El parque de diversiones.

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La señora Kim leía concentrada su libro, llevaba todo el día buscando información y había encontrado aquel título que le había llamado la atención. El autor era un psicólogo francés que había adelantado investigaciones con personas pertenecientes a la comunidad LGBTQ+. Al principio hacía un importante recuento de la lucha histórica de la comunidad, luego narraba cómo la homosexualidad había dejado de ser catalogada como una enfermedad mental y terminaba por contar las conclusiones a las que varios años de conversación y terapia con diferentes miembros de la comunidad lo habían llevado.

Era cerca del medio día y la señora Kim no había dejado su asiento desde el desayuno, estaba completamente decidida a entender a Jennie y a aceptarla como era. Max bajó al primer piso y encontró a su madre frente al computador, se acercó y le dijo amable:

- ¿Otra de tus demandas? Llevas toda la mañana sentada en la misma posición.

La señor Kim permaneció en silencio, no había escuchado el comentario de Max por lo concentrada que estaba. Él se acercó y se paró detrás de ella para leer su pantalla, al ver el título del libro en la parte superior de la página le tocó el hombro a su madre. La señora Kim volteó algo espantada, hasta ese momento no se había percatado de la presencia de Max en la habitación.

- ¡Hijo, qué susto me has dado! ¿Por qué no avisaste al entrar?

- Mamá, te hablé y no me atendiste, así que vine a tocarte para que te dieras cuenta de que estoy aquí.

- Disculpa, estaba concentrada leyendo algo.

- Eso vi, ma. Estoy muy feliz de que hayas tomado la decisión correcta, sé que en el fondo te hace falta mi hermana. Siempre fue tu favorita - Dijo Max sonriendo para luego salir de la cocina sin permitir que su madre replicara nada.

La señora Kim estaba a puno de terminar el libro, así que leyó un par de páginas que le hacían falta y tomó su teléfono para pedir algo para el almuerzo, luego abrió su correo electrónico, adjuntó el libro en un nuevo mensaje, puso el correo de su esposo en el espacio del destinatario y se lo envió. Mientras esperaba que la comida llegara, buscó documentales e historias de persona de la comunidad LGBTQ+ y los escuchó hasta la hora del almuerzo. Cada vez era más evidente para ella que no había nada malo con Jennie, y que por el contrario, la vida de todos se había vuelto triste por su ignorancia.

Sentados en la mesa, tomó la mano del señor Kim y le dijo:

- Por favor, lee lo que te envié al correo, es importante que lo hagas si queremos recuperar a nuestra niña.

Su esposo, siempre inexpresivo y de pocas palabras, asintió y siguió comiendo.





Lisa abrió los ojos, iba a levantarse de la cama pero inmediatamente sintió el peso de la cabeza de Jennie apoyada en su pecho y el de su brazo rodeándole la cintura. Se veía preciosa, tan tierna durmiendo apacible a su lado. Subió un poco la sábana para cubrirla bien pues estaba desnuda y no quería que sintiera frío, cerró los ojos y se concentró en la respiración tranquila de su novia, se sentía la persona más afortunada del mundo por todo lo que estaba viviendo, era la historia de amor que siempre había querido. Deseaba tanto que las cosas con la señora Kim se arreglaran, eso era lo único que no era perfecto en su vida en ese momento.

Mientras aquellos pensamiento daban vueltas por su mente y ella permanecía con los ojos cerrados, sintió cómo Jennie se movía un poco, estaba a punto de despertar. Lisa pasó el brazo al rededor de su torso apoyando la mano sobre su espalda. Cuando Jennie abrió los ojos, Lisa tenía los suyos cerrados y la boca apoyada sobre su frente.

- Buenos días, preciosa - Dijo Jennie abrazándola fuerte.

- Buenos días, regalo más grande del universo ¿Descansaste?- Respondió Lisa sin cambiar de posición.

- A tu lado siempre amanezco renovada. Te amo - Jennie la soltó y se incorporó. Al notar que estaba desnuda, tomó la sábana y la sostuvo sobre su pecho mientras le hacía un gesto a Lisa para que también se sentara. La miró de frente con expresión seria y la tomó de la mano.

