Shooting Stars

Un Chico Perdido

Durante el resto de las clases, Sora miraba su reloj cada 5 minutos. River, al menos las clases que tuve con él, repetía el mismo ejercicio; una y otra vez veía la hora; podía ver la ansiedad en su postura, la expectativa en su rostro, el miedo en sus manos temblorosas.

Yo, por otra parte, estaba en una posición similar, pensando una y otra vez cómo lo haría, y siendo totalmente honesto, también pasó por mi cabeza una y otra vez si realmente debía hacerlo.

Cuando el timbre de final de clases sonó, Sora dio un saltito casi asustada.

—"Bien, supongo que debemos irnos", dijo notoriamente preocupada y nerviosa.

—"Si" respondí.

Caminamos a los estacionamientos y de reojo vi a River subiendo a su Jaguar, serio, ansioso.

Había llegado el momento de la verdad.

Sora estacionó su auto relativamente cerca del muelle, pero no lo demasiado para que River no nos viera en el auto. Eran las 16:50 cuando el jaguar negro se estacionó frente al muelle. Había llegado incluso un poco antes.

Lo vi bajarse del auto y comenzar a caminar de un lado a otro mirando en todas direcciones. Estaba ansioso, nervioso. Noté una pequeña punzada de remordimiento al verlo así, pero me obligué a reprimirla de inmediato.

Saqué mi teléfono y le envié un mensaje.

<<Voy un poco tarde, me demoré más de lo que esperaba, pero voy conduciendo a Silver Town ahora>>.

River sacó su teléfono rápidamente y leyó el mensaje.

<<Está bien, yo aún no llego>> respondió.

Mentiroso, solo quieres parecer tranquilo, pero no lo estás.

- "Estoy un poco preocupada del resultado de esto, Dorian", dijo Sora al lado mío.

—"Va a salir bien, tú tranquila", respondí observando que River se sentaba en el muelle a esperar a una Summer que jamás llegaría.

—"Igual y puedes simplemente dejarlo plantado; le dolerá de igual manera y no tienes que decirle la verdad".

- "Le dolería, sí, pero no lo suficiente y quiero ver su rostro cuando se le rompa el corazón", respondí.

Por un momento me sentí incluso mal de haber dicho esas palabras, ¿Ese era yo? ¿Alguien que quería ver sufrir a otros y buscar venganza a toda costa? ¿En eso me había convertido? Es culpa de Silver Town, pensé; este maldito pueblo me hizo esto. No, no fue el pueblo, fue River, respondió mi cerebro. Entonces puse música para calmar mis pensamientos, porque de lo contrario hubiese tenido una discusión con la parte de mi conciencia que me decía que solo yo era el culpable de ese monstruo en el que me estaba convirtiendo y esa era una conversación que no quería tener, porque tendría que asumir que era cierto y en esos momentos no necesitaba cuestionarme todo; la decisión ya estaba tomada.

—"Ya es hora", dije en voz alta abriendo la puerta.

—"Por favor, piensa bien lo que vas a hacer, aún podemos irnos", dijo Sora tomando mi brazo para evitar que me bajara.

-"Me expuso a todo el mundo, hizo que Dann se tuviera que ir a Europa, me dio una paliza que casi me mata, Sora... Estoy seguro de mi decisión", dije soltando mi brazo y bajando del auto.

Comencé a caminar hacia el muelle; había sido aquí donde Dann y yo nos dimos nuestro primer beso, había sido aquí donde River decidió entrometerse y arruinar nuestras vidas; había sido en este mismo lugar donde River había comenzado todo y aquí mismo yo lo terminaría. Era el lugar de su sentencia.