Juego De Ajedrez

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*pffffffffff*

Fue el sonido del café que Sora acababa de expulsar por la boca a mi lado.

-"¿Acaba de decir que está interesado en ti a los cuatro vientos?" preguntó paralizada.

-"Creo que sí... ¿tienes un pañuelo?" pregunté.

-"No me digas que quiero llorar".

-"No ridícula, salpicaste café en mi cara", dije limpiándome.

-"Oh... Lo siento", dijo avergonzada ayudándome a limpiar el café de mi sudadera. "Vaya chico, creo que te viene mejor que River, no te voy a mentir".

—"¿Qué?" pregunté extrañado.

—"Shhh, ahí viene", dijo golpeando mi cara con el pañuelo.

"¿Qué ocurrió?" preguntó Beyland al ver a Sora limpiándome.

-"Sora soltó el café por la nariz, todo un espectáculo, casi bate un récord", dije riendo.

-"¡Oh cállate!" dijo Sora considerablemente roja.

-"Lamento haberme perdido semejante espectáculo, quizás otro día", dijo Beyland riendo. "¿Entonces, la comida aquí es buena?"

-"Bastante, vamos te enseño el casino", dijo Sora tomando su brazo.

Si son lo bastante astutos sabrán que la hora de almuerzo tampoco sería un espectáculo agradable y placentero, a diferencia de Sora y Beyland que parecían disfrutar por completo de toda la atención, yo ni siquiera lograba comer con los ojos de todos y no, no estoy exagerando, todos los ojos estaban sobre nosotros, algunos curiosos, ya saben, el chico nuevo siempre llama la atención de las chicas sobre todo por que Beyland es guapo, otros nos miraban descontentos incluso con desprecio, claro, muchos habían escuchado a Beyland decir en el pasillo que estaba interesado en mi... en el pasillo de la escuela en pueblo más homofóbico del país, que por cierto a mi parecer era el hogar de muchísimos gay de closet.

Y por supuesto, estaban las miradas de ira, no, no es correcto decir eso en plural, es más bien solo una mirada de ira, una mirada fría, llena de odio y veneno, un veneno tan verde como los ojos de los que provenían.

Allí estaba, dos mesas frente a nosotros, sin siquiera prestar atención a lo que sus amigos decían, sin siquiera comer bocado, mirándonos fijamente como si no tuviera nada más que hacer.

Nunca has sentido en tu vida una mirada de odio como la que River Argent era capaz de dar incluso a esa distancia.

¿Qué les puedo decir? Un amor de persona sin lugar a dudas.

Beyland, que reía a carcajadas con Sora, estaba sentado a mi lado y cuando se dio cuenta de que miraba a River, puso su codo en mi hombro y se acercó sonriendo.

-"Si sigues perdiendo la mirada en el horizonte me voy a sentir sumamente ofendido, creo que soy más interesante que Tom Riddle por allá", dijo apuntando a River.

Sonreí.

-"¿Tom Riddle?" preguntó Sora dando un sorbo a su vaso de agua.

-"Voldemort" respondí.

*Pfffffffffffff*

Sonó el agua al salir expulsado de su boca en medio de una carcajada.

-"Decidido, traeré paraguas cuando salga contigo", dije limpiando el agua de mi sudadera.

—"Hey, vaya si fue un récord", dijo Beyland riendo a carcajadas.

No lo pude evitar y me largué a reír también. Sora que se había puesto roja como tómate comenzó a reír también. Era inevitable; Beyland contagiaba esa alegría.

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