- Lisa, quiero que sepas que me siento la persona más afortunada del mundo por tenerte conmigo. Estoy agradecida por cada momento que hemos vivido y por todos los que nos faltan. No quisiera haber tenido todo esto con alguien más. Te amo y deseo vivir contigo todo lo que me queda.

- Yo también quiero todo si es contigo. Te amo profundamente y tu presencia me ha hecho una persona nueva. Gracias por cambiarme la vida.





Luego de bañarse y vestirse, Lisa y Jennie bajaron al restaurante del hotel a desayunar, un día emocionante las esperaba, pues Lisa había planeado varias cosas que podían hacer en aquella ciudad. Luego de comer, subieron nuevamente a la habitación y cepillaron sus dientes. Se recostaron un rato en la cama y finalmente bajaron al estacionamiento, había un itinerario qué cumplir.

Primero, fueron a un museo donde se exponían los trabajos de algunos estudiantes de último semestre de artes plásticas en una universidad de la ciudad, después caminaron en el centro, recorrieron algunos parques y tomaron café en un lugar que tenía un patio interior lleno de árboles y flores. Al salir de allí, almorzaron en un restaurante con el que se toparon en el camino y fueron al último sitio que Lisa había planeado para ese día, un parque de diversiones.

Luego de estacionar el aunto, Lisa tomó a Jennie de la mano y la llevó a comprar las entradas al parque. No era muy grande, pero estaba segura de que se divertirían y tendrían tiempo de regresar al hotel a descansar un poco antes de la cena. Entraron al parque y subieron a la rueda de la fortuna, prácticamente eran las únicas allí, así que el operario las dejó en la parte de arriba varios minutos. Disfrutaron de la vista de la ciudad y justo antes de que la rueda volviera a rodar, Lisa besó a Jennie y le dijo: "Así me has hecho sentir todo este tiempo". Jennie apretó su mano mano con fuerza y su mejillas se pusieron rojas; al parecer nunca se acostumbraría a los detalles de amor de Lisa.

Antes de irse, subieron al carrusel, entraron a una casa de los espejos y a uno de esos juegos que eleva a las personas en el aire, les da vueltas y cuando están a punto de vomitar, las devuelve al piso. Pasaron una tarde maravillosa, se rieron todo el tiempo, disfrutaron los juegos y anduvieron de la mano por todo el parque. El día había sido perfecto.

Regresaron al hotel un par de horas antes de la cena, así que subieron a la habitación. En cuanto llegaron, Lisa se quitó la ropa y se metió a la ducha, Jennie la siguió. Tomaron un baño y cuando estaban a punto de salir, Lisa estiró los brazos sobre los hombros de Jennie que la miraba de frente, cerró el grifo, apoyó sus panos contra la pared y la besó apasionada. Jennie tomó su cintura y la acercó hasta que no quedaba espacio entre las dos, luego pasó los brazos tras su nuca y la abrazó mientras seguía besándola. Lisa bajó las manos a la cadera de Jennie y la apretó mientras ella besaba su cuello, luego acercó su boca a la oreja de Lisa y la mordió con delicadeza, le susurró "Te amo" y la siguió besando despacio hasta que estuvo arrodillada frente a ella. Lisa acarició su cabeza que estaba justo frente a su vientre y susurró impaciente: "Soy tuya".

Jennie acercó su cara y la besó, primero con delicadeza, pero cuando Lisa empuñó su cabello la besó con más intensidad. Después de varios minutos, Lisa inclinó su cabeza hacia atrás y dejó escapar un gemido. Luego se dejó caer en el suelo al lado de Jennie que acomodó su cabeza contra su pecho y la abrazó fuerte.

- Te amo - Dijo Lisa temblando.

- Te amo - Respondió Jennie dándole un beso en la cabeza.











No soy muy buena con escenas como la última, pero varios de ustedes me lo pidieron, así que espero que les guste. 🙈✨

Por primera vez. [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora