimiento de Lisa, siempre tan seguro y al tiempo sensual, la delicadeza con la que su cadera se balanceaba de un lado al otro al ritmo de la canción, la forma en que sus manos se elevaban en el aire en un ademán de libertad. Era su faceta favorita de su novia, verla bailar, algo dentro de ella se encendía cuando la veía hacerlo, además de su profunda admiración artística, su deseo sexual era incontrolable cuando Lisa bailaba frente a ella. 

Tener las manos sobre la cadera de su novia mientras la movía con ese suave vaivén, sólo hacía que Jennie sintiera ganas de arrancarle la ropa. Su pulso se aceleró y su respiración se agitó, así que decidió que era momento de regresar a su asiento a recobrar el aliento. Lisa era completamente consciente de lo que causaba en Jennie, lo mismo que esa mirada de deseo casi animal de Jennie causaba en ella, por eso, cuando su novia se sentó, ella se quedó viéndola fijamente. Los ojos de Jennie eran penetrantes y no podían ocultar que quería tirarla en el sofá y hacerla suya ahí mismo.

Lisa se acercó a la silla donde estaba Jennie sin dejar de bailar, se paró frente a ella e hizo el movimiento de su cadera un poco más agresivo. Sin dejar de mirarla fijamente,  se acercó más a ella, acomodó las piernas a cada lado del asiento y se sentó sobre ella viéndola de frente. Jennie no pudo evitarlo, la tomó de la cadera y la apretó con fuerza, su deseo era cada vez más incontrolable. Lisa seguía mirándola a los ojos y moviéndose al compás de la canción, sólo que ahora había extendido los brazos sobre sus hombros y la abrazaba por la nuca.

La respiración de Jennie era cada vez más pesada, casi se había convertido en gemidos. Al darse cuenta de ello, Lisa se levantó de sus piernas y continuó bailando, ahora dándole la espalda mientras alzaba un poco la blusa que llevaba puesta. Jennie se sostenía con ambas manos apoyadas sobre la silla tras su espalda y sus piernas estaban un poco separadas, así que Lisa aprovechó el espacio entre ellas para sentarse dándole la espalda todavía y, sin dejar de moverse, se quitó la blusa y la arrojó lejos.

Jennie no aguantó más y la tomó con ambas manos del abdomen apretándola contra ella. Al sentir la presión, Lisa cerró los ojos y dejó escapar un leve quejido de placer. Las manos de Jennie estaban frías y temblaban un poco, pero la tomaban con firmeza, decididas a no dejarla alejarse ni un milímetro. Jennie se corrió contra el espaldar de la silla y abrió sus piernas todo lo que pudo para que Lisa pudiera sentarse perfectamente en el medio. Se inclinó para besar la espalda desnuda de su novia mientras con las manos subía lentamente por su abdomen, acarició con delicadeza sus senos por encima del sostén y cuando no pudo aguantar más, lo desabrochó y haló con furia las tiras para quitárselo por completo.

Sintió electricidad recorrer todo su cuerpo al tocar los pechos desnudos de Lisa, por alguna razón, las sensaciones siempre eran igual de intensas a la primera vez. Los acarició intentando contener sus ansias, pero le fue imposible, su deseo era incontrolable. Besó su espalda nuevamente mientra acariciaba sus senos y en un momento de desenfreno, la mordió, lo que hizo que Lisa gimiera, excitándola mucho más. Jennie subió su mano izquierda al cuello de Lisa y lo apretó un poco mientras bajaba su mano derecha y se colaba en el pantalón que aún llevaba puesto. Al tocarla sintió lo húmeda que estaba, sacó la mano e inclinando su cara sobre el hombro de Lisa para estar cerca de su oído y lamió sus dedos impregnados con su esencia.

Lisa mordió con fuerza su labio inferior ahogando un gemido de placer, tomó las manos de Jennie, puso una en su seno izquierdo y apretó, mientras la otra la ponía debajo de su pantalón y le indicaba un movimiento circular. Comenzó a mover su cadera al ritmo de la mano de Jennie, que poco a poco aceleraba. Lisa se movía suplicando por más, así que Jennie deslizó su mano un poco más abajo mientras mordía su lóbulo derecho para preguntarle con voz autoritaria:

- ¿De quién eres?

- Soy tuya, hazme tuya, Jennie, no aguanto más - Respondió Lisa entre gemidos que le cortaban la voz.

Jennie puso dos dedos dentro de ella y empezó a moverlos con delicadeza mientras ponía los dedos de la mano libre dentro de su boca. Lisa abrió más las piernas gimiendo de placer. Lamía y succionaba con desesperación los dedos que tenía en la boca mientras Jennie aceleraba el movimiento de la otra mano. Podía sentir la lengua de su novia jugueteando entre sus dedos y sus dientes apretándolos un poco, estaba muy excitada, sentía la humedad en su ropa interior.

La cabeza de Lisa se inclinó hacia atrás sobre el hombro de Jennie, tenía los ojos cerrados y la boca ligéramente abierta, su respiración se cortaba y con cada bocanada emitía un pequeño quejido. Jennie pasó la mano libre al rededor de su cintura, sabía que estaba a punto de terminar, así que la apretó fuerte mientras intensificaba los movimientos. Al cabo de algunos segundos, una humedad mayor inundó su mano mientras Lisa dejaba escapar el más exquisito gemido de placer. Jennie se mordió el labio inferior con furia, también ella estaba complacida, luego metió su mano entre el cabello de Lisa, lo empuñó y con agresividad giró su cara para que la mirara mientras lamía sus dedos húmedos de su esencia.