Jugando Con Fuego

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Tic toc Dorian, Tic Toc.
Las 24 horas se te acaban —pensé sentado en el suelo de mi habitación.

Tic toc, la madriguera del conejo, tic toc.

Es cierto que prometí venganza; me la prometí a mí mismo. Involucrarme con River sería fallar a esa promesa.

Tic toc, tic toc, papá oso está aquí.

Me había arruinado todo.

Tic toc, tic toc, baja la arena del reloj.
Tic toc, tic toc, casi mueres, dijo el doctor.
Tic toc, tic toc, volveré por ti.
Tic toc, tic toc, quédate esta noche.
Tic toc, tic toc, serás mío otra vez.

River me había pedido que me quedara, me había preguntado que pasaría entre nosotros, y me había prometido que volvería a pasar.

No tengo por qué torturarme con esto, pensé.

Tengo a River como marioneta e incluso con más hilos de los que pensaba. Mi venganza está cumplida; si nada vuelve a pasar le va a doler tal y como yo quería.

Se acabó, River se acabó, debía seguir adelante, debía avanzar.

Estaba decidido, había tomado mi decisión y me sentía bien al respecto. La culpabilidad ya no existía en mí, ya había pasado a ser un mero zumbido casi imperceptible, efímero.

Cuando entrara por las puertas de la escuela mañana, River ya no sería nada para mí, más que algo que quise, tuve y deseché tal y como él se merece.

Tomé mi teléfono que había estado ignorando todo el día, Sora y Beyland me habían enviado muchos mensajes preguntando por qué falté a clases, River me había llamado unas ocho veces y había dejado mensajes en mi buzón.

Llamé al buzón y eliminé los mensajes sin escucharlos.

Le envié un mensaje a Sora.

<<Todo okay, solo necesitaba descansar, mañana estaré ahí>>

A Beyland le envió.

<<No me sentía muy bien, pero ya estoy mejor>>.

Bajé a cenar con papá y los gemelos cuando mi teléfono vibró.

<<Bien, paso por ti mañana para ir a la escuela, no es pregunta, es advertencia.>> Bey>>

Sonreí un poco; este chico era siempre tan seguro de sí mismo que llegaba a ser divertido.

"¿Qué opinas, Dor?" preguntó papá.

-"Lo siento, ¿qué?" pregunté.

-"Pizzas para cenar mañana"

-"¿Por qué no mejor brócoli?" dije bromeando.

-"¡Noooo!" gritaron los gemelos al unísono. "Es nuestro cumpleaños, no brócoli".

-"¿Es mañana?" pregunté riendo.

-"No es gracioso, sabemos que no lo olvidaste", dijo Athos.

-"Pizza y pastel es lo que quieren los mosqueteros", dijo Aramis amurrado.

-"Está bien, está bien, pasaré por el pastel después de clases y podemos ordenar unas pizzas".

-"¿Vendrá Sora?" dijo Athos emocionado.

—"Sí dijo que no se lo perdería por nada", respondí.

-"¿Y vendrá Beyland?" dijo Aramis riendo.

Me sonrojé.

-"¿Por qué no lo invitas, Dor?" dijo papá divertido mientras daba un sorbo a su café.

"¡Cupidos, todos ustedes!" dije ofendido.

-"Creo que sería una buena idea simplemente", dijo papá riendo.

-"Lo que me faltaba", exclamé poniendo los ojos en blanco.

Todos se largaron a reír y no pude evitar hacerlo también. Finalmente subí a mi habitación.

Me puse a buscar algún libro que leer cuando una piedra golpeó mi ventana.

-"Oh no de nuevo", solté en voz alta.

Decidí ignorarlo y seguí en la búsqueda de algún libro cuando otra piedra golpeó la ventana y luego otra y otra y otra.

-"¡Me va a romper la ventana este idiota!" pensé.

Me puse de pie y me dirigí a la ventana; por supuesto, ahí estaba parado bajo mi ventana con piedras en las manos.

Miré por la calle y vi el Jaguar negro estacionado a un par de casas de distancia.

Suspiré. Abrí la ventana.

—"¿Qué quieres? "pregunté.

-" Me has ignorado todo el día".

-" Si es falta de atención lo que tienes, hay gente que no cobra mucho".

-" Ya cállate y baja".

-"No" respondí cortante.

-"¡Tu papá me va a ver, ya baja, maldita sea!"

-"Buenas noches, River, y si yo fuera tú no lanzaría piedras en la ventana del jefe de policía", cerré la ventana.

Escuché unas palabras inteligibles del otro lado de la ventana, pero ya me daba igual, busqué mis audífonos y me acosté en la cama.

Ignorarlo me había resultado bastante fácil, pero claro, para ser justos, no había estado frente a frente.

Eso probablemente requeriría mucha más fuerza de voluntad y auto control, porque sí, el chico era un idiota y se merecía la venganza que estaba recibiendo, pero por supuesto no puedo negar el efecto que su cercanía provoca en mí. Su olor, su piel, era lujuria y era evidente, pero debía aprender a controlarlo y no darle la satisfacción de creer que éramos algo; yo simplemente lo había usado. PUNTO.

Mi teléfono comenzó a sonar una y otra vez y otra vez, lo puse en silencio; realmente no iba a contestarle, no, tampoco bajaría.

Me asomé a la ventana nuevamente y lo vi apoyado contra el jaguar mirando a mi ventana. Sonreí.

Volví a mi cama, me quité los audífonos y volví a caminar hacia la ventana quitándome la camisa.

Pasó la mano por su cabello nervioso y lo vi morder su labio. Le dediqué una sonrisa burlona y cerré las cortinas.

-"¡Maldita seas!"

Lo escuché gritar. Sonreí de satisfacción y me metí en la cama. Esto no tenía por qué ser difícil y confuso; podía ser incluso divertido, pensé. Solo debía disfrutar de la situación en vez de sumirme en ella, o bueno, en él, ustedes entienden a lo que me refiero.

Puse mis audífonos nuevamente y busqué "Playing with Fire" de Sam Tinnesz y Yacht Money.

Le di play y disfruté de cada palabra y melodía.


River estaba equivocado, yo no me iba a quemar con el fuego; iba a jugar con él, porque no me daba miedo, porque disfrutaba el olor de la gasolina, porque iba a disfrutar cada pedazo de mi venganza. No iba a dejar que nada ni nadie me la arrebatara.

Por qué ya era suficiente del Dorian que no se defendía, del que pasaban a llevar, del que trataba de pasar desapercibido, del que trataba de mantener un bajo perfil.

No, este Dorian se había apoderado del fuego y volvería a nacer.

¿Están preparados para un nuevo día en la escuela?

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